Farruko: aprendiendo de los errores y de las tiraeras
El cantante puertorriqueño cumple 30 años convertido en un omnívoro gigante musical de la industria y repasamos los claroscuros de su trayectoria.
Todos conocemos el camino del brillante ascenso a la fama. Hemos visto la alegría posterior al triunfo en documentales, el fervor de los seguidores en los noticieros y el calor de la aceptación en las pupilas de los grandes iconos musicales. Sin embargo, pocos conocen de otros derroteros de la fama que pueden llevarte a la cárcel.
Nadie nace enseñado y por ello el camino del primerizo icono cultural puede estar plagado de pequeños fracasos. Algunos se esfuerzan en ocultarlos y hacerlos desaparecer, otros prefieren integrarlo en su narrativa y colectivizar el aprendizaje.
Ese es el caso de Carlos Efrén Reyes Rosado, más conocido como Farruko, la estrella musical de Bayamón que se ha convertido en todo un omnívoro de la música urbana, alternando exploraciones por todos los géneros latinos con colaboraciones de todo tipo de artistas -poner a los mejores en su equipo es una de las lecciones a través de siete discos.
Su estreno en 2010 tras tiempo compitiendo en concursos fue El talento del bloque lleno de colaboraciones con reggaetoneros que hizo que acabará apareciendo junto a todo el star system del perreo en Llegamos a la disco en 2011. Al año siguiente lograba su primera nominación a los Grammy Latino con The Most Powerful Rookie.
Muchos fueron los golpes que recibió durante esos inicios. Perdió amigos en las calles de Bayamón, un dios cruel que arrebata jóvenes de las maneras más violentas. También empezó una guerra musical contra Kendo Kaponi y Alexio La Bestia a base de duras tiraeras, nombre que recibe en el reggaetón el enfrentamiento entre artistas. Posteriormente hubo de trabajar para la reconciliación.
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En 2014 se consolidaba reuniendo un equipo de clásicos todavía mayor para Farruko Presents Los Menores que contaba con J Balvin, Arcángel, De la Ghetto, Ñengo Flow o Nicky Jam. En 2015 ya con su propia disquera, Carbon Fiver Music, publicaba un disco más íntimo en que empezó a indagar en otros géneros como el reggae.
Así fue como llegados a 2017, en plena ola de trap, presentaba precisamente TrapXficante cargado de esos ritmos en boga y con colaboraciones de los que serían los próximos exponentes urbanos como Bad Bunny o Anuel AA.
En uno de sus mejores momentos su vida dio de nuevo un vuelco cuando el 2 de abril de 2018 fue detenido por las autoridades federales de Puerto Rico por no declarar que llegaba desde República Dominicana con un maletín de dinero en efectivo. En junio fue sentenciado a tres años de prisión provisional:
“Lo mío como tal no fue un crimen, pero sí fue un error y te das cuenta que la gente discrimina mucho y el sistema no juega, no importa si tú eres artista, deportista, la cárcel es para todo el mundo. Uno tiene que aprender a cuidarse, a veces los problemas y estas situaciones te enseñan a valorar más la vida, a tener más cuidado, a ser más consciente de las cosas”, dijo entonces el cantante.
De nuevo trabajó duramente para lograr la reconciliación. Tanto se esforzó en regularizar su situación que en un año estaba de gira con Gangalee y estallaba a nivel global con su compatriota Pedro Capó con el tema “Calma”.
En estos dos últimos años no solo ha ofrecido una imagen más madura en redes, sobretodo ha experimentado con otros géneros como cuando grabó el documental para HBO En letra de otro, donde recuperaba temas que habían impactando positivamente en su vida. Desde entonces trabaja en un nuevo disco llamado 167 en el que ha prometido que presentara todas esas nuevas facetas como artista que incluyen un lento aprendizaje.
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