Javier Inclán, el hispano de mayor jerarquía en el gobierno de Nueva Jersey, renunció a partir del próximo 16 de mayo luego de haber sido testigo en un juicio contra el alcalde de Guttenberg, David Delle Donna y su esposa Anna, declarados culpables de extorsión y evasión de impuestos.

Inclán, de origen cubano, era desde enero pasado subjefe de administración del gobernador y responsable de las relaciones intergubernamentales con los municipios.

En el 2002 fue el tesorero del equipo de campaña de Delle Donna, quien también fue acusado por fraude por correo, pero absuelto de ese cargo en el veredicto final.

Sin embargo, el testimonio de Inclán en el juicio, concluido el pasado 29 de abril, hizo referencia al cargo de fraude por correo. Afirmó haber recibido, por esa vía, algunos sobres con contribuciones en efectivo que él calculaba en miles de dólares y que no fueron declarados. El límite de la ley para las contribuciones en efectivo no declaradas es de 200 dólares.

Inclán dijo haber recibido y entregado el dinero a Delle Donna, pero éste lo negó. En el juicio trascendió que los sobres podían contener unos $5.000 cada uno y que fueron enviados por Luisa Medrano, dueña de algunos bares donde reclutaban a indocumentadas de Honduras para servir como bailarinas o mesoneras.

Medrano se declaró culpable de recibir a las menores y dijo haber dado al alcalde y a su esposa unos $26.700 en efectivo y regalos. Aún cuando Inclán en ningún momento fue acusado durante el juicio, durante el proceso realizado en la corte federal de Newark su gestión como tesorero de la campaña fue duramente cuestionada.

Gloria Montealegre, portavoz del gobernador Jon Corzine, dijo hoy que el mandatario en ningún momento solicitó la renuncia a Inclán. "Está bien claro que Javier Inclán hizo lo correcto en cooperar con el Fiscal General como testigo del procurador. Hacer eso sin inmunidad, y sin contar con un abogado es un acto de admiración", declaró Corzine.