Aprovechando la nueva serie sobre la vida de la legendaria cantante chicana Selena Quintanilla-Pérez y algunos de los nuevos propósitos el pasado día 1 el representante demócrata Joaquín Castro dirigía una carta a la Bibliotecaria del Congreso para incluir la película de Selena de 1997 en el Registro Nacional de Cine.

Joaquín Castro es representante de Sant Antonio (Texas) y dirigía la carta como representante del Congreso Caucus Hispano, la institución demócrata por la mejora legislativa en la relación con hispanos y latinos. Ya pidieron incluir muestras del “sacrificio y triunfo” de las comunidades latinas en los Estados Unidos como La sal de la tierra (1954), Zoot Suit (1981), El Norte (1983) o Las mujeres de verdad tienen curvas (2002).

La película sobre la Reina de la música tejana y su dramático asesinato en 1995 fue dirigida dos años más tarde por Gregory Nava con las actuaciones de Jennifer Lopez y Edward James Olmos. El biopic de Navas, que cuenta con otra de sus obras en el registro como fiel representante de la realidad latina, forma parte del reflejo del legado méxico-americano que encarna Selena.

Castro aclaraba en la carta que “la película se ha convertido en un icono amado de la cultura latina y ha encontrado una gran difusión y éxito, demostrando de una vez por todas que las historias latinas son historias americanas”.

En una segunda carta de la que informaba NBC el propio director, Navas, reaccionaba con una felicitación cargada de segundas intenciones: “durante demasiado tiempo, la contribución de los cineastas estadounidenses latinos a la industria cinematográfica ha sido pasada por alto y poco representada. Nuestra comunidad es importante y está creciendo y nuestras historias necesitan ser contadas. Aplaudo los esfuerzos del Comité Hispano del Congreso para llamar la atención sobre esto y honrar los logros de los cineastas latinxs”.

La realidad es que todos estos esfuerzos se deben a la evidente falta de representación de la población latina teniendo en cuenta que representa casi un quinto de la población total pero menos de un 5% de actores y actrices. Por no mencionar ya los guionistas o directores, donde apenas llegan al 3.7%. Esa falta de simetría entre las funciones básicas del sistema cultural, que incluyen la de ser un reflejo del propio cosmos, supone una importante ausencia y especialmente en el cine, una de las narrativas favoritas de los americanos.

Por ello mismo en la carta Castro termina por aclarar que “la exclusión de los latinos de la industria cinematográfica, la falta de apoyo y de oportunidades para las películas y los cineastas latinos, las barreras que los proyectos centrados en los latinos enfrentan desde el desarrollo hasta la distribución reflejan las formas en que los latinos siguen siendo excluidos de la promesa completa de América, un problema que no se resolverá hasta que nuestras historias se puedan contar plenamente”.