Los medicamentos no deben mezclarse con alcohol. Es una frase que hemos oído decir muchas veces a nuestros médicos. Sin embargo, ¿sabes cuál es la razón para ello? En realidad, existen diferentes motivos.

Efecto adverso

Uno de los motivos de la recomendación de no mezclar ambas sustancias es que existen algunos medicamentos que potencian sus efectos adversos al mezclarse con alcohol. Por ejemplo, si el medicamento que están tomando presenta algunos efectos secundarios comunes como problemas digestivos, estos pueden hacerse más presentes debido a la acción del alcohol.

Disminución de la eficacia del medicamento

Si el medicamento que se está tomando contiene antibiótico, significa que la persona que se encuentra en tratamiento está luchando contra una infección. Por tanto necesita mantener su sistema inmune fuerte para poder combatirla. Si se consume alcohol durante esta etapa, el sistema inmunológico puede debilitarse, disminuyendo por tanto la acción del medicamento y retrasando la cura.

Reacciones inesperadas

Hasta ahora hemos visto que, mezclados con alcohol, los medicamentos pueden disminuir su eficacia y potenciar sus efectos secundarios pero, esta práctica también pueden generar problemas más graves. Existen algunos medicamentos como el disulfiram que precisamente evita que el hígado metabolice el alcohol. Si al estar tratado con este tipo de medicamento, ingerimos alcohol, este resultará hasta 10 veces más tóxico para nuestro cuerpo, generando importante daños.

Como este, existen varios medicamentos cuya mezcla con alcohol puede resultar realmente peligrosa. Por ello, siempre se recomienda abandonar completamente el consumo de alcohol durante el tratamiento con medicamentos.