“Me gustaría dedicar este oso a las familias de granjeros que cultivan la tierra cada día para que estos frutos lleguen a nuestros platos, porque su forma de hacer agricultura, que es respetuosa con la tierra, hoy en día es probablemente un acto de resistencia”, proclamó con orgullo la directora de cine Carla Simón desde el escenario de la gala del certamen alemán Berlinale 2022. Y zanjó: “este premio es para la gente que cultiva la tierra”.

La joven catalana (35 años) ganó anoche el Oso de Oro en Berlín y logró un hito: se convirtió en la primera directora española en ganar un gran festival de cine. Simón se hizo con el galardón presentando una historia pegada a su familia, sus raíces y su tierra. Esa esencia se desprende en el tráiler de la película, donde aparece en escena una extensa familia recogiendo paraguayos en sus tierras en un día veraniego.

Los protagonistas ven amenazado su sustento de vida cuando aparecen camiones de distribución de una gran cadena de supermercados. Con ello sienten la amenaza directa de la inminente expulsión de sus tierras.

El discurso de Simón fue un grito de reivindicación de la labor de los agricultores, que con pasión y sudor mantienen los métodos de cultivo tradicionales para obtener productos de calidad. Su película narra historias de la gente normal y real, trabajadores de la tierra de la comarca del Segrià.

El Berlinale ha marcado doblemente la carrera de la cineasta. Con su película de debut “Verano 1993” ya obtuvo el premio a la mejor opera prima en todas las secciones. Ayer, ganó el máximo galardón con “Alcarràs”, cuyo estreno está previsto en las salas españolas en la próxima primavera.

La película se inspira en la historia de su familia materna: recolectores artesanales de fruta, cuyo negocio está al borde de la desaparición por la caída de precios. “Sentía un deseo muy fuerte de retratar un mundo que se acaba, el que vive de recolectar melocotones y paraguayos”, explicó tras recibir el premio.

Los protagonistas hablan en un catalán cerrado, el de los pueblos de interior, lo que imprime autenticidad y realismo al relato. Una producción que ha tratado con el máximo cariño y a la que dedicó seis años de trabajo. El crítico cinematográfico Sergi Sánchez, de la revista Fotogramas, destacó que “la coralidad de Alcarràs exige, a pesar de la aparente sencillez del relato, un pleno dominio de la escritura, la cámara y el montaje para que cada personaje tenga una mirada y una voz propias”.

El título se refiere a la localidad donde reside su familia al oeste de Lleida, popular por el cultivo de frutales. La cineasta se mostró realista en su discurso: “vistos los tiempos actuales, los agricultores están convenciendo a sus hijos de que no sigan con la fruta, porque se la compran a un precio inferior a su coste”. Todos los protagonistas son gente residente en la propia comarca donde ocurre la historia, cuyo rodaje se detuvo debido a la crisis sanitaria del covid-19. Finalmente, se rodó en verano de 2021.

Con la emoción del momento, Simón reconoció que “no soy consciente de haber hecho historia. Es muy loco. Bueno, la peli gusta aunque aún no sé por qué”. Y se mostró eternamente agradecida a sus tíos: “sin ellos, yo no hubiera podido hacer Alcarràs”.