Escribir y publicar en español es RESISTIR
Naida Saavedra es investigadora y escritora, y ha dedicado sus últimos años de trabajo en describir el movimiento del New Latino Boom.
Incluso antes de que Estados Unidos existiera, en determinadas regiones como la actual Florida se hablaba español. Un idioma colonizador que más tarde fue colonizado, prohibido y estigmatizado, al igual que sus hablantes, en un proceso de asimilación cultural anglófono que pasó como una apisonadora sobre sus raíces.
Sin embargo, con las continuas oleadas migratorias desde Latinoamérica, y a la luz de la lucha campesina y los movimientos por los derechos civiles que se organizaron más tarde desde las universidades, se produjo una aparente paradoja:
Mientras el español seguía siendo un idioma relacionado con las clases más humildes de origen migrante que lo hablaban en sus casas, desde la Academia empezó a generarse un renovado interés por la herencia cultural latina. Sobre todo por los llamados escritores del “boom latinoamericano” de los 60’ y 70’, Julio Cortázar, García Márquez, Vargas Llosa, Elena Garro o Silvina Ocampo.
Luego, por supuesto, estaba la literatura fronteriza escrita en inglés, con Rudolfo Anaya o Gloria Anzaldúa a la cabeza, y ya más entrados en los 90’, la eclosión del Latino Boom de la mano de autores como Junot Diaz.
La profesora de la Universidad de Worcester (Massachusetts) y también escritora, Naida Saavedra, empezó a detectar nuevos aires de cambio en la literatura escrita por latinos en Estados Unidos a principios del siglo XXI.
En torno a la primera década del siglo, aparecieron pequeñas editoriales independientes que daban cobijo a la intelectualidad “radical” -en un sentido de “resistencia cultural”-; revistas y festivales autogestionados, y toda una red de editores, gestores y escritores que utilizaban el español como idioma vehicular.
Un fenómeno puramente estadounidense a la vez que latino donde las mujeres artistas empezaron a destacar no sólo como escritoras, sino como editoras, periodistas y agentes culturales.
Escritoras como Giovanna Rivero, Keila Vall, Cristina Rivera Garza -directora del primer programa de doctorado de Creación Literaria en Español de la Universidad de Houston-, o la periodista Maritza Bafile han cruzado fronteras con sus obras.
Siete años más tarde, Saavedra puso nombre al movimiento y acuñó el hashtag: #newlatinoboom
El resultado fue el ensayo #NewLatinoBoom: Cartografía de la narrativa en español en EE.UU. (El BeiSMan PrESs, 2020), así como una web fundacional y casi un “manifiesto” de un fenómeno cuyas implicaciones se extienden tanto al pasado cultural latino como al futuro de la comunidad.
“Los autores latinoamericanos radicados en Estados Unidos ya no tienen que mirar únicamente hacia España, México o Argentina para publicar sus obras escritas en español”, cuenta Saavedra
“Los autores latinoamericanos radicados en Estados Unidos ya no tienen que mirar únicamente hacia España, México o Argentina para publicar sus obras escritas en español”, cuenta Saavedra, que dedicó unos años a investigar el movimiento y entrevistar a sus protagonistas, atisbando una tendencia cada vez más creciente que va a darle la vuelta al panorama cultural de supremacía anglófona.
“Lo que se ha visto más no es la producción literaria en sí, sino la apuesta de editoriales por publicar aquí en español luchando contra el gran aparato editorial estadounidense”, dijo Saavedra en una entrevista exclusiva con AL DÍA. “En un contexto político como el que se vive en el país, ellos, de forma orgánica, han ido ocupando espacios y no han sucumbido a escribir en inglés”.
Es por ello que la investigadora define este impulso por salvar la cultura desde la misma lengua como un acto de resistencia. Una pequeña pero unida galia hispanohablante que se extiende por toda la nación, pero que tiene tres grandes mecas urbanas.
Un bastión intelectual latino en el mero centro del Midwest puede sonar sorprendente, en especial para quien no se haya zambullido en el hervidero cultural de Pilsen.
El Chicago latino y letraherido empieza en torno al año 1992, cuando un grupo de intelectuales fundó la revista Fe de erratas. Un espacio pionero para intelectuales migrantes que siguieron cursando sus estudios y escribiendo mientras trabajaban en la industria. Como el escritor y dramaturgo Raúl Dorantes; la editora de BeiSMan Press, Franky Piña -a la sazón activista transgénero-; el editor de Ars Communis, el argentino Fernando Olszanski, creador de la “Literatura del Desarraigo”, o la mítica revista Contratiempo.
“Todos ellos tienen la particularidad de surgir de la clase trabajadora y de traer a Estados Unidos la literatura que ya estaban haciendo en sus países de origen. No dejaron de escribir luego de migrar”, apunta Saavedra.
