La periodista mexicana afincada en Nueva York Alma Guillermoprieto (Ciudad de México, 1949) es una de las voces femeninas de origen latino más potentes dentro del periodismo americano. Pero además de escribir - sus reportajes han salido publicados en The Guardian o The New Yorker -, Guillermoprieto es una gran lectora de crónica periodística y una ferviente defensora de su poder comunicativo, así que decidió recopilar en un libro todos aquellos ejemplos de género periodístico que más le gustaron o impresionaron en los últimos veinte años. 

El resultado es  ‘La vida toda; Nueva crónica estadounidense’ (Debate), una antología que recoge trece textos largos de no ficción traducidos al español, de los cuales doce son reportajes de largo aliento publicados en el siglo XXI. Seis fueron escritos por mujeres.

 Todos salieron a la luz después de dos eventos que marcaron su inicio: el holocausto de las Torres Gemelas en Nueva York el 11 de septiembre de 2001 y la aparición de esas fuerzas incorpóreas conocidas como redes sociales. 

“Esta realidad tal vez explique la cantidad de textos que incluí sin darme cuenta que hablan de manera oblicua o directa de la muerte. Por otro lado, la preponderancia de reportajes extranjeros refleja una preferencia mía, pero también habla de un mundo post 11S, post Atocha, post Bombay. El mundo ahora es uno, unido por el terror. Pero también, es obvio, por el cambio climático y las pandemias, la migración y nuestro consiguiente cosmopolitismo, la abolición de las distancias en el universo virtual, el Zoom, y una obsesión por viajar que ya se veía venir en el siglo pasado pero que hoy adquiere síntomas de fiebre. Hay que conocer el mundo antes de que se acabe”, escribe la autora en el prólogo.

Ganadora del premio Princesa de Asturias en Comunicación en 2918 y el Nacional de Periodismo a la trayectoria, Guillermoprieto se mudó a Nueva York de joven con la intención de ser bailarina y en 1970 se mudó a Cuba para ser profesora de danza. Esa experiencia bajo el régimen castrista fue recogida en uno de sus primeros libros de no ficción:  ‘La Habana en un espejo’ (publicada en inglés como ‘Dancing with Cuba: A Memoir of the Revolution’) . 

Su carrera como periodista se inició en 1978 como reportera en América Central para el diario The Guardian, y después para The Washington Post, del que fue redactora de planta en los años ochenta. También fue jefa de la corresponsalía para América del Sur del semanario Newsweek. 

Su libro más conocido,  ‘Desde el país de Nunca Jamás’ ('Looking for History : Dispatches from Latin America') es una antología de crónicas publicadas entre 1980 y 2008 en The Washington Post, The New Yorker y The New York Review of Books que abordan temas como la insurrección sandinista contra el dictador Somoza en Nicaragua o las favelas en Rio de Janeiro, y que revelan la cara más humana de algunos de los grandes acontecimientos de los últimos treinta años en América Latina.

“No se trata de una selección de los cronistas que más me gustan”, añade la autora en el prólogo de La vida toda. Sino que “he buscado narradores que hablen de temas nuevos, o que hablen de temas eternos con un enfoque y estilo nuevos, o que, en algunos casos, simplemente hayan logrado prodigios de reportería, ciñéndose a las normas clásicas, en condiciones de gran dificultad. Y he buscado temas que produzcan asombro en les lectores”, escribe.

Los reporteros elegidos para el libro son considerados por Guillermoprieto como los sucesores de Norman Mailer, Truman Capote, Tom Wolfe o Hunter S.Thompson... aunque, para ella, el gran nombre del Nuevo Periodismo clásico fue el de una mujer, Joan Didion (1934-2021).

“Joan Didion caminaba por el mundo como una gata entre vidrios rotos. Aportó al siglo XXI un estilo antimacho, parco, meticuloso, irónico y self-conscious, de un humor delicado y negro. El feminismo moderno transformó su entorno: hoy día la mitad de cualquier redacción está integrada por mujeres”, escribe Guillermoprieto.