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Latinos on boards: Reporte anual 2015

Hemos analizado las principales juntas de directivos en Philly en busca de datos sobre inclusión latina. Conozca al dos por ciento.

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La sala de juntas evoca una imagen de poder: trajes recién planchados, la pulida mesa redonda de caoba, una vista panorámica desde las alturas de Center City... Casi toda organización —desde las compañías Fortune 500 hasta las entidades locales no lucrativas y los organismos de gobierno— cuenta con una junta directiva, pero es poco frecuente que las mismas sean noticia.

Aunque no todos ellos sean altos directivos, los miembros de la junta, en conjunto, ejercen gran parte del poder político y económico. La junta determina la cultura de una organización, desde su administración ejecutiva hasta sus posiciones de nivel básico.
No es ninguna sorpresa que estos grupos de creadores e innovadores históricamente han carecido de representación de minorías. 

AL DÍA presenta el primer estudio sobre inclusión de los latinos en las juntas directivas en Filadelfia. Estudiamos 40 de las principales en cuatro categorías: empresas que cotizan en bolsa, instituciones gubernamentales, artes y cultura, y educación y salud (‘eds and meds’).
En esta muestra, de los 1.143 asientos disponibles, tan solo 24 son ocupados por latinos. En cuanto a su localización, casi todos estos grupos tienen su sede en Filadelfia, salvo por dos empresas situadas en los suburbios.

Aunque no es de ninguna manera concluyente, esperamos que este estudio abra el diálogo sobre la representación de las minorías en las juntas, y ofrezca un poco de orientación a los jóvenes latinos que esperan algún día asumir los desafíos de la sala de juntas.

Problema nacional, escenario local

He aquí la visión general: Únicamente el tres por ciento de las compañías Fortune 500 cuenta con un latino en su junta, pese a que esta comunidad representa el 16,7 por ciento de la población estadounidense.

A mayor escala: 870 de las compañías de Fortune 1000 no contaban con un solo latino en sus juntas en el 2012, según un estudio realizado por la empresa Korn/Ferry. Por lo que, no importa lo grande o lo pequeño que sea el análisis, la falta de inclusión continúa siendo un problema frecuente. Y la situación de las juntas de Filadelfia no constituye ninguna excepción, como muestra nuestro estudio.

Aunque los latinos representan el 13 por ciento de la población de Filadelfia, ocupan alrededor del 2 por ciento de los puestos en las juntas que estudiamos. De las 10 compañías que cotizan en bolsa, tres de los 90 puestos de sus juntas están ocupados por latinos y ninguna latina. Estas cifras podrían equipararse con las de las empresas Fortune 500,  a las que nos referiremos más adelante.

En la mayoría de las juntas gubernamentales en Filadelfia, algunos puestos son asignados, bien por la municipalidad bien por el estado. Por lo que estos nombramientos pueden determinar o romper con la falta de diversidad a nivel ejecutivo. Por ejemplo, después de que el Gobernador Tom Wolf tomase posesión de su cargo en Harrisburg este año, nombró a Antonio Fiol-Silva de la Autoridad portuaria del Río Delaware: Fiol-Silva es ahora el único latino en esa junta. Mientras que en casos como el de la Universidad de Temple, el estado de Pensilvania designa a un tercio de los miembros de su junta.

De los 200 directores que integran 10 juntas en esta categoría, tan solo encontramos cinco latinos. Nuestro estudio da cuenta de una amplia gama de nombramientos que son honoríficos y basados en el estatus.

Por otro lado, identificamos un total de cerca de 432 miembros en juntas del sector de educación y salud, incluídos los proveedores de atención médica como Independence Blue Cross. En 10 juntas principales había 10 latinos. Cuatro de ellos son miembros de la de Einstein Healthcare Network. 

Las instituciones artísticas y culturales suelen tener juntas consultivas grandes, algunas con números de asesores de tres dígitos. En un total de 40 juntas, tres latinos ocuparon más de un puesto. Esto significa que realmente hay menos latinos representados (20 de 1.143) que puestos ocupados por latinos (24 de 1.143). 

