Los padres de Ana Leyva llegaron a Estados Unidos desde México y Nicaragua antes de que ella naciera.

Se establecieron en California, donde se criaron Leyva y sus dos hermanos.

Años más tarde, cuando Leyva se casó con su novio de la universidad y se convirtió en madre, supo que quería enseñar español a sus hijos como una forma de mantener su cultura latina.

Con eso en mente, Leyva creó Lelu, un servicio de suscripción mensual que enseña a los niños varios temas de ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas (STEAM) en español.

“Los idiomas son inherentemente sociales”, explicó Levya al Princeton Alumni Weekly. "Están destinados a ser compartidos".

Algunos de los temas incluidos en la suscripción de Lelu son la exploración espacial, el cuerpo humano y los Juegos Olímpicos.

A pesar de su comercialización como una herramienta para niños, Leyva también quiere que los padres involucren a otros padres en el proceso de aprendizaje, sean familias latinas o no.

“Queremos brindar a los padres los recursos para compartir su bilingüismo con sus hijos, para que realmente pueda prosperar”, dijo.

La suscripción mensual enseña a los niños a escribir, leer y hablar español con materiales como juegos, canciones, un calendario con actividades diarias y videos educativos.

Además de lo que se proporciona en el cuadro de suscripción, la empresa también ofrece tutorías personalizadas con profesores de países latinos.

El esposo de Leyva, cuyos abuelos llegaron a Estados Unidos desde México y Nicaragua, no hablaba español en casa.

“Vi en él lo que podría pasarle a mis hijos: podrían perder su español”, dijo Leyva. "Las habilidades lingüísticas a menudo no se transmiten a la tercera generación".

Hasta ahora, Lelu ha sido un recurso vital para los padres que sienten el mismo temor a que sus hijos pierden su identidad latina, o aquellos que quieren que sus hijos aprendan un segundo idioma como el español.

Depende de los padres que sus hijos aprendan un segundo idioma y lo usen todos los días para que no lo olviden.

La empresa ofrece varios programas diferentes desde los tres hasta los 11 años.

Leyva cree que el bilingüismo no es una habilidad, sino una experiencia vivida que debe usarse con frecuencia para involucrar a las familias con otras culturas y costumbres.

“Si quieres adquirir un idioma, tienes que usarlo en la vida diaria”, dijo. "Es necesario darle un empleo al idioma y ponerlo en práctica para mantenerlo".

Un año después de crear su propio negocio de suscripción, Lelu está disponible en todo EE. UU.

Dado que la pandemia de COVID-19 ha dejado a muchos niños en casa, se ha convertido en una forma divertida de aprender un segundo idioma sin tener que salir de la habitación.

Por ahora solo ofrece español, pero Leyva espera expandirse a otros idiomas como francés, mandarín, coreano y griego en un futuro cercano.

Para obtener más información sobre Lelu, visite su sitio web.