Cómo Instagram se ha convertido en el mejor aliado de los restaurantes
Desde su creación, en 2010, se han publicado en Instagram más de 208 millones de posts que contienen el hashtag “food”. Los restaurantes se ven obligados a…
El pasado enero, Giuseppe Palo, un chef italiano afincado desde hace más de quince años en Barcelona, abrió con su madre un pequeño restaurante de cocina siciliana en un barrio acomodado de la zona alta de la ciudad. Un ‘Altra Storia es un local sencillo, decorado con colores claros, amplios ventanales y una cocina abierta, que permite a los comensales ver a la madre de Peppe atareada frente a los fogones.
Desde el primer día, Un ‘Altra Storia tiene cuenta de Instagram, donde Peppe cuelga regularmente fotografías de los alimentos frescos que le llegan cada mañana a su cocina, un pastel de cumpleaños casero o un plato de rigatoni a punto de ser servido en la mesa. Son imágenes muy cuidadas y atractivas, que desvelan detalles del acogedor local. De momento, el restaurante tiene cerca de 350 followers, pero lo más importante para Palo, y para cualquier restaurador que quiera tener éxito en el futuro, es que los clientes que pasen por su restaurante tengan la tentación de hacer fotos y compartirlas en Instagram utilizando el hashtag y la geolocalización pertinentes.
En el sector de la restauración, Instagram no es ninguna tontería. Desde su aparición, en agosto de 2010, esta aplicación móvil que permite compartir fotografías se ha convertido en una valiosa herramienta de marketing para cualquier negocio de restauración y comida. En menos de siete años, se han publicado en Instagram más de 208 millones de posts que contienen el hashtag “food”. Los restauradores empiezan a darse cuenta de que los usuarios de Instagram, animados por la mejorada calidad de las cámaras de móvil y la oportunidad de compartir experiencias, no pueden resistirse la tentación de subir fotos de platos y locales si estos invitan a hacerlo, transformándose en una forma gratuita de hacer publicidad de valor incalculable. Instagram es la versión 2.0 del clásico “boca a boca”, el mejor instrumento de marketing en manos de los restauradores.
Para Peppe, por ejemplo, la foto que posteó en Instagram el publicista barcelonés Rafa Soto -con 2,750 seguidores en Instagram- mientras cenaba en Un'Altra Storia significa una potencial fuente de clientes. Para la ocasión, Soto publicó una fotografía de un bonito rincón del restaurante, donde cuelgan fotografías antiguas de la familia de Peppe, dándole un aire nostálgico y entrañable (la madre de Peppe cerró su local de comidas en Sicilia para mudarse a Barcelona y abrir con su hijo el restaurante).
Sea el dueño de un restaurante de lujo o una pequeña cantina mexicana, los restauradores son hoy en día conscientes de la importancia de estar presentes en Instagram. No solo como una eficaz herramienta de branding y comunicación, sino también como una potencial manera de atraer a nuevos clientes mediante la recomendación “boca a boca”. Si además consiguen que bloggers e influencers se dejen caer por sus locales y posteen un plato de comida utilizando la geolocalización y hashtags vinculados a su negocio, ya han tocado el cielo.
En ciudades como Barcelona, por ejemplo, que un restaurante de moda como el Green Spot sea citado por una instagrammer influyente como @misshedwig, con 592k seguidores, es el resultado de una gran estrategia de comunicación. En Filadelfia hay diversos influencers y foodies destacados, como @philadelphiafoodie, com más de 77.9k followers.
Lo que está claro es que para conseguir que la gente comparta fotos desde sus locales, los restaurantes tienen que esforzarse por llamar la atención de alguna forma. Tienen que conseguir que nada más entrar en el local, el comensal se sienta tentado a sacar el móvil y fotografiar lo que ve, y lo que come. La decoración, los colores, la disposición de los platos y las mesas. Todo debe ser “instagrammable”.
El diario británico Financial Times recordaba en un artículo reciente que Instagram empezó justamente con la fotografía tomada por su cofundador Kevyn Systrom de un cachorro de labrador en los pies de su novia en una taquería de Todos Santos, México. Lo que ocurrió después de esa primera prueba piloto, en octubre de 2010, ya es historia. El público se enamoró de esta app que volvía a poner de moda las fotos cuadradas y que con solo aplicar un filtro podían embellecerse. Además, era una forma diferente de compartir experiencias y de crear una especie de álbum de fotos de la vida del usuario.
Instagram es hoy mucho más que eso. Con 600 millones de usuarios por mes (el doble que Twitter), Instagram se ha convertido en una plataforma crucial en el negocio de la moda, la comida y los medios de comunicación , que consiguen atraer nuevos usuarios y crear identidad de marca a través de sus fotos. Ahora, además, para competir con Snapchat, Instagram permite postear “stories”, videos que desparecen después de 24 horas, ofreciendo una instantánea de la vida del usuario.
“El mundo de la hostelería y la restauración debe incluir Instagram en su estrategia de comunicación desde el primer momento. El clásico boca a boca está ahora en Instagram”, explica a The Financial Times Afroditi Krassa, directora de estudio de diseño en Londres.
El año pasado, revista gastronómica Zagat publicó estudio sobre las tendencias nacionales en restauración y afirmó que el 75% de los comensales que buscan fotos de comida eligen restaurante en función de algo que vieron en las redes sociales. Lo que implica que ahora más que nunca las cuentas vinculadas con comida tienen gran poder.
Para lograr que un negocio sea instagrammable, cada detalle cuenta. Desde la presentación original de un burrito a los colores de los platos y cubiertos. La mesa se ha convertido en un lienzo abierto en el que los restauradores son ahora también artistas.
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Un ejemplo claro de ‘instagramabilidad” es el restaurante Pietro Nolita, en Nueva York. Sus dueños decidieron decorarlo en su totalidad en color rosa y con ello consiguieron decenas de posts en Instagram antes de su inauguración. El “millennial pink” es el color del momento, aseguran los expertos en redes sociales.
Instagram incluso ha dado pie a nuevas modas gastronómicas que cruzan fronteras. El llamado “Freakshake”, un batido (milkshake) cubierto con trocitos de cookies y nata montada, empezó a ponerse de moda en Australia en agosto de 2015 y acabó llegando a Londres gracias a las fotos en Instagram. En Nueva York han aparecido los famosos unicorn lattes- una atractiva bebida de colores violetas, mezcla de café´y ingredientes saludables , espolvoreada con “polvos mágico”, que es un imán para los instagrammers.” Tiene una imagen muy fotografiable, pero su gusto ya es otra historia.
La revista Gourmet Marketing resumió en cinco los tips para rentabilizar Instagram como herramienta de marketing para restaurantes:
1. Publicar fotos que cuenten historias de todos los aspectos del restaurante, desde los aperitivos y el ambiente del comedor, a los empleados y lo que ocurre detrás de la cocina. Sobre todo, que vea que se lo están pasando bien o celebrando momentos especiales.
2. Mostrar platos nuevos o bebidas con sello propio. Instagram es la plataforma ideal para enseñar sus nuevas creaciones.
3. Optimice la calidad de la foto y embellézcala con las herramientas de edición de Instagram.
4. Anime a los clientes a colgar fotos del restaurante en su Instagram. Dispone de varias formas: esponsorización de concursos de fotos en Instagram, proyectaras en tiempo real en una pantalla colocada en el local, proponer el uso de hashtags creativos…
5. Cuente una historia a través de imágenes. Escriba “Mini captions”: la historia de los empleados, un pastel para una ocasión especial, un cumpleaños…
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