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¿Quiénes son los vascos?

En 'The Basque History of the World,', Mark Kurlansky mezcla historias humanas e historia económica, política y cultural en un relato enriquecedor

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No hace mucho, mi hijo de un año y yo fuimos invitados a pasar unos días en casa de una familia vasca en Pamplona, la capital de Navarra, una provincia del norte de España. 

Cuando llegó la hora del almuerzo, el anfitrión me preguntó: "¿a tu hijo le gustan las Gulas?". Me quedé de piedra. Las gulas son un producto  inventado por una empresa vasca llamada Angulas Aguinaga, que utilizó surimi (pasta de pescado procesada) para elaborar angulas de imitación.

Aunque no quería ser maleducada, mi respuesta fue, por supuesto, "no lo creo". A mi hijo, como a cualquier niño normal, le gusta la pasta con tomate y nuggets de pollo, y era evidente que se negaría rotundamente a comer un plato de falsas anguilas salteadas con ajo. Pero los niños vascos de la casa arecían encantados con el menú "infantil": como entrante, falsas anguilas salteadas con ajo, de segundo, cordero asado, y para quién se quedara con hambre, las sobras de un sabroso guiso de atún y pimientos.

Si por algo son famosos los vascos en España es por su tradición gastronómica y su pasión por la buena mesa, que empieza desde edad muy temprana. 

Pero los vascos son mucho más que los dueños de una de las mejores cocinas del mundo. Los vascos son una cultura milenaria, única y diferente en Europa, empezando por su excepcional lengua: el "euskera". 

"En la lengua vasca, que se llama euskera, no existe una palabra para denominar al vasco. La única palabra que identifica a un miembro de su grupo es Euskaldun -hablante de euskera-. Su tierra se llama Euskal Herria -la tierra de los euskaldunes-. Es la lengua lo que define a los vascos", escribió el autor y periodista Mark Kurlansky en "La historia vasca del mundo" (Penguin Books, 1999). 

Aunque el libro se publicó hace más de veinte años, "La historia vasca del mundo" sigue siendo un documento excepcional para acercarse a este pueblo único, originario de un pequeño rincón entre España y Francia, con parajes de naturaleza preciosos y ciudades increíbles para visitar como Bilbao, San Sebastián y Zarauz. 

A partir de hechos históricos y historias humanas, incluyendo la pasión de los vascos por las angulas y la invención de las ahora tan populares falsas angulas (Gulas), Kurlansky nos explica cómo son, y por qué son así, los habitantes de este pueblo sin nación repartido entre España y Francia.

"Se trata de un pueblo que ha luchado obstinadamente por su concepto único de nación sin tener nunca un país propio. Observar a los vascos es plantearse la pregunta: ¿Qué es una nación?", observa el autor. 

"Una anomalía en Europa, los vascos siguen siendo profundamente religiosos y descaradamente nacionalistas. Pero están dispuestos a unirse a esta Europa unida", añade.

El libro está lleno de anécdotas curiosas y poco conocidas sobre los mayores logros de los vascos, desde su espíritu explorador (el primer hombre que circunnavegó el globo, Juan Sebastián de Elcano, era vasco y los vascos fueron los segundos europeos, después de los vikingos, en América del Norte) a su ancestral pasión por la gastronomía y la agricultura, que los llevó a ser los primeros europeos en comer maíz y chiles y cultivar tabaco. También fueron de los primeros en utilizar el chocolate. 

Por otro lado, Kurlansky destaca la enorme religiosidad de los vascos: Ignacio de Loyola, un vasco, fundó la orden religiosa de los jesuitas.  Esta religiosiodad, y el hecho de ser originarios de las montañas, no les impidió desarrollar un elaborado sentido de los negocios y la política: introdujeron el capitalismo y la banca comercial moderna en el sur de Europa.

"En el siglo XV, los vascos producían y suministraban un tercio del hierro de Europa a partir de los enormes yacimientos de Vizcaya", señala el autor.

Un pequeño pueblo que no supera los 2,4 millones de personas, de las que menos de la mitad hablan la lengua oficial vasca, ha conseguido mantener una existencia independiente frente a Francia y España, y sobrevivir la dura dictadura de Franco.