City Year hace la diferencia un estudiante a la vez
El director de City Year Greater Philadelphia, Ric Ramsey, visitó la mesa redonda de AL DÍA junto a miembros de su organización para hablar sobre la…
El director de City Year Greater Philadelphia, Ric Ramsey, visitó la mesa redonda de AL DÍA junto a miembros de su organización para hablar sobre la importancia de sus servicios en plena crisis del sistema escolar, y sus planes para aumentar el número de miembros latinos dentro de sus filas.
El director de City Year Greater Philadelphia, Ric Ramsey, visitó la mesa redonda de AL DÍA junto a miembros de su organización para hablar sobre la importancia de sus servicios en plena crisis del sistema escolar, y sus planes para aumentar el número de miembros latinos dentro de sus filas.
¿Le gustaría hacer una declaración inicial?
Ric Ramsey (director de City Year Greater Philadelphia): Somos una organización que se enfoca en estudiantes con bajo rendimiento en la escuela o que la han abandonado. Nuestra meta es encaminarlos de nuevo hacia sus estudios. City Year Greater Philadelphia cuenta con 255 miembros en la región que trabajan directamente en las escuelas para brindar apoyo a aquellas que no cuentan con suficientes recursos. La organización comenzó hace 24 años en Boston como una institución de servicio voluntario que colabora con el programa federal AmeriCorps. Filadelfia fue una de las primeras ciudades que adoptó el modelo de servicios comunitarios, que después se desarrolló en el modelo actual enfocado en impactar la educación de muchos estudiantes.
¿Cuál es el alcance en números de los servicios de City Year Greater Philadelphia?
Ramsey: En la región impactamos a 1.300 estudiantes en 20 escuelas distintas que incluyen escuelas públicas y charter. Nos sentamos a la mesa con el personal administrativo hasta llegar a un punto medio, hablamos sobre cómo se maneja la escuela y cómo se utilizarían nuestros servicios para saber si la colaboración será efectova. Tratamos de elegir escuelas que estén dispuestas a colaborar con nosotros porque de esa manera somos más eficientes para los estudiantes.
¿Cómo identifican a las escuelas con las que deben colaborar?
Virgil Sheppard (director de servicios): Nos enfocamos en estudiantes que tengan menos del 90 por ciento de asistencia promedio, estudiantes que cuenten con una suspensión o que obtengan calificaciones muy bajas en lectura o matemáticas. Esta información es obtenida a través del Distrito Escolar de Filadelfia, no proveen nombres pero si los números y de ahí escogemos las escuelas con las que debemos trabajar. Distribuimos los miembros después de un entrenamiento de tres semanas, tratamos de asegurarnos que tenemos una mezcla adecuada de miembros según la escuela. Observamos a la población estudiantil, su proporción y tomamos en cuenta características como etnicidad, o si cuentan con almuerzo gratuito.
¿En qué escuelas con gran población estudiantil latina están trabajando?
Sheppard: Edison High School, Frankford High School, Feltonville School of Arts & Sciences, Benjamin Franklin Elementary School y Woodrow Wilson High School.
¿Cuál es el perfil de los miembros de City Year y con cuántos miembros hispanos cuenta?
Ramsey: La mayoría de los miembros de City Year son recién graduado universitarios, aunque hay algunos graduados de High School. Una vez que terminamos nuestra mentoría con los estudiantes, ellos mismos consideran unirse a nuestro programa para ayudar a más estudiantes que como ellos necesitan recursos extras, y es así como el programa tiene un ciclo que se retroalimenta.
Joe Staszak (director de reclutamiento): Del total de nuestros miembros el 5 por ciento son de origen hispano. Reclutamos específicamente a jóvenes de 17 a 24 años. Hemos tenido miembros que cuentan hasta con una maestría y el tipo de licenciatura o área en que se han desarrollado no importa. Esencialmente cualquier joven que se ha graduado de High School o universidad puede aportar sus conocimientos y sus servicios. El único requisito es que debe ser ciudadano o residente permanente de EE.UU., ya que formamos parte del programa de AmeriCorps. Por supuesto también deben estar dispuestos a comprometerse durante un año, en promedio un miembro presta 46 a 50 horas de servicio a la semana, que es un gran sacrificio pero es un sacrificio que es necesario.
