Hace 30 años, la noche del jueves 11 de junio de 1992, fue visto por última vez en la puerta de su residencia al norte de Barranquilla el cantautor vallenato Rafael Orozco Maestre, luego de eso, ocho proyectiles de arma de fuego acabaron con la vida del precursor del vallenato romántico.

En homenaje a su muerte, hoy se realizó un acto simbólico que honraba la vida del cantante en su tierra natal Becerril.

El evento fue promovido por la Fundación para el Fomento y Desarrollo Cultural y el Centro Orquestal Sinfónico de Becerril, que preside el maestro colombiano José Salatiel Madrid.

“Rafael Orozco vive en nuestros corazones y en esta fecha lo seguiremos recordando. Es así como le rendiremos un homenaje que consiste en un acto religioso, conversatorio-musical para seguir perpetuando su legado, y más en su tierra. Les agradezco a todos los que se han unido a este acontecimiento, especialmente a la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata”, dijo Salatiel.

Los actos se iniciaron en la plaza principal del pueblo con una eucaristía, palabras del maestro José Salatiel Madrid y del alcalde Raúl Machado Luna, presentación musical de los Hermanos Orozco-Díaz, intervenciones del acordeonero Emilio Oviedo Corrales, el compositor Tomás Darío Gutiérrez Hinojosa y diversos invitados.

Luego de la ceremonia religiosa se realizó un concierto sinfónico con Fernando Meneses, Andrés Portillo Córdoba, Jonathan Bornacelli y Jorge Aragón Orozco, conocido por ser el doble colombiano del artista como ‘Yo me llamo Rafael Orozco’.

Finalmente, para honrar el fallecimiento del cantante se puso una ofrenda floral en el monumento de Rafael Orozco, ubicado en la plaza principal de Becerril.