Uva Coles: Abriendo puertas a la verdadera diversidad
Una líder afrolatina del Pierce College está ayudando a construir el futuro de la fuerza laboral de Filadelfia.
“El mejor instrumento que tengo hoy a mi alcance es mi voz, y la uso cada vez que puedo para asegurarme de que estamos tratando el trasfondo de los prejuicios”.
Esta es la voz de Uva Coles. Una voz que busca oportunidades y colaboraciones de desarrollo profesional para los estudiantes de Pierce College. Una voz que habla sobre su propia experiencia como inmigrante y describe cómo reconocer mejor todas las formas con las que los inmigrantes pueden conseguir que nuestro país sea más fuerte. Una voz que ha mentoreado a otras voces, defendido la inclusión social en el trabajo para todas las personas, independientemente de su identidad, y animado a los jóvenes estudiantes a identificar su potencial de autoexpresión a través de la poesía bilingüe.
Y, sin ninguna duda, una voz sumamente necesitada ante el trasfondo de prejuicios y el racismo explícito que todavía hoy condicionan la vida y el trabajo de muchas personas en los Estados Unidos.
Líder dinámica, que ha trabajado no solo para desarrollar su propia carrera, sino para asegurar de que la gente de poblaciones más vulnerables y con identidades diversas sean capaces de perseguir sus sueños, Uva Coles conoce de primera mano el poder de la persistencia, el mentoreo y el apoyo profesional.
El pasado 18 de abril, Coles visitó la redacción de AL DÍA para contarnos su historia personal: desde su llegada a los Estados Unidos desde Panamá como joven estudiante universitaria, hasta que empezó a desarrollar su compromiso con el futuro de los trabajadores de Filadelfia, tanto en Pierce College o con su participación en el comité de dirección de la nueva iniciativa laboral de la ciudad.
La voz de Coles empezó a desarrollarse cuando era una niña y vivía en Ciudad de Panamá, en Panamá, guiada por la dedicación de su madre para que ella y sus dos hermanas tuvieran una educación. La madre de Coles, Jannette Anckle, se crió en una familia de 10 hermanos y tuvo a Uva a los 17 años. Dos años antes, se había visto obligada a dejar los estudios para combatir la pobreza diaria en la que vivía inmersa su familia, una pobreza que había llegado al extremo de poder escuchar el gruñido de su propio estómago en clase. Fue la forma con la que su madre “entendía las barreras que le había supuesto en la vida la falta de estudios”, lo que impulsó a la madre de Uva a dar todavía más importancia a la educación de sus hijas, y a implantar en sus tres hijas el sentido de la ética del trabajo a muy pronta edad.
Así fue como Coles y sus hermanas se volcaron en los deberes escolares, conscientes de que en su casa “una B estaba bien, pero una C no”.
Gracias a la orientación de su madre y al apoyo de la señora Toni Sánchez, una mentora de su escuela, Coles supo navegar en el complejo proceso de aplicar a universidades americanas, y finalmente fue aceptada con una beca integral en Claflin University, una universidad históricamente para negros en South Carolina, donde obtuvo el bachelor de Inglés y Justicia Criminal.
En ese momento, marcharse a estudiar a los Estados Unidos era una aventura en terreno desconocido, dijo Coles, describiendo cómo incluso sus expectativas sobre el tiempo estaban bastante desactualizadas: cuando llegó al campus de South Carolina, se imaginó que vería nieve por primera vez en su vida.
Pero, lo más importante, Coles dijo que su experiencia universitaria le permitió enseguida “desarrollar una nueva forma de observar el poder de la educación y la fuerza que mi madre demostraba tener”. También empezó a plantearse la necesidad de desarrollar una carrera profesional, en lugar de buscar simplemente un empleo.
Pronto, Coles encontró su primer rol profesional en una empresa lucrativa que “se tomaba muy en serio el tema de la diversidad”, lo que le “abrió los ojos al mundo de los trabajadores”.
La experiencia impulsó a Coles a preguntarse por primera vez cuestiones que todavía hoy le sirven de guía en su vida laboral: “cuando miramos nuestro espacio de trabajo, cuando buscamos oportunidades, ¿estamos abriendo una ventana de oportunidades a cada persona que levanta la mano? Y, en caso de que no levante la mano, ¿por qué no lo hace? ¿Nos estamos preguntando, tenemos curiosidad por saber por qué algunas personas se quedan atrás?”
