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Cristian Alarcón nació en Chile, pero su familia emigró a Argentina para huir de la dictadura cuando era niño. Foto: Alejandra López/ Penguin Random House
Cristian Alarcón nació en Chile, pero su familia emigró a Argentina para huir de la dictadura cuando era niño. Foto: Alejandra López/ Penguin Random House

Cristian Alarcón: "Lo ancestral es femenino, el futuro posible también"

El escritor chileno cuenta la historia de América Latina desde una perspectiva feminista en 'El tercer paraíso", ganadora del premio Alfaguara de Novela 2022

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Cristian Alarcón (La Unión, Chile, 1970) en realidad no quería ser periodista. “Decidí serlo porque mis padres no me iban a pagar los estudios como actor y porque pensaba que si estudiaba literatura me iba a morir de hambre”, admite este reputado escritor y periodista chileno radicado en Argentina en una entrevista con AL DÍA. 

Conocido por sus crónicas periodísticas y como fundador de la revista Anfibia, Alarcón obtuvo este año el premio Alfaguara de Novela 2022 con su novela debut, El tercer paraíso, un libro en primera persona que relata una constante búsqueda de la felicidad alrededor de conceptos como la familia y las neofamilias, las relaciones y el exilio, siempre ligadas al paisaje, ya sea político, emocional o natural.

“Quería contar que  toda vida se autoficcionaliza, que la autoficción no es solamente primera persona. Construir personajes basados en hechos reales, en nuestra propia memoria, es comprender que no somos tan importantes. La trampa se impone en la novela afortunadamente más allá de toda verdad. La verdad en la literatura es ese tiempo solo nuestro, solo y exclusivamente de los y las lectoras”, explica. 

Nacido en Chile en plena dictadura de Pinochet, su familia emigró a Argentina huyendo de la represión política cuando él era todavía un niño. Esta condición de exiliado marcó profundamente su escritura: 

“Mi padre era un joven que amaba la noche, el alcohol y las apuestas. Y mi madre imaginaba que el exilio lo transformaría, de fondo estaba la dictadura y la pobreza de los obreros socialistas. Para mí no fue exilio, fue migración, me reivindicó como migrante: así es en la literatura, así suele ser en la vida”, comenta.

El jardín como salvación

Además de narrar las vivencias de su familia, su infancia y su vida adulta, Alarcón despliega en su novela su interés por la jardinería. 

El jardín fundamentalmente es una apuesta a reconocer nuestra imposibilidad de gobernar absolutamente la naturaleza, es una invitación a la humildad”, explica. Y añade: “El jardín ha sido la salvación de las mujeres asoladas por la violencia machista, una promesa de belleza en medio de la cruel ciudad. Algo que ha estado relacionado con la tercera edad, con el descanso de los jubilados, después de la pandemia rejuveneció y se convirtió en un inesperado espacio de revolución”.

 

Penguin Random House

Después de veinte años dedicado al periodismo, dar el salto a la ficción y desprenderse de la objetividad periodística, no le resultó un proceso tan difícil como pensaba.

“Que sea lento no significa que sea difícil, es un proceso complejo, pero al momento de apostar a cruzar la frontera, ya no hay ataduras ni condicionamientos”, dice. “La literatura de ficción es frialdad, estrategia, estructura, nada le debe a lo real”, añade.

En varias ocasiones, Alarcón ha dicho que su nueva novela trata de "contar la historia de América Latina desde una perspectiva feminista consciente, poniendo a las mujeres como protagonistas. 

“La voz de las mujeres es la voz materna, por eso lo hice. La voz materna no es solo la de nuestras madres, es un continente dibujado, trazado, esculpido por las narrativas de ellas. Que el machismo y el patriarcado las hayan mantenido en los márgenes del canon literario no significa que su centralidad no sea fundante, siempre prometedora. Lo ancestral es femenino, el futuro posible también”.

La novela, de momento, no está traducida al inglés, pero para el lector latino de EEUU que se atreva a leer El tercer paraíso en español,  “quizá sea el refugio que muchos esperan o desean, quizá también este paraíso sea tan latino que para los más integrados al modo de vida norteamericano sea motivo suficiente para salir corriendo”, concluye.