Parte de la donación servirá para establecer un programa de becas para "inmigrantes y refugiados" y "mejorar la accesibilidad a la educación superior a estudiantes de la UWF", indicó la universidad en un comunicado.

En el otoño de 2015 la UWF matriculó a 290 estudiantes "clasificados como inmigrantes", una cifra que podría aumentar un 30 % en los próximos años con la reciente donación anónima.

"A veces me sorprendo de lo fuerte que es el poder de la generosidad en nuestra región", señaló la rectora de la UWF, Martha Saunders, quien subrayó el valor de este "regalo" y la ayuda financiera que supondrá para los "estudiantes de generaciones venideras".

"El donante no quiso llevarse el crédito por este increíble acto de entrega. Estamos profundamente agradecidos", apuntó Saunders.

La vicerrectora de la UWF recordó que una "educación superior garantiza la prosperidad económica y la movilidad de nuestros estudiantes", y que las "barreras financieras suelen interferir con el progreso académico".