Richard Negrín sobresale entre los latinos
El funcionario latino de más alto rango en Filadelfia habló sobre su vida en el servicio público, la participación de los hispanos en el gobierno y las…
El administrador de la ciudad de Filadelfia, Richard Negrín, y mano derecha del alcalde Michael Nutter, no se quedó corto de palabras durante una conversación de casi tres horas con el equipo editorial de AL DÍA News.
Si Negrín, el funcionario latino de más alto rango en el gobierno de Filadelfia, aspira a llegar aún más arriba y postularse como alcalde algún día, quizá en el 2019, fue solo una de las preguntas a las que respondió.
Ciertamente tiene la experiencia y conoce cómo funciona la ciudad más allá de las oficina de recursos humanos, información y tecnología, o el departamento de procuración, los cuales supervisa.
También tiene la credibilidad de trabajar al servicio del público a través de iniciativas como PhillyRising, enfocada en barrios plagados por la pobreza y el crimen; Philly311, el centro de información telefónica, móvil y en línea de servicios de la ciudad; o PhillyStat, a través de la cual ha cambiado la forma en que el gobierno local es administrado.
Pero sobretodo tiene una conmovedora historia que comenzó con la salida de sus padres de Cuba y que continúa escribiéndose en nuestros días. Entre sus capítulos más dramáticos está el momento en el que fue testigo del asesinato de su padre cuando tenía tan solo 13 años de edad, lo que lo motivó a ser abogado y fiscal, y entre los más gloriosos cuando jugó en la NFL con los Cleveland Browns y los New York Jets… Todo un sueño americano.
Sus padres emigraron de Cuba en 1961 huyendo de la revolución y el comunismo, y fue aquí en EE.UU. en donde se conocieron, se casaron, se establecieron un Newark, Nueva Jersey, y dieron vida a Negrín y a su hermana. Su abuela huyó de Cuba sin saber si algún día volvería a ver a su esposo otra vez aunque se reencontraron seis meses después.
“Conforme miro a mi pasado, me doy cuenta que muchas de mis formas de ver las cosas se formaron a una edad muy temprana”, dijo Negrín.
Su casa en Port Elizabeth, Nueva Jersey, estaba entre la autopista, una refinería, una funeraria y un lote baldío, y entre sus amigos de la infancia se encontraba un diverso grupo de niños, uno polaco, dos puertorriqueños, uno cubano y otro afroamericano.
“Yo pensaba que tenía la mejor infancia”, dijo Negrín.
Sus padres se divorciaron a los cinco años de casados, su madre se volvió a casar, y Negrín y su familia se mudaron a Edison, Nueva Jersey.
A los trece años de edad, Negrín fue testigo del asesinato de su padre, quien pertenecía a un grupo de exiliados cubanos llamado el “Comité de los 75”, que buscaba promover el diálogo con el gobierno de Cuba, y trabajó por la liberación de miles de presos políticos en la isla en la década de los setenta.
El grupo paramilitar Omega 7, organización terrorista integrada por veteranos de la Bahía de Cochinos, con fuerte presencia en Nueva York, y quienes tenían como objetivo derrocar a Fidel Castro, fue responsable del asesinato del padre de Negrín.
“Hicieron de mi padre un blanco de asesinato como resultado de su participación en ese esfuerzo por promover el diálogo”, dijo Negrín, quien recuerda a su padre como una persona activa política y cívicamente, que solía hablar sobre lo que significaba ser cubano en EE.UU., y quien fue candidato a alcalde de Union City y al senado estatal.
“Mi padre estaría muy contento y emocionado de lo que está pasando en Cuba ahora”, dijo Negrín sobre la apertura de EE.UU. hacia la isla. “Él siempre creyó que no hay que creer en un sistema de gobierno para mantener una relación diplomática”.
Al llegar el momento de ir a la universidad —Negrín fue el primero en su familia en asistir a la universidad— se decidió por Wagner College en la ciudad de Nueva York. Formó parte del equipo de ‘football’ americano, ganó un campeonato universitario, y luego de graduarse probó suerte en la NFL. Esta experiencia le abrió los ojos al mundo y a las posibilidades.
“La primera vez que viajé en un avión fue para un partido de ‘football’”, dijo Negrín, quien se crió en una familia humilde para la cual el tomar vacaciones significaba ir a alguna playa cercana de Nueva Jersey.
Su familia hablaba español en casa, por lo que Negrín aprendió a hablar primero este idioma pero más tarde dejó de practicarlo, aunque jamás dejó de celebrar su cultura cubana, ya sea a través de la música o de la comida.
Finalmente se mudó a Camden en 1992 para estudiar en la escuela de leyes de la Universidad de Rutgers, y comenzó a trabajar en la Oficina del Fiscal de EE.UU. en la ciudad del amor fraternal.
