Las cinco heridas de Kirstin Valdez Quade
Si la tierra de Nuevo México pudiera hablar, ¿qué creen que diría?
La infancia de Kirstin Valdez Quade está poblada de largos viajes por carretera, de mudanzas interminables y noches durmiendo en la furgoneta. O bajo las estrellas, en una tienda de campaña en el campo. Siempre en tránsito, Kirstin y su hermana acompañaban a su padre, que era geólogo, a recoger cráneos de canguro y muestras de tierra. Una tierra que cuenta historias, que tal vez se las susurró desde niña.
Y no eran historias plácidas, sino dolorosas y violentas. Abonadas en el suelo de Nuevo México, donde primero los españoles arrebataron esta tierra a los nativos americanos y después, a medida que la ganadería fue ganando terreno, pasó a manos de los colonos blancos y al gobierno de los Estados Unidos.
Un cuento de pérdidas que para la autora latina es también un territorio fértil para la ficción.
"Mi familia tiene una historia centenaria en Nuevo México", le dijo Quade a LA Times. "A lo largo de mi vida me he mudado muchas veces, pero la casa de mi abuela y mi familia extendida sigue siendo el único hogar constante, el hogar al que regreso. Debido a mis circunstancias siempre cambiantes, sólo puedo hacerlo en mi ficción".
Su primera novela, The Five Wounds, bebe en gran medida de un universo arraigado a Nuevo México, pero también reflexiona sobre las desigualdades y las injusticias que enfrentamos. Al tiempo que lo hace con un humor tan fino que obra la magia de la catarsis en el lector y obliga a enamorarse de sus personajes.
CONTENIDO RELACIONADO
Cuenta la historia de la familia Padilla a través de cinco generaciones habitando el pueblo ficticio de Las Penas, en Nuevo México. Un lugar de matorrales altos, de desiertos rocosos, tortillas asándose en el comal y hamburguesas que rezuman grasa, y manteles floreados.
Angel, la hija de los Padilla, tiene 15 años y está embarazada. Aunque le gustaría que su abuela Yolanda la cuidase, ella tiene bastante con sacar adelante al padre vago de Angel, Amadeo, que es un pozo de problemas y no sabe cómo gestionar su masculinidad.
Surgida de la semilla de un relato publicado en The New Yorker que más tarde creció hasta convertirse en novela, The Five Wounds es una narración profunda y cargada de humor sobre la familia, las raíces y la tierra. Pero también sobre la nostalgia…
“Echo de menos a mi familia”, dice Kirstin Valdez Quade. “Echo de menos las grandes fiestas en el salón de mi abuela con tantos parientes que ya no están. Echo de menos a mi bisabuela, que me cuidaba cuando era una niña; echo de menos sus tortillas y el olor del ascensor de su edificio. Echo de menos a mi abuelo. Murió de COVID en octubre. Ojalá hubiera podido estar con él al final; siempre le había prometido que lo haría si podía”, cuenta.
Cuando este libro empezó a gestarse, en buena medida fue porque Valdez Quade quería llenar los vacíos que había en sus historias, sumarle detalles que por alguna razón sus familiares no podían o no querían explicar.
Si el arte, como asegura la escritora, es “una herramienta” que tanto puede ser utilizada para herir o hacer propaganda como para ver nuestra propia humanidad y crear empatía, The Five Wounds es, en muchos sentidos, una de esas obras capaces de hacer florecer la emoción, creciendo como las raíces de un árbol tras cada lectura.
DEJE UN COMENTARIO:
¡Únete a la discusión! Deja un comentario.