A unos pocos días de que empiece una nueva década que muchos auguran que traerá una segunda carrera espacial, la NASA ya ha anunciado a los 13 astronautas seleccionados de entre más de 18.000 candidatos que podrían formar parte de la primera misión tripulada a Marte de la historia. 

Frank Rubio (41), teniente coronel del ejército e hijo de migrantes salvadoreños afincados en Miami, podría ser uno de ellos. 

El nombre del recién graduado como astronauta y doctor en Medicina fue anunciado el pasado viernes por la NASA junto al de otros miembros de esta nueva generación de exploradores del espacio que deberán, según ya había anunciado el presidente Trump, construir una base en la Luna como parte de la esperada primera misión tripulada a Marte en 2033, mientras tratan de ganarle la carrera a China. 

Nacido en Miami, aunque se mudó junto a su abuela a El Salvador durante seis años para luego volver a Estados Unidos, Frank Rubio jamás imaginó que se convertiría en astronauta. 

“No es que no fuera un sueño maravilloso, sino porque estaba muy lejano a mis posibilidades”, explicó en una entrevista a Barrio. 

Vivió una infancia puramente latina con una madre, afirma, que es el mejor referente de superación y su “heroína”, ya que trabajó muy duramente para su hijo pudiera estudiar Medicina en la facultad. 

“Cuando me convertí en adulto e iba a la escuela de Medicina, alguien nos compartió sobre la NASA y la resilencia que había ahí, por los problemas de aplicar muchas veces y ser rechazado, para el programa de astronautas. Esta persona dijo que la NASA a veces busca grupos específicos como pilotos y doctores, y me dije ‘ajá, podría buscar ahí’, pero no lo creí posible en ese momento”.

Diez años más tarde, hizo acopió de coraje para enviar su solicitud y, tras duros años de entrenamiento, lo que parecía inalcanzable se hizo realidad. 

“Mi objetivo es contribuir al programa espacial, sé que muchas personas (por las películas y todo eso) se enfocan en Marte, pero falta mucho para eso, hay que dar muchos pasos antes para llegar ahí, no sé si se logrará durante lo que dure mi carrera, espero que sí, y si me seleccionaran sería un honor extraordinario, pero estoy seguro de que vamos a tener misiones antes que contribuirán, para probar no solo las naves, sino también las comunicaciones, la posibilidad de superviviencia, los sistemas, así que si puedo contribuir significativamente en esas etapas”, señaló.

Orgulloso de representar tanto a El Salvador como a los latinos de Miami y Florida, Rubio cree no solo que llegar a Marte será posible en 30 años, sino que el sueño americano existe y él es la mejor prueba.