Se marchó una voz fuerte del periodismo
El colombiano Antonio Caballero ejerció el periodismo en medio de las peores crisis de Colombia. Sus columnas eran de las más leídas por su postura frentera…
Antonio Caballero nunca se guardó nada. En Colombia sabían lo que pensaba de los poderosos, su objetivo central en la columna que escribió por décadas. Hacía parte de una familia de escritores y artistas. Era punzante y contundente en lo que escribía y elemental en las caricaturas. Como caricaturista empezó a publicar en 1964 en el diario El Tiempo. Fue reportero, columnista y caricaturista en varios medios de comunicación.
Siendo joven fue locutor de la BBC en Londres. Como periodista fue uno de los fundadores de la Revista Alternativa, que entre 1974 y 1980, de la mano de Gabriel García Márquez y Enrique Santos Calderón, enfrentó a un régimen que uso la represión como camino para silenciar a los opositores. Y a partir de ahí no paró. Siempre sus seguidores y adversarios estaban atentos a la publicación de su comentario de cada ocho días en el diario 'El Espectador' y después en la revista 'Semana', en donde estuvo hasta noviembre del 2020, cuando un remezón en el medio de comunicación tras un cambio de propietario lo llevó a renunciar. No podía permitir que su independencia se viera afectada, el tesoro mayor de su oficio, aquello que lo caracterizó.
Como caso curioso, cuando no le permitieron enviar más sus escritos por fax, siguió escribiendo sus columnas con una máquina de escribir y las transcribía en un computador para hacerlas llegar por correo electrónico.
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Caballero era hijo del escritor Eduardo Caballero Calderón, autor de la novela ‘Siervo sin tierra’, entre otras obras. Era hermano del pintor Luis Caballero, ya fallecido; y sobrino de Lucas Caballero Calderón, el más importante columnista colombiano entre mediados del siglo XX y los años 80 conocido como ‘Klim’. Además, su bisabuelo era Miguel Antonio Caro, presidente colombiano, filólogo, escritor y director de la Academia Colombiana de la Lengua. Y su tatarabuelo el poeta José Eusebio Caro.
En 1984 publicó la novela ‘Sin remedio’ y en 1989 el libro infantil ‘Isabel en invierno’, del cual hizo también las ilustraciones.
Por las duras críticas que expresaba en sus columnas y por su carácter, a Caballero se le señalaba de pesimista. En una entrevista para la revista colombiana ‘Bocas’, en 2012, respondió: “Soy muy realista. Mi pesimismo parte de la realidad. Yo veo que las cosas no andan bien, ni en Colombia ni en el mundo. Lo estamos viendo con esta crisis económica típica del capitalismo, como dijo Lenin, aunque esta probablemente va a desembocar en una guerra”.
El diario ‘El País’ de España, en el que también colaboró, escribió a propósito de su muerte: “Antonio Caballero hablaba muy bajo, como en un susurro permanente. Muchas veces, durante alguna conversación en un restaurante ruidoso o una cena, alguien le pedía que repitiera lo que acaba de decir. Su reacción era siempre la misma: se enfurecía. A Caballero no le gustaba repetir porque medía el valor de cada cosa que decía. La fragilidad de su voz contrastaba con el peso de sus palabras: esas que utilizó a lo largo de su vida como navajas afiladas".
Caballero murió este viernes tras serias complicaciones en su salud.
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