Que sea un movimiento nacido en la base propició que escritores y editoriales empezasen a relacionarse con centros culturales y librerías, además de aprovechar el tirón de un incipiente Internet para hacerse sitio en los departamentos de idiomas de las universidades. Y, por supuesto, tender puentes, o mejor dicho, autovías, con ciudades hermanas.
¿Quién no ha oído hablar del Nuyorican Poets Café o de los autores Nuyorican que convirtieron esta urbe icónica en el centro de sus relatos? Hay todo un imaginario neoyorquino cifrado en su mayor parte en inglés.
Y también, aunque de forma incipiente, en español.
La Gran Manzana es la ciudad que ha tejido más vínculos entre los protagonistas del NLB y la Academia, gracias en parte a los cursos y maestrías que oferta la CUNY, que como bien recuerda Saavedra, no es un centro único sino el “sistema educativo más grande de Estados Unidos”.
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De su doctorado en Latin American, Iberian and Latino Cultures (LAILAC) surgieron algunos de los autores migrantes más activos de la ciudad, como los miembros fundadores de la Chatos Inhumanos, una editorial que se está convirtiendo en punto clave de la producción literaria en español con sello neoyorquino.
Ulises Gonzales, cofundador de Chatos, es también el director de la revista Los bárbaros, una plataforma para la ficción en español que lleva publicándose desde 2014.
Además de la decana casa editorial Sudaquia Editores, dirigida por Asdrúbal Hernández, que tiene una estrecha relación con los autores latinoamericanos y, como gran parte del NLB, está en diálogo constante con el continente.
Aunque hay múltiples programas de maestría bilingüe o en español dedicados a la Creación Literaria y no únicamente en Nueva York -también en la Iowa y en la Universidad de Texas en El Paso - tal vez por efecto del aura cosmopolita de una ciudad que nunca duerme, la oferta de tertulias y encuentros en español es amplia. Y librerías como McNally Jackson o Barco de Papel son lugares destacados.
Al igual que ViceVersa Magazine, dirigido por Mariza Bafile, es una pieza clave de este nuevo impulso cultural de orgullo y creación latina en la urbe de los rascacielos.
Aunque no en todas las ciudades emblema del NLB resulta tan fácil crear escuela, aún así, sus actores resisten.
Si bien un autor “es” a la ciudad en que reside y deja que el paisaje entre en sus crónicas, relatos y poemas, la experiencia migratoria orbita en los libros.
Y en el caso de la literatura del sur de la Florida, ocupa un papel central.
“En Miami radica la tradición más antigua en relación con la inmigración cubana desde los años 60’ y tiene como exponente el Latino Boom, que tropicalizaba el inglés. Ocurre que la cultura cubanoamericana se estudia de una forma local; se basa en la nostalgia de la isla y en el diálogo con Cuba, pero no con el resto del país”, apunta Saavedra.
“En Miami radica la tradición más antigua en relación con la inmigración cubana desde los años 60’ y tiene como exponente el Latino Boom, que tropicalizaba el inglés. Ocurre que la cultura cubanoamericana se estudia de una forma local; se basa en la nostalgia de la isla y en el diálogo con Cuba, pero no con el resto del país”, apunta Saavedra.
El escritor y editor de Miami, Pedro Medina León, ha creado una marca propia en la ciudad. No sólo a través de libros como Streets of Miami o Varsovia, donde el habla de Miami late desde las páginas - al tiempo que incluso podríamos definirlo como un subgénero en sí mismo: ”literatura de Miami”- sino porque, junto a Hernán Vera, es el fundador de Suburbano Ediciones, la vanguardia editorial del NLB, y ha publicado numerosas antologías de autores de Miami que escriben en español.
La paradoja es que, muy a pesar de que la ciudad respire latinidad por todas partes y que sea sede de la celebrada Miami Book Fair - cuyo Programa de Autores Iberoamericanos lo dirige otra mujer, Mariela Gal - las librerías donde se pueden encontrar libros en español son escasas, con lo que tanto Suburbano como el resto de agentes culturales ha abrazado el eBook y la venta digital como respuestas a los numerosos problemas de distribución.
Decía el escritor Carlos Fuentes que la patria se ha convertido en el idioma español. En una época en que todos hemos sido alertados de cómo la globalización democratiza al tiempo que tiende a poner el foco sólo en fenómenos “mayoritarios”, las grandes minorías han abierto su propio camino y abrazado los cánones para subvertirlos.
Vivimos tiempos de cambios, y el New Latino Boom, como preconiza Naida Saavedra, ha llegado para quedarse.
Keep reading en español a través de www.newlatinoboom.com.
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