Si bien el presidente Trump sigue preocupado por reforzar la seguridad en la frontera sur de EE.UU. (podría avanzar en la construcción del muro mediante la financiación de otros proyectos de construcción militar, según el Washington Post), puede que no pueda impedir la invasión latina en la industria musical americana.

El año pasado, durante su presentación en Coachella 2018, Beyonce, la primera mujer negra en encabezar el festival, invitó a J Balvin al escenario para una actuación colaborativa de su exitosa canción "Mi Gente" y la multitud se volvió loca.

Esta no fue la primera vez que un Artista Latino se presentaba en el evento musical icónico, pero el hecho de que un año más tarde regrese como parte del cartel principal, junto con los cantantes latinos Bad Bunny y Rosalia, es un buen ejemplo de cuántas puertas han derrumbado la música latina y el reggaeton en los últimos años.

La cantante colombiana, cuyo álbum "Vibras" fue declarado uno de los mejores álbumes de 2018 por Rolling Stone y Billboard, también se ha convertido en el primer artista latino en encabezar el evento principal de Lollapalooza en Chicago, junto con Ariana Grande, Childish Gambino, Tame Impala, y 21 Pilots.

Con esta noticia, Balvin, que también ha sido confirmado como parte de las alineaciones de Primavera Sound y Tomorrowland, se destaca como el embajador oficial de música latina del Festival Internacional de Circuitos.

La elección de los festivales de romper sus propias reglas y ofrecer un repertorio más inclusivo y diverso en los últimos años puede deberse a la necesidad de mantener su relevancia y llegar a nuevas audiencias.

Según People en Español, "la música latina se está volviendo más popular que Country y la EDM (Electronic Dance Music) en Estados Unidos, y considerando que la población de Latinx es la segunda minoría de más rápido crecimiento en el país, los productores de festivales finalmente se están dando cuenta".

La manager de Balvin, Rebeca León, le dijo a Billboard que la información demográfica de los oyentes detrás de las listas de éxitos como los Top 50 Globales de Spotify ha cambiado drásticamente: "Ni siquiera es un riesgo artístico ... esto es lo que la gente quiere".

El éxito de artistas Latinx pertenecientes a las principales listas, como Balvin, Bad Bunny o Rosalía, también ha ayudado al avance de artistas más pequeños como la mexicana Mon-Laferte, cuyo agente confió en los datos de Spotify para vender su espectáculo a Coachella o Sonia de Los Santos, una cantante mexicano-estadounidense con menos de mil seguidores en Twitter que también fue contratada para el Lollapalooza.

Este no es el único cambio en la industria de la música causado por el crecimiento del mercado latinoamericano de los Estados Unidos. Los cantantes estadounidenses también están buscando su camino hacia estas audiencias al colaborar con artistas latinos urbanos.

El fenómeno Bieber/Fonsi de 2017 "Despacito" puede haber puesto la barra muy alta (el video alcanzó los 6 mil millones de visitas en Youtube en febrero de 2019), pero definitivamente comenzó una tendencia de remixes y cruces impulsados ​​por el español que no parecen detenerse en el corto plazo.

Hoy, el compositor/cantante hispano Alejandro Sanz anunció el lanzamiento de su nuevo álbum "El Disco" con una participación especial de Camila Cabello.