Emprendedor crea plataforma diseñada para ofrecer cuidado en salud mental para todas las comunidades
Ayana Therapy sirve como una plataforma donde los miembros de las comunidades de color y la comunidad LGBTQ+ puedan encontrar terapeutas donde vean reflejadas…
Los grandes esfuerzos para reducir el estigma asociado con buscar o recibir tratamiento se han abierto el paso en los Estados Unidos, pero la realidad es que aún es difícil para muchos dar el primer paso en buscar ayuda profesional.
Para muchas personas de color, o para aquellos con identidades interseccionales, es más complicado debido al reto que significa encontrar un terapeuta con el que tengan un contexto cultural en común o que tenga experiencia con personas de su identidad.
Hace aproximadamente un año, Eric Coly, que antes fue un banquero de inversión y emprendedor de moda de Senegal, hablaba con una amiga que lidiaba por encontrar un terapeuta que pudiera reflejar su identidad y cultura como mujer afroamericana.
Esto empujó a Coly a pasar varios meses sumergido en “25.000” páginas de investigación acerca de tratamientos para personas de comunidades de color, la comunidad LGBTQ, y cualquier otro tipo de identidad o agrupación marginalizada y con necesidades específicas.
Durante el curso de su investigación, Coly notó que, además de enfrentar una “falta generalizada de acceso a servicios de salud mental para minorías” en Estados Unidos, encontrar un terapeuta que pudiera reflejar la identidad de alguien era particularmente difícil para personas con identidades “interseccionales, es decir que tienen rasgos típicos de más de una identidad”.
Al aprender más acerca del estado de las comunidades marginalizadas en los Estados Unidos, Coly dijo que llegó a comprender sus propias experiencias con enfermedades mentales y con el cuidado en salud mental, y fue así que nació la idea de Ayana Therapy.
“Sufro de depresión severa, y al hacer mi investigación...eso me ayudó, de cierta manera, a curarme, y a tener más valor al hablar sobre ello; y fue así que nació mi deseo de contribuir con una necesidad imperiosa que vi que existía, e incluir problemáticas que yo mismo enfrenté por un tiempo y que esencialmente me dieron el ímpetu de iniciar esta compañía”, expresó.
De acuerdo con Coly, Ayana Therapy ocupará un nicho específico en el ecosistema actual de las plataformas de cuidado en salud mental. El “tope de la industria” dijo, conformado por compañías como Betterhelp y Talkspace, “atienden por defecto personas blancas”.
“Te vinculan a un consejero mediante un cuestionario que no identifica diferentes matices, es decir como lo sería una persona de color...ese cuestionario no te entiende, pero te vincula a una persona con la que [puedes] abrirte y ser vulnerable”, dijo Coly.
Aparte de esas grandes organizaciones, Coly dijo que hay una categoría de compañías más pequeñas, tales como Latinx Therapy, que se enfocan en grupos particulares de comunidades marginalizadas y minorías.
A diferencia de ellos, Ayana therapy ha “elegido tener una mejor respuesta” con respecto a este enfoque.
“Nos enfocamos en afroamericanos, asiáticos, latinos, árabes, personas LGBTQ, pero con un énfasis importante en la interseccionalidad”, comentó.
Un aspecto importante de la plataforma es que permite a las personas iniciar la terapia de manera virtual, vía mensaje de texto por la plataforma, llamadas o videoconferencia. Al ofrecer opciones para asistir a terapia virtual elimina para algunos el estigma asociado con el desplazamiento hacia algún lugar para encontrarse con alguien, así como el tiempo y costos que esto supone.
La promesa del anonimato es también un aspecto esencial de la misión de AYANA[1] therapy: invitar a más personas a buscar tratamientos de salud mental y hacer que sean más accesibles para aquellos que deben confrontar estigmas sociales y culturales específicos relacionados con buscar terapia sicológica.
Coly dijo que a pesar de que no tiene una formación profesional en sicología o en cuidado de la salud mental, algunos de los 30 terapeutas de color que se han registrado para trabajar con Ayana han mencionado que ellos mismos han pensado en iniciar una plataforma o herramienta similar para las comunidades marginalizadas.
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Algunos de esos terapeutas son bilingües, y Coly dijo que la compañía planea tener la aplicación disponible en al menos 8 o 12 idiomas una vez se haga su lanzamiento.
Ayana, que significa “espejo” en bengalí, está explorando en el momento otras maneras de asociarse con entornos laborales y campus universitarios, con el fin de poner la aplicación a prueba y lograr que sea económicamente accesible para estudiantes, trabajadores de organizaciones sin ánimo de lucro o cualquier otra persona. Coly dice que la meta es también llegar a profesionales del mundo “401K”.
La aplicación está diseñada para que el usuario pase por un proceso donde no es necesario decir el nombre, sino llenar un cuestionario que está “estructurado para captar totalmente aspectos muy únicos de usted que normalmente no se toman en consideración”, explicó Coly.
Esa información luego lleva a una lista de los terapeutas idóneos que reflejan la identidad del usuario. Coly dice que eso no quiere decir que los terapeutas que coinciden sean la única opción, o que ellos no preferirán un terapeuta que en último caso no comparta los mismos aspectos de su identidad; pero sí les ofrece la opción.
“Lo que queremos decir es que debería existir esa opción” agregó Coly said.
Coly dice que la meta principal es: “llegar a millones en los años siguientes”, el país ha cambiado, dice Coly, y ahora hay más aceptación y más comodidad con “ser vulnerable...y transparente”.
“Queremos que AYANA identifique su intersección y que se acerque con un sentido de calidez, donde sientan que no los vamos a lastimar”, dijo Coly.
Para alguien que no ha asistido a una terapia antes, una introducción al tratamiento vía teléfono móvil y en línea puede servir en última instancia como un primer escalón a la terapia en persona; o puede ser por sí sola el tipo de tratamiento que mejor se adapte a un individuo en particular.
“El estigma que enfrentamos está siendo sobrepasado por el hecho de que no hay que encontrarse con alguien cara a cara, no es necesario que lo vean”, dijo Coly.
“La terapia es importante. Como mínimo, será un puente. Como mínimo le haremos sentir que es algo que vale la pena hacer”, agregó.
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