En 2002, Nona Fernández (Santiago de Chile, 1971) publicaba ‘Mapocho’, una novela que narra el relato trágico de La Rucia, una mujer chilena que arrastra a la vez el secreto de su país, el de la opresión.

La Rucia nació maldita, la escupieron y fue a dar al fin del mundo, al sur de todo. Necesita sacarse las torsiones de una relación incestuosa: a su hermano, el Indio, de la cabeza. La Rucia busca desesperada su barrio porque solo desde allí puede contar su relato. Algo recuerda de Santiago, de los alrededores del río Mapocho, pero le cuesta ubicarse y narrar su historia, que está atravesada por la de Chile. De los esclavos que construyeron el puente Cal y Canto, de un historiador suicida y un padre ausente, de poblaciones quemadas por los militares y pichangas terminadas a tiros. De Lautaro, el líder militar Mapuche, que decapitado regresa cabalgando a Plaza de Armas como signo de lucha.

 Esta primera novela de Nona Fernández sintetiza los rasgos que la han consagrado como una de las narradoras contemporáneas más importantes de Latinoamérica, el de recolectora y pensadora de la memoria colectiva. 

La idea de este libro surgió al ver a tres cadáveres arrojados al río Mapocho, el río que cruza Santiago de Chile, igual que ocurría en tiempos de Pinochet. La autora intentó investigar, sin éxito, la identidad de estas tres personas, pero el libro acabó siendo una mirada a la memoria de la ciudad, más allá de la oficial, según contó la propia autora en una conferencia en Casa América, Madrid.

Si en  "Mapocho", nos transportamos a un pasado de muerte y dolor a través de los cuerpos que arrastra el río que pasa por la capital chilena, en "Space Invaders" (disponible en inglés), indaga sobre la memoria de las desaparecidas. Para escribirlo se inspiró en la historia de un compañera suya del colegio, hija de un criminal de dictadura. Exploró el recuerdo que cada una de sus compañeras, ya siendo mayores, recordaba de ella. “Me di cuenta de lo loca y arbitraria que es la memoria”, dijo. “¿Qué es posible recordar en colectivo, si es que es posible?”, se planteó. "Quizás la única forma es aceptar que es imposible, y lo único que puede hacerse es, a partir de múltiples fragmentos, tratar de armar un recuerdo colectivo". 

En  "La dimensión desconocida" (traducido al inglés como "The Twilight Zone: a Novel"), su novela mas famosa, describe las atrocidades de la dictadura de Pinochet. Narra la historia de un agente de la policia secreta que en plena dictadura decide desertar. Antes de hacerlo, decide contarlo todo a una revista de la oposición. Quiero hablar, dice, y una periodista prende su grabadora para escuchar un testimonio que abrirá las puertas de una dimensión hasta entonces desconocida. 

Confrontando su propia experiencia con los relatos del hombre que torturaba, la narradora entra en las vidas de los protagonistas de ese testimonio ominoso: la de un padre que es detenido en una micro mientras lleva a sus hijos al colegio y la de un niño que cambia de nombres y de vidas hasta ser testigo de una masacre, entre otras.

"Me di cuenta con este libro de que las historias locales pueden llegar a ser muy universales, compartidas con muchas sociedades", dijo la autora. 

Su novela más reciente, “Chilean Electric” , relata la historia de su abuela, coincidiendo con la leyenda que esta última le contaba sobre la llegada de la luz eléctrica a la Plaza de las Armas de Santiago de Chile. Ya de mayor, descubrió que su abuela en realidad nunca había presenciado la llegada de la luz a la plaza. Mediante el libro, "intenté entender qué es un recuerdo, cómo recordamos como sociedad, por qué nos apropiamos de ciertos recuerdos", explicó. 

El resultado es una novela íntima y familiar, pero con clave social: "la plaza de Armas es un lugar muy social", añadió.

Actualmente, Fernandez está trabajando en otros dos libros, ambos sobre la memoria colectiva y la forma de recordar en sociedad. “Siento que hemos fracasado”, dijo. El primero explora el linaje de un antepasado vasco, el segundo cuenta la historia de un guerrillero de la lucha armada contra Pinochet, encarcelado en aislamiento total, al que ha podido entrevistar. Lo sorprendente de este hombre es que al estar encarcelado en aislamiento, "no ha podido reconstituir memoria, su tabla de salvacion es el recuerdo", concluyó.