Los Paquitos son una banda de boleros en un mundo conquistado por el reggaeton.

El locutor y periodista Jordi Batalle desentrañaba los enigmas de la banda nacida en territorio francés en la RFI. Su trayectoria en los estudios musicales los ha llevado hasta Europa, desde donde pretenden recuperar un género que triunfó entre los 40 y los 70 del siglo pasado en ambos lados del continente.

El tenor mexicano Carlos Montenegro y el actor chileno Andrés Espinoza se encontraron en Francia, donde siguen en auge los tenores, y crearon Los Paquitos. Este es su segundo año revisando el género tan romántico de una manera moderna.

Carlos Montenegro ha sido un tenor mexicano que cantó en el coro Sinfónico del Estado de México como primer tenor tras estudiar mezzosoprano en la universidad de Sonora y baritono con Roberto Bañuelas en la UNAM. Desde hace cuatro años prosigue los estudios de soprano con Delphine Guevar en Bonigny y colaboró con artistas como Armando Manzanero.

Andrés Espinoza tejió una amistades con Carlos Montenegro que desembocó en un proyecto de música electrónica y cumbia. Descubrieron al poco que a ambos les gustaban los boleros y que era una presencia generacional de sus abuelos tanto en México como Chile: “No solo de reggaeton vivimos los latinos”.

También consideran que hay una gran tradición de cine que aborda la imagen de los boleros.

Espinoza empezó sus estudios de teatro en Santiago de Chile siguiendo la metodología del francés Jacques Lecoq, lo que acabó por llevarlo hasta París en 2011. Cuando le preguntan sobre el género musical revela su autoconciencia posmoderna al tomar distancia de las letras machistas originales.

Tal vez ese sea el eje diferencial del bolero latinoamericano, el modo en el que hasta la fecha venía mostrando la cara romántica más dramática y a veces cruel de los latinos. Despechos furibundos y amantes rencorosas formaban ecos de desesperanzas del corazón que eran la tónica de los tradicionales boleros.

Los boleros nacieron en el siglo XIX en Cuba, de bases rítmicas suaves en compases 4/4, siendo un reflejo del imaginario romántico de aquella sociedad. No debe confundirse con el bolero español que es anterior y funciona sobre un ritmo 3/4.

El primer bolero del que se tiene constancia es de 1840, escrito por José Pepe Sánchez en Santiago de Cuba, popularizado en bares de mambo y guaracha. Acompañado muchas veces por un baile rápido que guarda relación con las habaneras y el son que se popularizó durante todo el siglo anterior en paralelo al tango argentino.

Su época dorada fueron en los años ochenta gracias a su popularidad en la radio, exportando ritmos latinos gracias a voces como la del mexicano Alejandro Fernández o el colombiano Charlie Zaa, arraigando fuertemente en el imaginario social desde el que Los Paquitos pretenden resucitarlo.