Josué Santiago-Negrón creció en la tropical y relajada zona de Bayamón (Puerto Rico).

Para él, la comida no era sólo algo que se consumía, sino una tradición cultural, y toda su familia se dedicaba al negocio de la comida, lo que le inspiró para ir a la escuela culinaria.

"Mis abuelos tenían un negocio de morcillas en la parte de atrás de su casa", dijo a AL DÍA News Santiago-Negrón, propietario de Dulce Artisanal Pastry en Collingswood. "Mi padre también tenía una granja en nuestro patio trasero".

A pesar del negocio familiar de embutidos, la repostería se convirtió en su verdadera vocación y decidió aventurarse en busca de nuevas oportunidades.

"Tenía 21 años cuando me mudé de la casa de mis padres y me fui a la península", dijo.

Además de un nuevo entorno, Santiago-Negrón tuvo que acostumbrarse al gran choque cultural que supuso trasladarse a Estados Unidos. 

En lugar de la actitud de ir con la corriente que vivía antes, pronto descubrió que la gente aquí es más seria y de ritmo rápido.

"También descubrí que en Miami hay muchas culturas diferentes", dice. "Todos somos hispanos, pero los distintos países hablan el español de forma diferente y era difícil hablar en inglés".

Después de graduarse en la Universidad Johnson & Wales de Miami, Santiago-Negrón empezó a hacerse un nombre en la escena pastelera.

"Después de Miami, me mudé a Orlando, y después de Orlando, me mudé a Pittsburgh", dijo.

Pronto se instaló en Collingswood, NJ, con la esperanza de abrir su propio local.

"Trabajé en hoteles, restaurantes, centros de convenciones, incluso trabajé para Steven Starr en Filadelfia, y en Parc", dijo.

Con todas las culturas y sabores que Santiago-Negrón ha heredado de sus experiencias vitales, quería abrir una panadería que tuviera en cuenta todo lo que ha aprendido. Así que abrió Dulce, un pintoresco local en el corazón de la zona de restaurantes de Collingswood.

"Quiero dar a la gente la oportunidad de probar nuevos sabores", dijo.

Un pastel que ha cautivado a los locales es el danés de guayaba y queso, un guiño a la tradicional empanada de guayaba y queso que muchos puertorriqueños crecieron comiendo y amando.

"Nuestras baguettes también son muy populares", dice.

Otro producto básico por el que Santiago-Negrón es conocido son sus macarons y sus bollos pegajosos de nuez, hechos con masa danesa hojaldrada, enrollados con azúcar de canela, cubiertos con nueces picadas y rociados con caramelo de azúcar.

"Mucha gente viene y ve que algunos de nuestros pasteles son únicos pero deliciosos", dijo.

Por su éxito, Santiago-Negrón da las gracias a la gente que conoció cuando llegó por primera vez al continente y conoció a muchas personas que eran de diferentes partes del mundo y le presentaron sus sabores tradicionales.

"Me di cuenta de que yo era sólo una parte del mundo entero", dice.

Dulce está a sólo un puente de distancia de los habitantes de Filadelfia.

Así que haz el viaje para ver este lugar único y sorpréndete con todas las delicias artesanales elaboradas por este rompedor latino.