La etiqueta "música del mundo" no hace justicia al eclecticismo radical de Leti Garza, quien transita del merengue al folk sobre el pilar de una poderosa y sentida voz con un mensaje de justicia social.

Pero todo ese abanico de géneros de herencia new age se concentra en esta ocasión para proteger a los más pequeños, encerrados en centros de detención y en el homenaje a los que dan la vida en la dura existencia de la frontera. Porque hay también otro mundo en la frontera que Garza denunicia para el resto del globo.

Podemos disfrutar ya de la vitalista La Empaliza Brown Recluse Remix con Glide Magazine como premiere del álbum que libera este 24 de marzo. Con su poderosa voz espoloneada y espolvoreando los ritmos electrónicos de Michael Ramos que nos dejan un tema festivo y bailable. Funciona también como homenaje a su tía, Eva Garza, cantante famosa a finales de los sesenta.

El disco también nace de su experiencia en las manifestaciones en Texas del año pasado y de tocar en el Tornillo Childre’ns Detention Center frente a tiendas de niños encerrados. Por ello, Garza quiere homenajear y honrar la difícil vida de la frontera, así como llamar la atención sobre todo ello -Leti quedó marcada observando aquellos chicos, algo que se aprecia mucho en la ternura de los versos del EP Borderland. Puede afdquirirse aquí y el 100% de la recaudación irá destinada para el proyecto solidario Global Response Manager. 

Resulta muy curioso que un disco de músicas del mundo haga el recorrido localista, que se sumerja en un folk muy concreto para rescatarlo y llevarlo a la superficie con la que luego hacer un mapa colorido de sonidos. Incluso con melodías del mundo de las rancheras.

A nivel interseccional, en palabras de Garza, el disco busca reflejar su “creencia de que las relaciones humanas y nuestras responsabilidades mutuas trascienden las fronteras nacionales. Un tema central del próximo disco es el imperativo de proteger a los inocentes. La mayoría de las canciones son originales, y en muchas de ellas reflexiona sobre el dolor”.

“No les olvidamos” grita tema a tema, en cada ocasión con distintos ritmos latinos y en la forma de distintos tonos del luto a la nostalgia. De los boleros al vals pasando por la cumbia, el merengue o el Latin Jazz.

Garza ha tenido que luchar contra numerosas dificultades para hacer su propia música y eso puede apreciarse en la vitalidad y honestidad con la que plantea los discos.