“Fue entonces cuando me enamoré de Filadelfia”, dijo Negrín. “En ese entonces supe que quería quedarme aquí, trabajar, criar a mi familia y hacer de esta ciudad mi hogar”.
Después de servir en la unidad de juicios mayores de la oficina del fiscal, Negrín comenzó a trabajar en la firma de abogados Morgan Lewis, y más tarde en Aramark como miembro del consejo general de cuidado de salud y de correccionales.
En el 2014, el alcalde Nutter lo invitó a unirse a su equipo y formar parte de la Junta de Revisión de Impuestos, que en ese entonces estaba plagada de corrupción y controversias.
“Cuando comencé me di cuenta que había barrios enteros de Filadelfia cuyos impuestos jamás habían sido actualizados o calculados de una manera precisa”, dijo Negrín, quien comenzó a trabajar a en la reestructuración de la junta incluso antes de ser nombrado director de esta, y abrió paso a lo que eventualmente sería la Iniciativa de Valor Real (AVI).
En julio del 2010, Negrín fue nombrado administrador de la ciudad, y en noviembre pasado cumplió cinco años trabajando con Nutter.
“Mi esposa dice que no puedo mantener un trabajo por más de cinco años y es en parte cierto”, bromeó Negrín, cuyo término llegaría a su fin junto con la administración de Nutter en enero del 2016. “Pero todavía tengo metas que lograr”.
A continuación lo que Negrín tuvo que decir en entrevista con Al DÍA News.
Sobre ser latino:
“El amor por el servicio público, el trabajo duro y el tratar de tener éxito, todo eso está ligado a esa experiencia cultural sobre lo que la promesa de Estados Unidos significa para muchos de nosotros que tenemos una familia que ha hecho sacrificios. Todos estamos aquí independientemente de nuestras raíces con una historia en común en torno a lo que este país representa en términos de oportunidad”
Sobre la financiación de la educación:
“Algo muy importante de lo que no se habla son los $363 millones de fondos adicionales que la ciudad ha destinado a la financiación de la educación. Hay unos $450 millones de fondos que fueron retirados por parte del estado así que estamos tratando de llenar esa brecha. Cuando se trata de pobreza, no hay nada más efectivo para combatirla que financiando la educación. La suma total que la ciudad le da al Distrito Escolar es de más de mil millones de dólares, casi una cuarta parte de nuestro presupuesto, a pesar de que no tenemos control del distrito”
Sobre la representación de latinos en el gobierno local:
“Solo porque soy el latino de más alto rango no significa que soy el único. Ya sea Edward García, administrador asistente de la ciudad; Jennifer Rodríguez, directora de MOIMA; Lydia Hernandez Velez, subdirectora de la oficina de personas de la tercera edad; o David Torres, que hace trabajo administrativo en mi oficina, hay latinos en puestos estratégicos en el gobierno de la ciudad, que contribuyen con su experiencia cultural y son parte de la conversación. La oficina del administrador de la ciudad es 88 por ciento diversa tomando en cuenta género, raza y etnia. Si ves el gabinete del alcalde y su equipo de trabajo, hay diversidad en los puestos más altos. No se trata de cumplir una cuota, sino que la diversidad simplemente funciona”
Sobre la participación de los latinos en las elecciones y el servicio público:
“Debería haber un candidato latino en cada elección en la ciudad de Filadelfia. Si le estamos pidiendo a nuestra gente que vote, también hay que pedirles que se involucren, y no solo en la política, sino en distintos aspectos. Joanna Otero Cruz, en Concilio; Tony Valdés, en el Children’s Crisis Treatment Center, el reverendo Luis Cortés, en Esperanza, organizaciones como Congreso y APM, están haciendo una diferencia en nuestra comunidad y están involucrados en el servicio público al igual que yo. Hay que servir de ejemplo a nuestros niños y jóvenes, y no solo demostrarles que hay que votar, sino involucrarse en el servicio público y ser parte del gobierno”
Sobre la posibilidad de postularse como alcalde algún día:
“Como administrador de la ciudad de Filadelfia tengo prohibido discutir cualquier actividad política. Amo a Filadelfia y si tengo la oportunidad de volver a servir a la ciudad en el futuro, y no solo como alcalde de la ciudad, sino como funcionario público, en el sector privado o en una organización sin fines de lucro, voy a considerarlo muy seriamente, y eso no tiene nada que ver con la política sino con el servicio público. Por ahora estoy enfocado en ser administrador de la ciudad y todavía hay cosas que quiero lograr”
Sobre ser un modelo a seguir:
“Cuando no estoy en contacto con niños por lo menos una vez a la semana, me enfado, porque ser un modelo a seguir es una gran parte de mi vida. He sido un modelo a seguir en distintas etapas de mi vida y he sido el latino de más alto rango en cada organización a la que he pertenecido, pero jamás imaginé cómo me sentiría de estar frente a un salón de clase hablando con 20 niños sobre mi vida, mi trabajo y sobre lo que hago para hacer una diferencia en la comunidad”
