El pasado fin de semana se confirmó la ruptura de la glamurosa pareja formada por la cantante colombiana Shakira y el futbolista español Gerard Piqué. Parecía el final esperado, tras interminables rumores sobre la mala salud de la relación. Tras doce años de vida compartida –sin matrimonio- y dos hijos, la barranquillera anunció en un comunicado lo que ya se daba por hecho. El eco de la noticia retumbó hasta América Latina, donde no daban crédito a lo ocurrido.

El Periódico de Catalunya ya anticipó días antes que Piqué llevaba meses viviendo en solitario en un piso en el centro de Barcelona. La misma información apuntaba a que el jugador del FC Barcelona estaba disfrutando de una “segunda juventud”: se le ve constantemente por clubes nocturnos de la zona alta de la ciudad, acompañado de su compañero Riqui Puig, y presuntamente también en compañía de mujeres.

No hay confirmación oficial, pero todo indica que el veterano jugador le fue infiel a la estrella musical colombiana. “Pedimos respeto a la privacidad”, exigió Shakira en un comunicado, donde destacó la importancia de que sus hijos no salgan perjudicados por una polémica que traerá cola.


Durante su carrera, Shakira usó sus canciones para lanzar alabanzas y dardos a sus amores. Se rumoreó que en “Te felicito”, su último single publicado junto a Rauw Alejandro, dedicó varios mensajes a Piqué. “Te felicito qué bien actúas, de eso no me cabe duda, con tu papel continua”, canta en el estribillo. También lanza un “porque eres un gran embustero y nadie lo puede negar”.

Pero todo empezó mucho antes. Con apenas 17 años, escribió “Antología”, incluida en su álbum de debut “Pies descalzos”. Justo acababa de romper con su primer novio, Óscar Ulloa. “Tú me hiciste ver el cielo aún más profundo. Junto a ti creo que aumenté más de tres kilos, con tus tantos dulces besos repartidos. Pero olvidaste una final instrucción, porque aún no sé cómo vivir sin tu amor”, escribió la colombiana. La canción pasó a ser uno de sus hits más representativos. Al mismo ex novio le dedicó “¿Dónde estás corazón?”, una canción de añoranza cuando dejó su Barranquilla natal para mudarse a Bogotá.

Luego captó la convulsión de su relación con el actor y modelo puertorriqueño Osvaldo Ríos (1997), su novio más polémico con el que estuvo un año. A él le dedicó “Tú”, incluida en su álbum “¿Dónde están los ladrones?”. “Eres tú, amor, mis ganas de reír. El adiós que no sabré decir, porque nunca podré vivir sin ti”, escribió Shakira a Ríos, que la quiso “dejar volar” ante su juventud.

Luego llegó el turno de Antonio de la Rúa (2000), hijo del ex presidente argentino Fernando de la Rúa. Eran tiempos de dura crisis económica en Argentina, y no sentaba bien los romances de los que alardeaban. En 2006 publicó “Día de enero”: “te conocí un día de enero con la luna en mi nariz, y como vi que eras sincero, en tus ojos me perdí”, le cantó.

Tras despedirse de De la Rúa en “Lo que más” (2010), llegó el turno de Piqué, a quien conoció en el festival Rock in Rio de Madrid. Tras coincidir con su “Waka waka” en el mundial de Suráfrica, le dedicó la canción “Daré”, donde habla de los ojos azules del futbolista. Pero su declaración final llegó en “Me enamoré” (2017), donde se deshizo en alabanzas. “Lo vi solito y me lancé. Me enamoré. Mira qué cosa bonita, que boca más redondita. Me gusta esa barbita, contigo yo tendría diez hijos, empecemos por un par”, anticipó. Parece que finalmente solo tendrán dos hijos, Sasha y Milan, que ahora lidiaran con la mediática separación de sus padres.