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Place where people can donate books in Corferias.
La campaña de donación seguirá hasta el cierre de la Feria. Foto: @MAPPOEA.

‘Donar un libro es un Hecho de Paz’, conozca la campaña de Filbo

Es la cuarta edición de esta iniciativa en el marco del evento literario internacional.

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Pedro & Daniel

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Creado en 2019, este programa, desarrollado en alianza por la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP/OEA) y la Feria Internacional del Libro de Bogotá, ha entregado más de 14.600 libros en los territorios más impactados por la violencia armada, así como en diferentes centros carcelarios del país.

Los centros de recepción de libros, que estarán ubicados hasta el 2 de mayo en el recinto de Corferias, escenario que aloja la edición 35 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, así como en otras zonas de la capital del Colombia, han recibido activamente las donaciones de los visitantes a lo largo del evento.

‘Donar un libro es un hecho de Paz’ es una campaña que contribuye a incentivar la lectura y su capacidad para transformar las realidades sociales en los territorios afectados por el conflicto armado. Para este 2023, la MAPP/OEA y la FILBo seguirán impulsándola a través de una cuarta edición, por lo cual invitamos a la ciudadanía a sumarse a esta campaña que incentiva la lectura como un Hecho de Paz para Colombia”, señaló Roberto Menéndez, jefe de Misión de la MAPP/OEA.

Estimulando el Pensamiento Crítico

Con el objetivo de acercar la mayor cantidad de libros posibles a los territorios colombianos afectados por el conflicto armado interno, la criminalidad y la inequidad, la campaña lleva por Colombia un mensaje en el que el conocimiento que se adquiere a través de la lectura renueva y estimula el pensamiento crítico, vital para fortalecer la democracia y la construcción de Paz.

Por medio de esta campaña, los libros han llegado a más de 60 iniciativas locales a lo largo del territorio nacional, las cuales se han encargado de repartirlos en escuelas, organizaciones sociales y de líderes, asociaciones de educadores, consejos comunitarios, colectivos juveniles, centros comunales y bibliotecas en zonas rurales.

Entre los municipios que se han beneficiado, sobresalen Uribia en la Alta Guajira, Apartadó, Arauca, Barrancabermeja, Cali, Caucasia, Cúcuta, Florencia, Medellín, Montería, Ocaña, Pasto, Popayán, Puerto Asís, Quibdó, Nechí, Riosucio, San José del Palmar, San José del Guaviare, Sardinata, Teorama, La Macarena, Barbacoas, Tumaco, Valledupar y Villavicencio. 

Para esta cuarta edición, Buenaventura fue seleccionada como uno de los territorios priorizados para la recepción de libros.

Por su parte, en los centros carcelarios y penitenciarios se han donado más de 3.000 libros, en lugares como Jamundí, La Dorada y el Buen Pastor, como parte de una estrategia de resocialización e integración para personas privadas de la libertad, a partir del fomento a la lectura, la escritura y la educación en sitios de reclusión.

Para nosotros, como representantes del sector editorial colombiano, es fundamental continuar fortaleciendo los vínculos entre los libros y sus lectores, así como articular las distintas iniciativas que se gestan alrededor de la promoción de la lectura en el país. Esta campaña, que ya llega a su cuarta edición, evidencia el interés genuino de los y las ciudadanas, para que las palabras lleguen a todos los rincones del país y desde la Cámara Colombiana del Libro, seguiremos trabajando para que así sea”, indicó Adriana Ángel Forero, directora de la Filbo.

Apoyo Internacional y Privado

Desde sus inicios la iniciativa ha contado con el apoyo de embajadas de países como Suecia, Países Bajos, España, India, Reino Unido y de entidades como el Centro Nacional de Memoria Histórica.

Asimismo, con el apoyo de la empresa Servientrega, la MAPP/OEA se encargará de entregar los libros donados bajo el lema #MásLibrosMásPaz en zonas rurales y urbanas de Tumaco, Ocaña, Cauca, Cúcuta, Quibdó, San José del Guaviare, Putumayo, Arauca, Caucasia, Montería, Cali, Medellín y Buenaventura.

El trabajo que realiza la MAPP/OEA es posible gracias al apoyo político y económico de los países miembros del Fondo Canasta: Alemania, Canadá, España, Estados Unidos, Reino Unido, Suecia, Italia y Países Bajos, así como también a las contribuciones de Noruega y Suiza.