La ayuda a la inseguridad alimentaria sigue siendo una de las principales prioridades de los dirigentes federales y de las organizaciones locales, y la investigación sobre los desiertos alimentarios regionales no demuestra con exactitud la accesibilidad.

En Filadelfia aumentó la inseguridad alimentaria debido a la pandemia. Los obstáculos adicionales no permitieron que las familias recibieran productos frescos, y la cuestión, aunque ligeramente relajada, sigue siendo motivo de preocupación.

Kate Scully, jefa de asuntos externos de Philabundance, habló con AL DÍA para hablar de las cifras y explicar cómo la organización ha ajustado los esfuerzos de alcance en 2021.

"Descubrimos que las estadísticas no siempre son precisas. Puede haber una tienda de la esquina sobre el papel, pero ¿es realmente acogedora y accesible, o tiene los alimentos nutritivos que la gente necesita?", preguntó Scully.

Los desiertos de alimentos, dice Scully, son sólo una parte del problema. Es igualmente importante centrarse en las zonas identificadas como "apartheids alimentarios", en las que las comunidades de color tienen aún menos acceso a los supermercados o a las opciones alimentarias saludables.

La ciudad de Filadelfia hace un seguimiento de todos los lugares de distribución de alimentos establecidos en toda la región. Sin embargo, estos lugares pueden tener un recorrido limitado a ciertos barrios, y no ser la opción más rápida para algunos.

Philabundance buscó el apoyo de Gehl, una consultora de investigación y diseño urbano, en 2020 para comprender mejor los barrios del condado con bajo acceso a los productos.

El informe duró un año y los miembros del equipo exploraron las comunidades del norte de Filadelfia que históricamente han experimentado inseguridad alimentaria. Descubrieron que la seguridad personal, las paradas de autobús obsoletas, los problemas ambientales como la falta de sombra y la apariencia de las tiendas, eran factores que impedían satisfacer las necesidades de la gente.

Además, la investigación mostró que estas comunidades pueden tener una fuente limitada de productos frescos, ya que las tiendas de la esquina se enfrentan a "limitaciones de infraestructura" para llevar esos artículos.

A partir de esta colaboración, Philabundance elaboró una estrategia para prestar un mejor servicio a la comunidad mediante la distribución al aire libre y una experiencia de compra de comestibles adaptada.

"Nuestros socios de la agencia ayudaron a trasladar la distribución al exterior y a crear entornos similares a los de las tiendas de comestibles, conocidos como modelo de elección", dijo Scully. "La gente pudo entrar y seleccionar las cosas que quería, en lugar de recibir los artículos empaquetados previamente".

El 9 de diciembre, Philabundance recibió 156.000 dólares de financiación federal como parte de la Ley del Plan de Rescate Americano (ARPA) que dará a Pensilvania 11,4 millones de dólares para apoyar el almacenamiento en frío en los bancos de alimentos locales.

"Nuestros bancos de alimentos han desarrollado profundas asociaciones con los agricultores y procesadores de Pensilvania para aumentar nuestro inventario de alimentos sanos y nutritivos y esta inversión hace que sea posible hacer aún más de ese abastecimiento de alimentos", dijo Jane Clements, director ejecutivo de Feeding Pennsylvania.

Antes de recibir la subvención, Philabundance se ha comprometido a aportar hasta 5 millones de dólares a las agencias asociadas para que tengan más capacidad de refrigeración en sus instalaciones, y han conseguido furgonetas de productos para ayudar al transporte.

En el último año, Philabundance ha aumentado su distribución de alimentos de 26.000 libras a 50.000 libras.