Lia Thomas es una mujer transgénero y estudiante de último año en la Universidad de Pensilvania. Estudiante deportista, originalmente se unió al equipo de natación masculino; sin embargo, en 2018 descubrió que era transgénero y comenzó la terapia de reemplazo hormonal la primavera siguiente. Salió del armario públicamente en el otoño de 2019. Debido a la pandemia, se tomó un año de vacaciones. 

Ahora, dos años y medio después de comenzar la terapia de reemplazo hormonal (HRT), está nadando para el equipo femenino. A pesar de que cumple con las normas de la NCAA, que todavía estaban en vigor cuando presentó su documentación, hay quienes creen que no se le debería permitir competir contra mujeres cisgénero. Esto se debe a la creencia de que ella y otras atletas transgénero tienen una ventaja injusta sobre las mujeres cis. 

Dieciséis de las 40 compañeras de equipo de Thomas están de acuerdo con ese sentimiento. En enero, escribieron una carta anónima en la que afirmaban que ella tenía esa ventaja debido a su sexo. Irónicamente, la carta también afirma que estos compañeros de equipo apoyan su transición. 

Más de 300 nadadores de la NCAA, antiguos y actuales, firmaron una carta de apoyo. La carta fue organizada por el ex nadador de la División I Schyler Bailar, a quien Thomas había pedido consejo anteriormente. Bailar fue el primer hombre transgénero que compitió en un equipo masculino de la División I cuando nadó para la Universidad de Harvard. 

Thomas no es el único atleta transgénero que compite actualmente en la natación femenina de la División I. Iszac Henig, de la Universidad de Yale, es un hombre transgénero que decidió posponer la terapia de reemplazo hormonal para poder seguir compitiendo en el equipo femenino. 

En enero, la NCAA decidió abandonar su política sobre los atletas transgénero y dejar que los deportes individuales hicieran la suya propia. La USA Swimming exige a las mujeres transgénero que se sometan a la terapia de reemplazo hormonal durante tres años y que demuestren que no tienen una ventaja competitiva sobre las mujeres cisgénero. Sin embargo, no existen normas de este tipo para los hombres transgénero. 

La creencia de que las mujeres transexuales tienen una ventaja intrínseca sobre sus competidoras cisgénero parece tener su origen en la idea de que tienen más testosterona. Sin embargo, no es así como funciona la TRH. Estar con bloqueadores de testosterona y estrógenos durante más de dos años es tiempo suficiente para que la testosterona de alguien esté al mismo nivel que la de la mujer cisgénero media. El nivel de testosterona es la forma en que USA Swimming determina si una mujer transgénero tiene ventaja o no. 

USA Swimming ha dicho que estas normas entrarán en vigor para la próxima temporada, por lo que no impedirán que Thomas compita en ningún evento futuro esta temporada. 

Entonces, si sus niveles hormonales son similares a los de una mujer cisgénero, ¿tiene Thomas alguna ventaja sobre sus competidoras? Sí, mide 1,90 m. Cuando un nadador salta desde el bloque de salida, se recoge bien bajo el agua para impulsarse a lo largo de la piscina. Ser más alto ayuda a alguien a bajar la longitud de la piscina más rápido. 

Pero esto no es algo que se pueda regular para los atletas transexuales porque ser alto no es algo trans. Si fuera una mujer cisgénero de 1,90 metros, seguiría teniendo esta ventaja. Esto se demuestra por el hecho de que ha habido 15 nadadoras olímpicas que medían más de 1,80 metros. Una de esas 15 tiene la misma altura que Thomas y cinco más se acercan a los cinco centímetros. 

Hablando de las Olimpiadas, durante las dos últimas, sólo ha habido cinco atletas abiertamente transgénero o no binarios que han participado. Sólo dos de ellos eran mujeres transgénero. Los Juegos de Tokio 2020 fueron los primeros en los que participaron atletas abiertamente transgénero. En los Juegos de 2020 y 2022 participaron 13.962 atletas. Si las mujeres transgénero tuvieran realmente una ventaja injusta, es probable que se hubieran clasificado más de dos.

Teniendo en cuenta lo pequeño que es el porcentaje de atletas transgénero y la falta de pruebas de que la testosterona dé una ventaja a las mujeres transgénero, ¿se trata realmente de una controversia para ayudar a las mujeres cisgénero en el deporte? Hay un fuerte argumento en contra, especialmente desde que la norma de que alguien tiene que competir según su sexo llevó a Mack Beggs, un chico transgénero de Texas, a luchar en la división de chicas. Llegó a ganar los campeonatos estatales en dos ocasiones. El entonces estudiante de secundaria había pedido ser trasladado a la división masculina, pero se le denegó. 

La propia Thomas se ha mantenido en gran medida al margen de la conversación que rodea su participación en la división femenina. Sólo ha concedido una entrevista, para el podcast SwimSwam en diciembre de 2021. En ella, explicó que ella y sus entrenadores esperaban algunas reacciones, pero no tantas como las que ha habido. Thomas añadió que no ha leído ningún contenido relacionado con este rechazo porque no es saludable para ella hacerlo. 

Cuando se le preguntó si tenía un mensaje para los atletas en una situación similar, dijo que quería transmitir a la siguiente generación la ayuda que recibió de los atletas transgénero de más edad.

"Siendo una atleta trans visible, quiero transmitir la visibilidad a los atletas trans más jóvenes y hacerles saber que no están solos. Y que pueden seguir practicando el deporte que les gusta y ser auténticos con lo que son", dijo.