En el documental de Tommy Mottola HBO "The Latin Explosion", se cita a Gloria Estefan diciendo que hoy "los ritmos latinos están en el pop, el hip hop y en todos los géneros de música" en Estados Unidos.

"La música siempre es parte de los nuevos acontecimientos", explica. En su opinión, los músicos -mucho mejor que los políticos, debo agregar- "son capaces de traspasar las líneas étnicas y culturales" para unirnos a todos.

Dejando a un lado la política, la transformación demográfica y cultural más radical de Estados Unidos en un siglo continúa sin cesar. Impulsada en gran medida por los 60 millones de estadounidenses de ascendencia latina, muy prominentemente en el terreno cultural:

No solo la Música (después de Gloria Stefan, siguió Shakira), sino también la Cocina (José Garcés, aquí en la ciudad, siendo mi favorito), el Deporte (consulte la lista de los Phillies) y Medios (AL DÍA, sí, mi favorito).

En términos de las contribuciones económicas, simplemente tome el ingreso promedio de los estadounidenses de ascendencia latina. El cual continúa aumentando, más rápido que el número de su población, una categoría más conocida.

Se prevé que los latinoamericanos se conviertan en una cuarta parte de la población de EE. UU. en 5 años, con un Censo 2020 que se acerca rápidamente para confirmar las tendencias nacionales. Pero su poder adquisitivo, hecho posible por su espíritu emprendedor y sus hábitos de trabajo, ha alcanzado la cifra sin precedentes de $ 1.7 trillones, creciendo un 70% más rápido que el segmento no latino.

Si bien la abrumadora narrativa nacional, fabricada convenientemente en la víspera de una elección presidencial, retrata a los latinos como una horda que está "invadiendo" el país; la realidad es que ya están aquí, y han estado aquí durante siglos, como en Texas. Incluso antes La formación del Estado, en 1835, incrustados en toda la sociedad estadounidense, en lo más profundo y all-in, en las múltiples capas del tejido cultural y económico de la nación.