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El Dr. Victor Navarro del Centro Médico Einstein habla sobre el hígado. Foto: Nigel Thompson
El Dr. Victor Navarro recibe el premio AL DIA Doctors 2020. Foto: Nigel Thompson

Dr. Víctor Navarro y el poder de las raíces latinas en medicina

El Dr. Víctor Navarro es gastroenterólogo en la Red de Salud Einstein.

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Oriundo de Pensilvania, el Dr. Victor Navarro fue criado por un padre mexicano y una madre estadounidense. Como hijo y nieto de inmigrantes, Navarro creció viendo a su padre y abuelo materno trabajar en las plantas de acero de Bethlehem Steel (Johnstown, Pennsylvania) mientras su madre, y abuela trabajaban como peluqueras. 

Con el paso del tiempo, sus esfuerzos rindieron frutos. El padre de Navarro empezó su propio negocio de construcción, y, a través del mismo, pudo ayudar a muchos migrates a venir a EE.UU y traer a sus familias. Su madre y abuela, así mismo, crearon una cadena de salones de belleza en Harrisburg, Pensilvania.

“Eso [para mi] fue realmente un motor para contribuir tanto como lo hicieron mis padres en sus campos”, dijo Navarro, agregando que también “fue lo que lo interesó en la medicina”. 

Recibió su título como médico de Penn State College of Medicine y continuó con su residencia en Medicina Interna en Temple University. 

Los esfuerzos de Navarro dieron fruto cuando fue aceptado en un programa de especialización en gastroenterología de Yale-New Haven Hospital. Donde aprendió a ser médico de trasplantes y descubrió su pasión por un órgano “multidisciplinario” en particular: el hígado.  

“Fue, sin duda, intelectualmente desafiante”, dijo Navarro. “También me permitió observar la atención médica desde una gran variedad de perspectivas, al trabajar con cirujanos, trabajadores sociales, enfermeras, anestesiólogos y personas de todo el campo médico; algo que realmente aumenta la sensibilidad propia”.  

Después de ocho años en Connecticut, Navarró se trasladó a Filadelfia para trabajar en Einstein Medical Center Montgomery y Einstein Medical Center Philadelphia. 

Esta oportunidad le permitió “dirigir grandes programas de trasplante… y también participar en educación e investigaciones”. 

Veinticinco años más tarde, no lamenta haber elegido el camino del hígado.

“No creo que jamás podría cambiar. Creo lo que elegí es el correcto. Me ha dado la oportunidad de ayudar a los pacientes y llevarlos de una enfermedad devastadora a recuperar su salud total y tener una larga vida”, dijo Navarro.

Sus años de práctica y crianza multicultural le han permitido ampliar el cuidado para sus pacientes, superando diferentes barreras.

“Quizá no tengo perfecta fluidez en español, pero puedo comunicarme con los pacientes”, explicó. “Creo que mis orígenes latinos me permiten ampliar las perspectivas de las personas a ser más abiertas en cuanto a escuchar sobre sus enfermedades”.   

Al final del día, para Navarro, escuchar lo que los pacientes tienen que decir y hacerlos sentir bien cuidados es la mejor manera de “exponer los hechos en una historia que sea pertinente al paciente”. 

Pero hasta quienes pasan sus vidas cuidando de otros necesitan un sistema de apoyo. 

“Es importante que cualquier médico cuente con el apoyo de la familia que entienda sobre las demandas de su tiempo y otras emociones. Es realmente mi familia, mi esposa --enfermera-- en especial, que ha sido paciente y comprensiva respecto a lo que hago. Eso ha sido, en realidad, lo más importante”.