Gonzalo Julián Conde, conocido en el mundo musical Bizarrap, logró lo impensable. Ya desde los 13 años empezó a rapear, y fantaseó con producir su propia música. Poco a poco, fue probando distintos software de producción musical. En aquella fase amateur, nunca llegó a imaginar que acabaría atrayendo a su estudio casero a las grandes estrellas del panorama musical urbano, y que sus sesiones en directo de Youtube se acabaran convirtiendo en una referencia internacional. Bizarrap es el foco, y todos aspiran a ser alumbrados por su talento.

En los últimos tiempos, algunas de sus sesiones más laureadas fueron la polémica tiraera que Residente dedicó a J Balvin, o el reto que lanzó junto a su compatriota Paulo Londra. Desde su Instagram, Bizarrap retó a sus seguidores a publicar 23 millones de comentarios en una publicación para lanzar la esperada sesión #23. En 24 horas, sobrepasó el objetivo: se convirtió en la publicación de hip-hop más comentada en la historia de la red social. “No lo puedo creer, no pensé que lo íbamos a lograr tan rápido”, reconoció. Por su sala de máquinas casera han pasado Cazzu, Nicky Jam, Zaramay, Dani, Nicki Nicole, Morad…En total ya suma 49 sesiones.

Su pasión empezó desde su escuela, un lugar que apostaba por un modelo educativo basado en las artes creativas. Su familia, y especialmente su padre, le rodearon de música desde bien pequeño. Durante la adolescencia, se dedicó a componer canciones como hobbie. Pasados los 18 años, se sintió preparado para lanzarse en solitario al mundo profesional.

“Me preparé divirtiéndome, y se acabó dando medio sin querer”, reconoció en una entrevista. Sin querer, pero acabó siendo el número 1 del mundo. Su camino a la fama empezó con los “Combos Locos” (2017), videos donde juntaba batallas de gallos de raperos mezclados con humor e introduciendo sus propios beats. Ahí empezó a juntarse con Kodigo, Ecko, Lit Killah y otros populares cantantes.

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Luego llegaron las “Freestyle sesión” (2018), donde brilló como un dj innovador. Ese proyecto evolucionó en las actuales “Bzrp Music Session”, tras alcanzar más de 150 millones de reproducciones en el directo grabado junto a Nicki Nicole. Los más grandes de EE.UU., Puerto Rico o España imploraban llegar a su estudio. Así ocurrió con Nathy Peluso, cuya “Music Session 36” le valió un disco de platino español. Luego dio el salto a la producción de discos completos, como “Desde el fin del mundo” de Duki.

Muchos consideran que Bizarrap se acabó consolidando como un propio género en sí mismo, capaz de navegar entre el pop, la música electrónica, el trap y el reggaetón. Y es que desde sus inicios, siempre estuvo muy relacionado con el freestyle, la esencia de la improvisación. Desde adolescente se dejó fascinar por la electrónica de Dj Tiesto, los beats de los clásicos raperos estadounidenses, pero también fluyó con la psicodelia de los modernos Tame Impala.

Además, es un creador polivalente. Es capaz de hacer vibrar estadios de 100.000 personas pinchando su propia música, o produciendo hits desde su habitación. Siempre vestido con su inconfundible gorra negra con el lema “BZRP” y unas enormes gafas de sol negras, reconoce que “soy un poco tímido, y me gusta más crear la música”. En cualquiera de sus facetas, el introvertido Bizarrap es ya todo un icono musical moderno.