Este año, el reverso de la moneda mostrará algo diferente. O mejor dicho, a alguien.

Nina Otero-Warren, una líder del movimiento sufragista de Nuevo México, aparecerá en el reverso de las monedas de 25 centavos acuñadas para 2022.

Esto forma parte del programa de monedas de 25 centavos de dólar de la Casa de la Moneda de EE.UU., un programa de cuatro años diseñado para presentar a mujeres destacadas de la historia de Estados Unidos.

Otero-Warren nació en 1881 en Nuevo México. A la edad de 11 años, dejó su escuela actual para asistir al Maryville College of the Sacred Heart (ahora Universidad de Maryville) en St. Louis, Missouri, durante dos años, antes de volver a casa para ayudar a educar a sus hermanos y trabajar en el rancho de su familia.

A los 16 años, cuando su familia se trasladó a Santa Fe, Nuevo México, empezó a relacionarse con la élite de la ciudad. Allí conoció a su futuro marido, Rawson D. Warren, del que se divorció tras dos años de matrimonio. Aunque no se cambió el nombre, se denominó a sí misma "viuda", debido a los estigmas sociales asociados al divorcio.

En los años siguientes comenzó a luchar por el sufragio femenino. Sus acciones le valieron la atención de la Dra. Alice Paul, fundadora del Partido Nacional de la Mujer (entonces conocido como la Unión del Congreso), del que Otero-Warren se convirtió en la directora de la sección de Nuevo México.

Como jefa de la sección, impulsó la publicación de literatura sufragista tanto en inglés como en español para llegar a un público más amplio. Trabajó junto a otras autoproclamadas "nuevomexicanas" como Soledad Chávez Chacón, primera secretaria de Estado de Nuevo México, y la folclorista Aurora Lucero.

En 1918, se convertiría en la primera superintendente latina de las escuelas públicas del condado de Santa Fe. Durante su etapa como superintendente, el gobierno de EE.UU. impulsaba la asimilación forzosa de todos los no blancos, lo que significaba la supresión del idioma no inglés, de las tradiciones culturales no blancas e incluso de los lazos familiares.

A pesar de una orden federal que ordenaba sólo el inglés en las escuelas, Otero-Warren luchó para que tanto el español como el inglés se enseñaran en las escuelas. Más tarde, en 1923, como inspectora de las escuelas indias del condado de Santa Fe, se opuso al sistema escolar de los nativos americanos del gobierno (también conocido como escuelas residenciales para indios americanos) por sus terribles condiciones.

En 1921, se presentó como candidata a un cargo federal, ganando la nominación del Partido Republicano para la Cámara de Representantes, pero perdió la votación por un 9%. Al publicar sus políticas y realizar actividades de divulgación tanto en inglés como en español, su candidatura fue ampliamente conocida entre los neomexicanos de habla hispana.

Incluso después de su salida de la Superintendencia, continuaría sirviendo como presidenta de la Junta de Salud de Nuevo México, miembro de la Junta Ejecutiva de la Cruz Roja Americana y directora de un programa de Nuevo México para aumentar la alfabetización de adultos para la Administración de Proyectos de Obras.

Otero-Warren pasaría las últimas décadas de su vida fundando y dirigiendo un rancho de 1.257 acres, y una empresa inmobiliaria y de seguros en la década de 1930. Ambas se llamaron "Las Dos" y las gestionó junto a su socia Mamie Meadors, una compañera sufragista, a la que había conocido en la década de 1920 y con la que vivió en el rancho hasta la muerte de Meadors en 1951.

Dirigió Las Dos hasta su muerte en 1965. En 1936 se publicó su libro "Old Spain in Our Southwest", que describe sus recuerdos de la hacienda de su familia en Las Lunas.

Este año, Otero-Warren aparecerá en el reverso de las monedas de 25 centavos junto a las destacadas líderes femeninas Maya Angelou, la doctora Sally Ride, Wilma Mankiller y Anna May Wong.