Es importante señalar que la recopilación de información sobre las juntas de las organizaciones privadas —en especial de algunos de los grandes proveedores de atención médica en Filadelfia— fue tediosa. Cuando no había información disponible en línea, algunas instituciones mostraron una actitud reservada no solo respecto a los nombres, sino también en en lo relativo al número total de miembros y su diversidad. Temple Health System no regresó nuestras repetidas llamadas pidiendo información sobre su junta directiva. Además, cierta información que encontramos en la red estaba desactualizada o era inexacta.

Principio y beneficio: ¿Por qué la diversidad importa?

Como presidente y director ejecutivo de la Asociación Hispana sobre Responsabilidad Social Corporativa (HACR por sus siglas en inglés), el trabajo de Cid Wilson es mejorar la diversidad corporativa de los latinos en el territorio norteamericano a nivel de las juntas directivas y de los puestos altos ejecutivos; así como la contratación y el reclutamiento en grandes compañías. 

Sin embargo, una de las tareas menos obvias y más difíciles de HACR es mejorar la disponibilidad de puestos en las juntas directivas. Uno de los mayores desafíos en materia de diversidad en las juntas es que no hay suficiente renovación. Los puestos en algunos casos parecen ser nombramientos de por vida.

Para Wilson, la tercera barrera para la diversidad es que las empresas estadounidenses no están buscando a las minorías  donde se encuentran.

“La empresas necesitan escaparse y replantearse la manera en la que contratan a los latinos”, asegura Wilson. “Con demasiada frecuencia escucho que las empresas solo considerarán para estos puestos a personas procedentes de escuelas Ivy League, pese al hecho de que contamos con un amplio número de latinos cualificados graduados en instituciones que sirven a los hispanos”. 

Wilson dice que existe un efecto de filtración desde el puesto de director ejecutivo hasta los empleados de nivel básico. La presencia de los latinos en las juntas puede cambiar la forma en la que la institución promueve, contrata, comercia y asigna la filantropía a los latinos. En pocas palabras, la diversidad no empieza y finaliza en el departamento de recursos humanos.

“Cuando se trata la diversidad y la inclusión a escala de las juntas directivas, entonces el director ejecutivo debe ser evaluado sobre una base de diversidad e inclusión”, sostiene Wilson.

También hay beneficios que se obtienen de la inclusión. Aunque el tres por ciento de los latinos ocupa puestos en las juntas de Fortune 500, solo el 1 por ciento de esos puestos son ocupados por latinas. El argumento presentado por Wilson al respecto es algo así: Los latinos tienen un poder adquisitivo de alrededor de $1.5 billones. Cerca de la mitad de todos los latinos adultos en los EE. UU. está casado, y alrededor del 90 por ciento de todas las decisiones de compra principales en la familia latina son tomadas por las mujeres.

“Lo que esto significa es que, de ese 50 por ciento de latinos casados, las latinas realmente controlan el 90 por ciento del poder adquisitivo”, dijo Wilson.

Al incluir a la población soltera en la ecuación, Wilson calcula que las latinas, por sí mismas, controlan entre el 65 y el 70 por ciento de ese poder adquisitivo de $1.5 billones.

“Una empresa que intenta encontrar cómo captar el poder adquisitivo latino debe averiguar cómo captar el poder adquisitivo de las latinas”, sostiene Wilson. “Y cuando se tiene una junta directiva que no cuenta con latinas, entonces ¿cómo vas a priorizar y a entender cómo vender (a la población en su totalidad)?”.

 

Getting “board-ready”

El juez Nelson Díaz ocupa un puesto en tres juntas prominentes en Filadelfia: PECO, la Universidad de Temple, y el Museo de Arte de Filadelfia. Su análisis sobre el problema local hace eco del de Wilson a escala nacional.

La mayor barrera contra la inclusión en Filadelfia es la falta de “cazatalentos” que sepan cómo encontrar el talento latino. En segundo lugar, dice Díaz, “existen muchos hombres blancos de la tercera edad que no quieren retirarse de las juntas directivas”, por lo que hay pocos puestos vacantes. ¿El tercer problema? La falta de entendimiento sobre el mercado de crecimiento más rápido en el país.

“Intentamos abrir la mente de los directores ejecutivos en este país e informarles que incluir a los latinos en sus juntas empresariales repercute en su beneficio, tanto financiero como en otros campos”, asegura Díaz.

