A apenas 48 horas del esperado lanzamiento de “Motomami”, Rosalía publicó el videoclip de “Hentai”. Hace dos meses, ya había revelado en sus redes un fragmento de apenas 25 segundos, que dejó en shock a muchos por su letra. “Te quiero ride, como mi bike”, empieza.

En este clip, descubrimos a la Rosalía más sensual, introspectiva y pausada, a diferencia de sus frenéticos videos de “Saoko” o “Chicken Teriyaki”, los anteriores singles que presentó. Con una suave melodía de piano, la cantante española exprime al máximo su envidiable capacidad vocal, y tira de cantos agudos que recuerdan a la chica que conquistó el mundo con su aclamado disco “El mal querer”.

La artista, que reveló la letra al completo de “Hentai” leyéndola en forma de poema en su cuenta de Tik Tok, aparece montanda en un toro mecánico ubicado en medio de un prado solitario. A lomos del animal, canta el explícito estribillo: “hazme un tape modo Spike, yo la batí hasta que se montó. Segundo es chingarte, lo primero es Dios”.

En la prensa musical, ya se catalogó a “Hentai” como la parte “Mami” de su nuevo álbum. Probablemente, “La Fama”, el primer video que publicó y que incluye una colaboración con The Weeknd, también formaría parte de la sección más pausada del disco.

Rosalía, que aparece en fragmentos del video estirada en ropa interior en una cama con sábanas blancas, es la protagonista exclusiva. Aquí no hay bailarines, motos ni complejas coreografías: todo gira en torno a su poderío y su inigualable puesta en escena.

La letra de la canción fue escrita a seis manos por Pharrel Williams (el autor de “Happy”), su hermana Pilar, y la propia cantante catalana. Con esa misteriosa combinación de palabras en inglés y español, camufla un contenido eminentemente sexual.

El videoclip de “Hentai” ha sido dirigido por el cineasta Mitch Ryan, que aporta una fotografía y un estilo muy cuidado. Ryan aprovechó las mejores horas de luz natural, y durante una puesta de sol que cubrió el cielo de un manto naranja, puso a la protagonista en escena. Mientras va anocheciendo, la catalana va subiendo el tono de la canción hasta llegar al erótico estribillo.  

Ryan también apostó por utilizar un rodeo de caballos, con un suelo de tierra rojiza sobre el que colocó la cama en que actúa Rosalía. Rodeando a la cantante aparece un majestuoso caballo blanco dando vueltas al rodeo.

En esta parte más “Mami” del disco, los falsetes son el recurso que luce sobre todo el resto. No obstante, la suavidad inicial de la canción, marcada por el acompañamiento de piano, va incrementando la potencia cuando se acerca al final, donde acaba añadiendo percusión e instrumentos de cuerda.

Nuevamente, Rosalía genera adoración y polémica, en este caso por su descarada combinación de religión y sexo en una misma letra.