Sobre el fin de la colaboración entre las fuerzas de seguridad pública de Filadelfia y la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE):
“Acordamos limitar el uso de información de víctimas respecto a las peticiones de detención de ICE hace cuatro años, luego de que comenzamos a analizar cómo estaba siendo utilizada esa información y no vimos ningún beneficio. Eso fue antes de poner un alto a las peticiones de detención de inmigrantes por parte de ICE el año pasado. El alcalde no requirió mucha persuasión para llegar a esa decisión. Él tiene un proceso a través del cual toma decisiones para la ciudad de forma gradual, luego de pensar bien las cosas, y de escuchar a quienes tienen un interés. Aunque sabe lo que quiere, eso no significa que toma decisiones de manera impulsiva, sino que tiene que pasar por un proceso”
Sobre la Oficina de Asuntos Inmigrantes y Multiculturales (MOIMA):
“Ha sido un año y medio fenomenal en cuanto a lo que esta oficina ha logrado. Jennifer Rodríguez (directora de MOIMA) escribió el memorando de recomendaciones respecto a nuestra relación con ICE. Contratamos un servicio de interpretación y traducción para que la gente pueda tener acceso a los servicios de la ciudad en cien idiomas distintos. Llevamos a cabo un entrenamiento de sensibilidad cultural con empleados de la ciudad que trabajan en servicio al cliente, y este año hay un gran enfoque de iniciativas en torno a la ciudadanía”
Sobre la política de ‘stop and frisk’ y el perfil racial:
“Las víctimas de crímenes y violencia en las calles no es la gente blanca en barrios ricos. Son nuestra gente y nuestros niños, las minorías y los latinos. Cuando hablamos de las 290 personas que hoy están vivas porque el índice de homicidios ha disminuido el 37 por ciento en Filadelfia en los últimos seis años, las personas cuyas vidas estamos salvando son parte de nuestra comunidad. No se puede hablar de ‘stop and frisk’ y no darse cuenta que nuestra gente, los latinos, están más a salvo ahora gracias a esto”
Sobre la brecha digital y la estrategia móvil de la ciudad:
“La brecha digital ha mejorado pero aun se encuentra entre el 20 y 30 por ciento, y en la comunidad latina entre el 50 y el 60 por ciento de nuestra gente no tiene acceso a internet. Cuando se trata de empleos, tenemos el índice más bajo de desempleo que hemos tenido desde antes de la recesión, el 6,4 por ciento, pero es del doble entre la comunidad latina. La gran mayoría de los empleos disponibles ahora solo están en línea, así que si estás desempleado y no tienes internet, estás fuera del mercado de empleos. La estrategia móvil en la ciudad es un plan para hacer frente a la pobreza en nuestra comunidad, incluyendo la comunidad latina”
Sobre la iniciativa ‘Philly Keyspots’:
“Hemos creado 58 laboratorios de computación a través de la ciudad en cada barrio que forma parte de Philly Rising, que son los más afectados por la pobreza. No solo se trata de asegurarnos que la gente tenga acceso gratuito a una computadora y a internet sino que haya personal y voluntarios que los puedan ayudar a hacer algo tan básico como llenar una solicitud de empleo en línea”
Sobre Philly 311:
“Si vives en Filadelfia tienes que instalar la aplicación ‘311’ en tu smartphone. Si no tienes una computadora porque no puedes comprar una, la mayoría de la gente puede comprar un teléfono inteligente. Estamos tratando de integrar los servicios de la ciudad en una plataforma móvil de una manera significativa para llegar a la gente en cualquier barrio de la ciudad. Gracias a esta aplicación puedes tomar una foto de un grafito en la ciudad y en 48 horas vamos a pintarlo. Somos la única ciudad que cuenta con una aplicación así en 17 idiomas porque vimos cómo estaba creciendo la ciudad de acuerdo al último censo y vimos una necesidad”
Sobre los sindicatos y las pensiones:
“Tenemos un fondo de pensiones para empleados de la ciudad que tiene menos de la mitad de fondos que necesita. El alcalde Nutter luchó y no se dio por vencido respecto a los contratos con los sindicatos. Ellos querían un contrato mejor pero no querían una reforma de pensiones así que el alcalde Nutter los empujó a hacerlo porque era una decisión responsable. En 15 o 20 años, debido a la reforma, el fondo de pensiones va a tener el 80 por ciento de los fondos que necesita, y eso significa que las personas que están trabajando ahora para la ciudad de Filadelfia, van a poder retirarse y contar con ese fondo. Pero eso no es suficiente. El fondo de pensiones debería tener el 100 por ciento de los fondos que necesita”
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