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A ellas se encomiendan los inmigrantes

Los hispanos no llegan solos, traen consigo sus costumbres y su fe por eso cada pueblo celebra a la patrona de su región.

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Celebración de Nuestra Señora de la Divina Providencia de Puerto Rico, en la Catedral de Filadelfia. Su fiesta que es el 19 de noviembre.

A decenas de vírgenes se han encomendado muchos de los inmigrantes que han llegado a Filadelfia.

Ellos dicen que ellas los han acompañado en una larga travesía hasta llegar a este país y en el inicio esta semana de la Cuaresma, los hispanos no se olvidan de sus patronas.

“Existen alrededor de 45 nombres de vírgenes en América Latina y cada una tiene una devoción muy importante porque llegó a cada pueblo en tiempos difíciles”, explicó monseñor Hugh J. Shields, encargado de los asuntos hispanos en la Arquidiócesis de Filadelfia.

El pasado 21 de enero los dominicanos le celebraron su día a la Virgen de Altagracia. Un dato interesante según la Junta Central Electoral de dicho país en el 2001, una de cada 13 mujeres se llamaba Altagracia. La virgen, quien es considerada milagrosa, tiene muchos devotos y por eso muchas de las calles y capillas en la República Dominicana llevan su nombre.

En esta última década ha ganado a gran escala devotos en Filadelfia la Virgen de Guadalupe gracias al alto crecimiento de la comunidad mexicana. A tal grado ha llegado su popularidad que a partir del 2008 la celebración en su nombre el 12 de diciembre se lleva a cabo en la Catedral de San Pedro y San Pablo, acompañada de una procesión y un sinnúmero de actividades previas a la fiesta, la mayoría en el sur de la ciudad.

Por su parte, los boricuas en Filadelfia se encomiendan a Nuestra Señora de la Divina Providencia, quien tiene sus orígenes en Italia en el siglo XIII. La devoción por esta virgen fue tan grande que llegó hasta España en donde le hicieron un santuario en Cataluña. Su fiesta es el 19 de noviembre y fue canonizada en 1969.

La comunidad colombiana no se olvida de su Virgen de Chiquinquirá, la cual fue coronada canónicamente por la Iglesia Católica en 1919. La celebración de esta virgen tiene sus inicios en los pueblos colombianos  de Suta y Chiquinquirá con los primeros conquistadores del Nuevo Reino de Granada y su fiesta es el 9 de julio.

Los ecuatorianos le rezan a la Virgen del Quinche, la cual data de 1585 y tiene sus orígenes en una tribu de indios llamados Oyacachis que se convirtieron a la fe católica y quisieron tener su propia virgen. La imagen fue coronada canónicamente en 1943 y su fiesta se celebra el 21 de noviembre. 

En Perú hay una virgen que se distingue por portar rosas en la cabeza, se conoce como la Virgen Santa Rosa de Lima, pero su verdadero nombre fue Isabel Flores de Oliva (1586 - 1617). Santa Rosa de Lima es también considerada la patrona de las fuerzas armadas y su fiesta es el 30 de agosto. La santa peruana fue canonizada por el papa Clemente X y tiene su santuario en el centro de Lima.

A los venezolanos un sólo día no les basta para celebrar a su patrona Nuestra Señora de Coromoto, por eso se toman el 2 de febrero y el 8 y 11 de septiembre. Cuenta la leyenda que en 1652 dicha virgen se le apareció a un Cacique y le dejó su imagen en las manos. Él que tanto se había negado a convertirse a la religión católica se volvió su más fiel devoto. Pasaron 300 años después de su aparición en la comarca de Guanare para que el Papa Pío la nombrara Patrona de la República de Venezuela.

En la isla de Cuba, la virgen que muestra a unos balseros es Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, patrona de la isla. Según la leyenda,  dos indígenas y un esclavo negro salieron de Barajagua a la bahía de Nipe y en medio del torrencial de las olas encontraron flotando una tabla con la imagen de la virgen y una inscripción con su nombre. Su celebración es el 8 de septiembre y fue proclamada patrona de la isla por el Papa Benedicto XV en 1916.

Conocida como la Virgen Azul de Paraguay, Nuestra Señora de Caacupé data del siglo XVI cuando un indio se escondió de un grupo de salvajes Mbayaes en el monte, y muerto de miedo se encomendó a la virgen y se salvó. Por eso grabó la imagen de la virgen en el tronco en el que se escondió.  La fiesta de Caacupé se celebra el 8 de diciembre.

Shields aprovechó para mencionar la importancia de los latinos en la iglesia. “Creo que el censo mostrará  que los latinos han llegado y que se deben de cubrir sus necesidades no solo de lenguaje”.

Referencia: Agencia Católica de Informaciones (ACI) en América Latina.