“Creo que nuestra responsabilidad como individuos es asegurarnos de que la ventana de oportunidades está abierta para todos”, añadió, enfatizando cómo el apoyo de mentores es clave para lograr esto.
Como vicepresidenta de Colaboraciones Estratégicas y Ascenso Institucional en Peirce College, una institución de educación superior dedicada a la enseñanza de adultos por más de 150 años, Coles trata los retos y obstáculos a los que se enfrentan muchos trabajadores adultos que han decidido retomar los estudios de mayores, quizás debido a su temprana desconexión con la escuela para entrar en el mundo laboral, como el caso de su madre.
Antes de su cargo actual, Cole fue vicepresidenta de Servicios a los Estudiantes y directora de Gestión de Carreras en Pierce College. Antes de unirse al equipo directivo del Pierce College, ocupó varios puestos de alta gestión en diversas organizaciones sin fines de lucro, primero como vicepresidenta de Admisiones en Big Brothers, Big Sisters, en el sureste de Pensilvania, y directora de servicios corporativos en INROADS/Mid-Atlantic. Coles también obtuvo su Maestría en Liderazgo Organizacional en Wilmington Universidad en 2015.
Su variada experiencia la ayuda a asegurarse de que Pierce sigue siendo un centro inclusivo que empodera a los estudiantes de todas las maneras posibles, mediante colaboraciones con empresas y oportunidades laborales - un objetivo que, según Coles, es un indicativo de una “historia de accesibilidad y diversidad” del centro universitario, fundado en 1864 para educar a ciudadanos de la guerra, pero que también abrió sus puertas a mujeres y gente de color.
El cuerpo de estudiantes de Pierce está formado hoy en día en un 60% por mujeres y un 69% por afroamericanos, y incluye muchos estudiantes universitarias de primera generación. Para promover la diversidad y la inclusión en Pierce, Coles explicó que los profesores del centro trabajan para “conocer a los estudiantes allí donde estén, y conozcan sus identidades”.
Coles especificó que los estudiantes adultos sufren muchas barreras a la hora de participar en clase, y estas deben corregirse: una misión que también se ha convertido en parte esencial de su trabajo como miembro del comité directivo de Fueling Philadelphia’s Talent Engine, una nueva iniciativa municipal para cambiar el futuro de la fuerza trabajadora de Filadelfia, lanzada el pasado febrero.
El éxito de esta iniciativa municipal, según Coles, es esencial para lograr equilibrar las necesidades inmediatas del alrededor del 26% de la población de la ciudad que vive en la pobreza. El objetivo de la iniciativa es promover el desarrollo de una visión y una carrera profesional mediante programas educativos.
“Creo que la gente ha admitido que si se se reúnen estos factores en las organizaciones y se equilibra el trabajo que hacen a nivel orgánico, aunque sea pidéndonos que nos expandamos a áreas que no tienen mucho sentido para nosotros, podremos tener un pensamiento más holístico”, dijo Coles.
“Las poblaciones vulnerables suelen quedarse atrás y necesitan sistemas de apoyo muy bien pensados”, añadió.. “Si conseguimos proveedores, organizaciones de desarrollo de empleo, sistemas, procesos e individuos que realicen las tareas de apoyo, y aborden primero estas necesidades básicas, entonces seremos capaces de asegurarnos que los individuos tienen las herramientas que necesitan para enfocarse en otras cosas”.
Coles dijo que para la ciudad pueda encargarse de las necesidades básicas - como alimentos, transporte y cuidado diario - que tienen un impacto en cómo la gente se presenta en una clase o en el trabajo, las organizaciones y sectores de toda la ciudad deben formar un “una línea continua con los brazos cerrados, en la que cada uno se encarga de realizar su función”.
Coles siente que la iniciativa fue creada teniendo en cuenta el input de muchas voces diferentes y las numerosas barreras a las que se enfrenta cada grupo de trabajadores, según su identidad de origen.
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“Lo que hemos constatado es que si en lugar de que las decisiones las tome siempre la misma gente -lo que lleva a obtener los mismo resultados- dejamos al cargo a un grupo diverso, con perspectivas diferentes , estarán realmente retándose y presionándose mutuamente para conseguir esa idea de equidad”, dijo Coles.
