El decorado del pastel tiene que combinar con el vestido de la quinceañera, la muñeca que lo adorna debe llevar un vestido como el de la festejada y el color del betún debe combinar con la decoración del salón de la fiesta, según explicó el panadero experto en pasteles Alejandro Bautista, dueño de la panadería Las Lomas en el sur de Philadelphia.

“Hay muchos diseños de pasteles, para todo tipo de gustos. La moda ha venido cambiando en los últimos años. Nunca se deja de aprender en esto. Antes no había fuentes, rosas y tantas decoraciones”, dijo Bautista quien lleva 10 años en este negocio.

Un accesorio que esta de moda es la fuente eléctrica en medio del pastel la cual simula agua que se pinta del color del vestido de la quinceañera y que cae desde la fuente.

“Sólo se cumplen los 15 una vez, por eso los padrinos no escatiman en el gasto”, dijo Bautista quien ayuda a escoger el pastel que vaya de acuerdo con las necesidades de la joven.

Sin embargo dijo que la actual situación económica también ha afectado a las festejadas.

“Desde el año pasado hemos notado que la crisis ha afectado y en ocaciones hemos tenido que bajar los precios”, dijo el pastelero quien asegura estar vendiendo de uno a dos pasteles de quinceañera al mes.

Este repostero recuerda un pastel azul de 15 pisos  en para el cual hizo una base de metal en forma de corazón para sostener 15 pasteles con delfines de crema batida que sirvió a 300 personas y que costó $4.500, para una quinceañera en Camden hace 5 años.

Los pasteles que maneja Bautista están hechos al gusto de la cumpleañera, él tiene un álbum con fotografías de diferentes pasteles que van desde los $300 hasta los $1.500 pero también dice que es común que las jovencitas encuentren diseños en el internet y él los hace igual que la fotografía.

Javier Jiménez es uno de los encargados de hornear la magia y la ilusión de un pastel de 15 años, “llevo tres años haciendo esto y lo disfruto porque me gustan las cosas artísticas”.

Según Jiménez hay diferentes tipos de pasteles: envinados, de tres leches, relleno de durazno o fresa y nuez, el imposible y el mousse.

“El más difícil de hacer es “el imposible”, el cual es mitad flan y mitad pan, y ese se tiene que cocinar a baño maría; el que más piden es el de tres leches”, dijo.

Un pastel se tiene que ordenar de ocho a 15 días de anticipación, los reposteros lo entregan el día de la fiesta personalmente para evitar algún accidente.

“Una vez se nos cayó un pastel llegando a la fiesta y nos tuvimos que regresar a hacer otro rápido”,