Tanto en Filadelfia como en todo el país, las juntas empresariales constituyen algunos de los puestos más prestigiosos. A sus directivos se les paga generosamente. Un director de Comcast, por ejemplo, puede percibir más de $350.000 al año por asistir a las reuniones trimestrales y colaborar en otras funciones consultivas. 

Se necesita tener un currículo formidable para ocupar un puesto en una junta de Fortune 500 o de Fortune 1000. Varsovia Fernandez, presidenta de la Cámara de Comercio Hispana, ha estado en el escenario local por años. Aunque ocupa un puesto en cuatro juntas, el camino hacia la cima no ha sido fácil. 

“Seré honesta. He tenido entrevistas para ocupar puestos en juntas directivas de empresas y no he conseguido ocuparlos. Y de lo que se trata es de contar con años de experiencia”, cuenta.

Fernandez se considera afortunada por habérsele pedido que ocupe puestos en varias juntas, entre ellas la de la prestigiosa Oficina de Convenciones y Visitantes de Pensilvania (incluida en nuestro estudio). Pero para los miembros de la junta directiva en ascenso —especialmente en el caso de los latinos— su mejor consejo es que empiecen a conocer todo sobre las organizaciones que les interesan.

“Los mayores desafíos son ponerse al día y aprender sobre las mismas”, explica Fernandez. “Muchas veces la gente dice, ‘oh mira, está en el centro de convenciones, la oficina de visitantes...’. Pero involucra mucho más que eso”.

Sin embargo, estar preprarado para el asiento no es una garantía. Rev. Luis Cortés forma parte de las juntas directivas de Federal Home Loan Bank of Pittsburgh, Cancer Treatment Centers of America Eastern Region, y el Kimmel Center (incluidos en nuestro estudio). Cortés señala  que hay un gran número de candidatos latinos excepcionales  en Filadelfia, pero raramente  son reclutados porque las corporaciones locales se aislan de los negocios de la comunidad latina.

“Cuando una entidad necesita un candidato latino busca en negocios de Nueva York o Chicago. Por ello, cuando cuentan con un latino no es local, sino de fuera de la región”, explica Cortés. “La forma de cerrar la brecha es haciéndo búsquedas locales ahora y antes de que surja la necesidad (de nuevos directores) estar al tanto de los latinos para cuando surjan”.

Gabriela Guaracao*, de 28 años de edad, es la ciudadana de Filadelfia de descendencia latinoamericana más joven en ocupar un puesto en cualquiera de las juntas que estudiamos. También es una de las siete latinas que integran las juntas en la ciudad, mientras que hay 13 latinos.
Por otro lado, Guaracao es miembro de la junta directiva de Young Friends of the PMA, una especia de campo de entrenamiento para millennials que tienen interés en trabajar para alcanzar la cima. Cuando estaba siendo aprobada para ocupar un puesto oficial en la junta en Einstein Healthcare Network, Guaracao dijo que su experiencia de voluntariado en las juntas de otras instituciones fue algo que estudiaron detalladamente.

“Se trata de involucrarse y responsabilizarse uno mismo para asistir a reuniones de planificación, por ejemplo, y trabajar para alcanzar la cima. Las personas ven que uno está interesado en la institución después de un par de meses o un año de trabajo”, confiesa Guaracao.

 

*Nota del editor: Gabriela Guaracao es la directora de estrategia en AL DÍA News.

Soluciones

¿Quiere saber cómo entrar en una junta directiva? Hemos identificado los problemas y recopilamos algunos consejos proactivos ofrecidos por latinos que en la actualidad ocupan estos asientos sobre cómo labrar su camino hacia la sala de juntas:

  • Ser voluntario en instituciones con y sin fines de lucro que tengan juntas directivas. 

  • Buscar posiciones directivas orientadas a los millennials.

  • Desarrollar una red profesional fuerte y diversa.

  • Animar a los reclutadores de empresas corporativas a buscar nuevos talentos en escuelas y universidades que sirven a los latinos.

  • Aprender lo más posible sobre una organización antes de solicitar su ingreso. 

  • Estar al tanto de aquellas organizaciones que buscan diversificarse.

  • Construir su experiencia de negocio y dirección.