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The panelists and the moderator onstage, each sitting on stools.
Foto: Eliot Olaya/AL DIA

Detener la inequidad sanitaria y el impacto del determinismo social

Los factores de la vida en el hogar y el lugar donde se vive pueden influir tanto en la salud individual como en el bienestar de comunidades enteras.

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El 9 de septiembre, Amplify Philly celebró el B. PHL Innovation Fest, en el que se organizaron varias salas de conferencias para que los expertos en la materia acudieran a debatir diversos temas. Uno de esos temas fue el debate sobre cómo los determinantes sociales afectan a la salud y al logro de la equidad sanitaria.

En el evento intervinieron los ponentes Sophia Ononye-Onyia, PhD, MPH, MBA, con 15 años de experiencia en la industria biofarmacéutica; Seun O. Ross, PhD, que es el director ejecutivo de Equidad Sanitaria de Independence Blue Cross y tiene dos décadas de experiencia en la atención sanitaria; el Dr. Frank Franklin, PhD, J.D., MPH, que actualmente es el Comisionado Adjunto de Salud en el Departamento de Salud de Filadelfia; Gladys Antelo-Allen, una Directora de Programa Senior con el Departamento de Construcción y Recursos de Campo en la Coalición de Proveedores de Salud de Camden.

El panel fue moderado por Barbara Williams-Page, D.O., MBA, FACOFP, que es médico de familia en Filadelfia, PA, con 25 años de experiencia en la práctica de la medicina.

Los determinantes sociales -como el lugar donde vive una persona, donde nació, donde trabaja- se superponen con las desigualdades sanitarias, explicó el Dr. Ross. Esto significa que si las zonas donde se pasa el tiempo no se prestan a una existencia saludable, la equidad sanitaria no es posible.

"Se quiere acabar con todas estas desigualdades que existen en la atención sanitaria, pero para ello hay que arreglar los determinismos sociales", dijo el Dr. Ross.

Pero aunque estas dos cosas se afectan mutuamente, es importante señalar que no son lo mismo, ya que la equidad sanitaria es sólo el cierre de las brechas que existen en algunas áreas.

Al hablar de la salud social, el Dr. Franklin se refirió a que no existe una solución universal para la desigualdad sanitaria. Lo que podría funcionar en una ciudad no sería necesariamente tan eficaz, si es que lo es.

"Tenemos las herramientas para identificar las disparidades: el quién, el qué, el dónde y el cuándo; pero no utilizamos las herramientas con la suficiente frecuencia como para afinar el cómo y el por qué", dijo el Dr. Franklin.

Pero al examinar las causas de estas desigualdades, las motivaciones, como el racismo, son universalmente las mismas en su origen, pero se desarrollan de forma diferente según el lugar, y cada una requiere sus propias soluciones para resolverlas.

En cuanto a la forma de cerrar la brecha de la desigualdad, el Dr. Franklin aconsejó reunir a los que han experimentado los problemas de primera mano con expertos en la materia que tienen acceso a los datos y la información para que puedan trabajar juntos para salvar las desigualdades, como superar las dudas sobre las vacunas.

Una posible forma de llegar a estas personas es a través de las redes sociales. A pesar de su fama de ser un ámbito para las generaciones más jóvenes, es una herramienta eficaz para llegar a los líderes de la comunidad y difundir información.

Cuando se trata de superar las desigualdades, Antelo-Allen defiende que estar físicamente presente y escuchar las necesidades de los pacientes es una necesidad para construir una relación con las personas afectadas por la desigualdad sanitaria. Sostiene que estos pacientes son los expertos en la materia con experiencia de primera mano en los problemas de desigualdad. 

"Son las personas que están experimentando esas complejidades las que pueden decirnos el Cómo, cómo resolver estos problemas... muchas de las personas han experimentado muchos traumas. Con el trauma hay desconfianza, así que nos movemos a la velocidad de la confianza. Lleva tiempo... Pero no siempre tenemos el lujo del tiempo", dijo Antelo-Allen.

Para que alguien pueda conseguir esa información, debe superar la barrera del trauma que supone sufrir la desigualdad, para crear confianza con las personas y las comunidades, traerlas a la mesa y elevar sus voces para que puedan abogar por sí mismas.

"Si quieres marcar la diferencia, empieza por ti y persíguelo a través de tu trabajo, de tus aficiones personales, sea cual sea el caso", dijo la Dra. Ononye-Onyia. "No se puede cambiar realmente sin querer cambiar".

"Y lo que intento hacer con mi formación multicultural... es perseguir las cosas que marcan la diferencia", continuó. "Amplificar tu voz ayuda a alguien".

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