Glasgow: historias de la bella y la bestia
La ciudad más grande de Escocia se ha convertido en un atractivo y vibrante centro cultural gracias a la llegada de estudiantes universitarios y familias…
“Dicen que es la nevada más grande en una década. ¿Sabe si es cierto?”, me preguntó un estudiante chino que contemplaba boquiabierto – como yo – yo la densa alfombra de nieve polvo que recubría hace dos semanas el parque Kelvingrove, a los pies de la universidad de Glasgow. No supe responderle si era la nevada más grande de los últimos años, pero coincidí con él que la ciudad estaba preciosa bajo el manto banco que lo cubría todo, desde coches y bicicletas, hasta los pináculos góticos de la universidad, una de las más antiguas de Reino Unido.
Al pensar en Escocia, el turista suele imaginar la bella y romántica Edimburgo, o los verdes paisajes de las Highlands en verano, y dejar Glasgow de lado. Pero en los últimos años, esta antigua ciudad industrial y portuaria al borde del río Clyde ha ido ganando solera. En invierno, sus calles se llenan de estudiantes asiáticos – para beneficio de la universidad, pues pagan una matrícula muy superior a la de sus compañeros europeos – y sus departamentos de ladrillo rojo de estilo victoriano son ocupados por profesores de arte, músicos (por ejemplo, Belle and Sebastian) y familias hipsters que huyen de los altos alquileres de Londres y encuentran aquí una vibrante vida cultural. Durante mi visita a Glasgow incluso conocí a un joven matrimonio de Charlottesville, VA, que decidió marcharse de Estados Unidos tras la confrontación entre grupos supremacistas blancos y antifascistas, que terminó con la muerte de una activista antifascista en manos de un neonazi. Hartos de la América de Trump, la pareja, que tiene orígenes escoceses, se mudó a Glasgow con sus dos hijos pequeños y hace dos semanas se divertían jugando con sus nuevos amigos en un parque del West End, el barrio de moda de la ciudad.
En medio de este resurgir de Glasgow como ciudad familiar y hípster, la escritora escocesa de novela negra Denise Mina (Glasgow, 1966) ha querido recodar uno de sus protagonistas más oscuros: el violador y asesino en serie Peter Manuel, más conocido como “la Bestia de Birkenshaw”. Mina es la autora del bestseller The Long Drop (Little, Brown and Company, 2017), novela inspirada en la historia real de este asesino en serie nacido en Nueva York en 1927, de padres escoceses, y que permite al lector descubrir los rincones de su ciudad natal.
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El libro, mezcla de thriller y novela de suspense, ganó el Scottish Crime Book of the Year award se centra en el asesinato triple de la familia Watt (una madre y sus dos hijas) en las afueras de Glasgow, uno de los crímenes más sonados cometidos por Peter Manuel antes de ser detenido, en enero de 1958. La historia empieza con una animada conversación en un pub de Glasgow entre el marido de las víctimas. William Watt, que al principio era el principal sospechoso, y el actual asesino, y poco a poco va convirtiéndose en un tour por el Glasgow gris y lluvioso de finales de los 50.
En The Long Drop, Mina “quiere llevar a sus lectores a otra clase de viaje nocturno, a lo profundo de la mente oscura y desordenada de un psicópata (o dos), así como a las tierras sombrías donde las familias afligidas de las víctimas de asesinato se encuentran exiliadas “, reportó The Washington Post, que incluyó la novela de Mina entre los Mejores Libros del Año 2017.
De padres escoceses, Manuel nació en Nueva York en 1927. La familia se mudó después a Detroit, Michigan antes de emigrar de regreso a Escocia en 1932, esta vez a Birkenshaw, municipio a 20 millas al sureste de Glasgow, que dio nombre a su apodo: “La Bestia de Birkenshaw". Manuel fue arrestado en enero de 1958 y declarado culpable de asesinar a un total de siete personas en todo Lanarkshire y el sur de Escocia desde 1956. Se cree que asesinó a dos más, nueve en total. Manuel fue ahorcado en la Prisión Barlinnie de Glasgow; fue el penúltimo prisionero que murió en la horca en Barlinnie.
Para los que deseen saber más sobre los pasos del famoso asesino por la ciudad escocesa, la editorial Random House encargó a un diseñador gráfico la creación de dos mapas de Glasgow para las portadas de The Long Drop de Denise Mina, uno actual y otro de la ciudad a finales de los años cincuenta. Las ubicaciones que aparecen en la historia se resaltan en rojo.
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