Gracias a su experiencia profesional haciendo preguntas difíciles sobre quién tiene o no acceso a las oportunidades laborales, así como por su experiencia como inmigrante afrolatinoamericana en los EE. UU., Coles sabe que la diversidad y la inclusión no se logran fácilmente y se necesita mucho trabajo para convertir lo que con demasiada frecuencia son solo palabras de moda en realidades estables.
“Lo vemos a diario en nuestro trabajo, creo yo, que cuando no creamos espacio para esa diversidad, los resultados tienen un impacto negativo en las personas de las minorías”, dijo Coles, “por lo que debemos mantener esa perspectiva.”
“Creo que a menudo la gente espera simplemente que esto ocurra de forma mágica. Creemos que solo pensando en la diversidad el entorno se diversificará como por arte de magia. Pero no funciona así”, dijo Coles, señalando que la diversidad, o lo que sea que se esté debatiendo, es importante, pero la inclusión - lo que ella define como la sensación que tienen personas de distintas identidades trabajando juntas en un mismo entorno laboral -, es igual de importante para las empresas y organizaciones.
Y parte de esa inclusión implica tener conversaciones incómodas y lidiar directamente con los prejuicios, dijo Coles, refiriéndose al incidente reciente en Filadelfia en el que un gerente de Starbucks llamó a la policía para alertar sobre dos hombres afroamericanos que estaban sentados en el café, quienes posteriormente fueron arrestados y expulsados por la fuerza del local, provocando un “momento decisivo” para la ciudad.
Sin embargo, más allá de casos obvios de discriminación como el incidente de Starbucks, Coles dijo que es necesario desarrollar estrategias para abordar el “trasfondo de prejuicios” que impera en el lugar de trabajo.
“Normalmente sabemos qué hacer cuando detectamos algo que obviamente está mal. Podemos levantar una mano, podemos llamar recursos humanos, podemos acudir a organizaciones que pueden ayudarnos a luchar contra la discriminación “, dijo Coles, y agregó que en lugar de eso, ella tiende a centrarse en trasfondo de prejuicios, analizando sistemas que tienen prejuicios inherentes para buscar la forma de diseñarlos de una manera que les permita convertirse en entornos más inclusivos.
Coles explicó que el trasfondo de prejuicios se entiende en situaciones como la de una mujer que se pone a hablar en una reunión con sus colegas de trabajo, en su mayoría masculinos, y ve que sus ideas no sean escuchadas; o cuando una mujer de color es etiquetada como “agresiva” mientras un hombre blanco es llamado “asertivo” por el mismo gerente, una experiencia que Coles misma experimentó anteriormente en su carrera. Estos son los momentos “¿soy yo?”, señaló Coles, es decir, cuando la persona que experimenta el prejuicio se cuestiona a sí misma.
Esta discriminación también se extiende a los inmigrantes, dijo Coles.
“Cuando llegué a los Estados Unidos como afro-latina, no supe ver que sería discriminada porque nací y crecí en un país diferente. Así que al principio fue un poco impactante para mi sistema, además de desmoralizador e hiriente “, dijo Coles, señalando, por eso, que ella cree que la retórica está cambiando, y cada vez hay más impulsos por reconocer todas las formas con las que los inmigrantes enriquecen el país - económica, cultural e intelectualmente.
En general, dijo Coles, el debate sobre cómo conseguir una fuerza laboral, y un país, más diverso e inclusivo continúa.
“Puedo decirles hoy que hay oportunidades y espacios abiertos de par en par para mí, y que todavía hay bastantes oportunidades que no están disponibles, y momentos en los que, de nuevo, no es lo explícito lo que se dice , pero es lo que se hace o se oculta lo que me permite saber que ese espacio no es necesariamente inclusivo”, dijo Coles.
Pero, continuó, “por muy doloroso que sea, no me impide aparecer, seguir apareciendo y mantener un debate sobre lo que estoy viendo”.
Su voz, afirmó Coles, continuará siendo escuchada y utilizada para formar una fuerza laboral más diversa, incluyente y próspera para el beneficio de toda Filadelfia en los años venideros.
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