¿Cuáles son los retos a la hora de reclutar miembros latinos en la región?
Ramsey: La pregunta es dónde podemos reclutar, como un nuevo líder de la organización sé que tenemos mucho trabajo por hacer con respesto al reclutamiento de los latinos para incluirlos en el programa. Pero eso no quiere decir que nos quedaremos sentados con los brazos cruzados, creemos que es una tarea posible de lograr.
Staszak: Creo que el reclutamiento de hispanos es un reto a través de todos muchos sectores, sé que no somos la única organización que enfrenta este reto. Hace algunos años hablé con el CEO de AL DÍA, Hernan Guaracao, y él me dijo que lo importante es construír una buena relación con la comunidad y tenemos que trabajar más. Una de las cuestiones que estamos haciendo es reforzar nuestros esfuerzos mientras estamos sirviendo en escuelas hispanas, como ejemplo Edison High School. También estamos tratando de reclutar en instituciones como Temple University, una de las más diversas en el país, y colaborar con organizaciones latinas como la Asociación Hispana de Universidades y National Association of Latino Fraternal Organizations (NALFO).
¿Qué retos enfrentan los estudiantes latinos de Filadelfia?
Ramsey: El reto para nosotros es identificar cómo dirigirnos a cualquier estudiante, sin importar su origen. Se puede decir que una barrera natural en los estudiantes hispanos es la del idioma, y si este fuera el único reto entonces tendríamos la solución en el bolsillo. El mayor reto es asegurarnos que nos enfocamos en un todo sobre cada estudiante, no solamente llegar a pedir que haga las matemáticas sino tener la empatía alrededor del desarrollo emocional y social del estudiantes.
¿Cuál es el presupuesto de City Year y de dónde obtienen sus fondos?
Ramsey: El presupuesto es de $8,5 millones de dólares y se obtienen de tres partes. Un tercio proviene del Distrito Escolar de Filadelfia, los otros dos provienen de AmeriCorps y el final tercio se provee a través de contribuciones privadas. Hoy en el día el fondo más vulnerable es el que viene del distrito escolar, pero hemos tenido muchas conversaciones con el superintendente, el Dr. Hite, y claramente comprende el valor de nuestros servicios.
¿Cómo miden la eficiencia del programa?
Sheppard: Observamos individualmente los datos de cada estudiante, además de encuestas que son administradas a profesores y directores de forma anónima para observar la calidad de nuestros servicios. Ahora mismo hemos obtenido entre los resultados que más del 90 por ciento de los encuestados están de acuerdo en que somos efectivos en lo que hacemos. Más del 90 por ciento están de acuerdo en que los miembros están bien preparados. No medimos cuántos estudiantes se gradúan, sino cuántos logramos encarrilar de nuevo en la escuela, y ahora mismo hemos alcanzado que alrededor del 57 por ciento de los estudiantes con los que trabajamos lo logre.
¿Qué es lo que hace a sus miembros efectivos en su trabajo?
Sheppard: Una de las cuestiones es que son socialmente conscientes, para realmente acogen el ambiente en las escuelas se debe tener un concepto de determinación y ser capaces de superar los retos que se ven a diario. Si se observa a los miembros el perfil es el de una persona resistente consciente de lo que sucede a su alrededor.
Staszak: Creo que algo muy importante es que les importa algo que es más grande que ellos mismos, se dan cuenta de que a través de su propio camino pueden contribuir y lo reconocen.
¿Creen que sus servicios han impactado a los jóvenes más allá del año escolar en el que los han servido?
Staszak: Cualquier joven apasionado y dedicado puede tener impacto en una escuela, sin importar origen o etnicidad. Jóvenes como Daisy Morales han proveído eso, ella asistió en una clase de ingles como segundo idioma ESL en la que el profesor no sabía español y fue una gran herramienta en el aula. Nuestra chaqueta roja distintiva es muy visible y existe una relación que se desarrolla con el estudiante sin importar si este decide continuar con nosotros. Ellos aprenden a confiar en nuestra chaqueta.
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