Los luchadores de wrestling mexicano ponen a la Covid-19 contra las cuerdas
Hijo del Soberano es uno de los púgiles que con el cierre del circuito ha empezado a confeccionar mascarillas quirúrgicas inspiradas en la lucha libre y las…
Se cuenta que cuando el mítico luchador mexicano, El Santo, falleció lo enterraron con la máscara puesta. La lucha libre en el país ha sido desde sus inicios, a principios de siglo pasado, uno de los mayores eventos deportivos al nivel del fútbol y maneja grandes cantidades de dinero y espectáculo, con sus fabulosos saltos “suicidas”, sus trajes y máscaras ornamentadas y sus míticos luchadores, que en su mayoría heredan el destino de luchador de sus padres.
Por eso, hablar de lucha libre en México hoy es hacerlo de dinastías pugilísticas y de artistas de la acrobacia como Misterio e hijo, Dos Caras y Dos Caras Jr., el mítico Blue Demon o el más legendario todavía Huracán Ramírez.
Con la crisis sanitaria de la Covid-19 y la cuarentena impuesta en todo el mundo, estos superhéroes de la cultura popular mexicana han tenido que abandonar el ring por un tiempo, lo que ha afectado gravemente a su economía. Así que algunos de ellos, acostumbrados a confeccionar sus trajes y máscaras, se han armado de sus máquinas de coser y sus prodigiosas manos, que lo mismo estrangulan al adversario que enhebran una aguja, y se han lanzando a confeccionar mascarillas quirúrgicas inspiradas en este universo de fantasía y golpes bajos.
Uno de ellos es Hijo del Soberano, que con sus mallas de lycra verdes y doradas competía en el circuito de lucha libre cuatro noches por semana. Ahora, desde su casa en Torreón, en el estado de Coahuila, en el nordeste de México, confecciona estas mascarillas coloridas junto a su esposa y las vende a través de Internet a clientes de todo el mundo.
La nueva deriva que ha tomado su profesión empezó la misma semana del anuncio del encierro en su país, cuando el luchador empezó a desesperar y su esposa le convenció para que cosieran mascarillas quirúrgicas que protegiese del virus.
“¡Le dije que no, que yo hago máscaras de disfraz!”, le contó a Npr Hijo del Soberano. Pero como las facturas se acumulaban y la comida escaseaba, al final cedió.
"Una mañana temprano, escuché un ruido que venía del cuarto de costura", recordó su esposa, Marissa Espinoza. "Cuando me levanté, ya había cosido varios tipos diferentes".
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El cambio no le costó demasiado, versado como está este luchador en el manejo de la aguja:
"Sólo alteré un poco mis habilidades e hice la máscara desde la nariz hasta el mentón", comentó.
Sus mascarillas, que al inicio sólo valían unos 5 dólares, rinden homenaje a los luchadores clásicos de la arena mexicana: las hay de color plata, como la máscara de El Santo, o cubrebocas azules y blancos, como el de Blue Demon; y, por supuesto también está su propio diseño en verde y dorado.
Las ventas no paran de crecer, Hijo del Soberano está cosiendo más de 200 mascarillas a la semana. Su problema ha dejado de ser el dinero, lo que necesita es mano de obra.
"Usamos el material que teníamos para los disfraces. Usamos la lycra y las telas que se emplean en la confección de los trajes de lucha. Tienen doble costura y refuerzo de tela", explicó el luchador a ESPN.
El país latinoamericano ya suma 19.224 casos y 1.859 muertes por Covid-19, según datos del jueves 30 de abril. Pero con el uso de estas máscaras entre la población y respetando las medidas higiénicas y de distancia social impuestas por el Gobierno, más tarde o más temprano el coronavirus estará contra las cuerdas.
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