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“Ser nominada a un Oscar, siendo una cineasta latina y tratándose una directora de documentales, es algo que está más allá de nuestros sueños". FOTOGRAFÍA: The Mole Agent
“Ser nominada a un Oscar, siendo una cineasta latina y tratándose una directora de documentales, es algo que está más allá de nuestros sueños". FOTOGRAFÍA: The Mole Agent

Apenas latinos en el spring final hacia los Oscars

La relación entre el público latinx y los galardones sigue siendo totalmente asimétrica.

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Ayer La Llorona tenía al menos un par de buenos nuevos motivos para aumentar su caudal de lágrimas. Y es que pese a las novedades habituales de cada año, el resultado en las nominaciones y por tanto en la carrera final para los Oscars era absolutamente paupérrimo para los latinx.

Algunos periódicos abrían con la nominación de El agente topo de Maite Alberdi como mejor documental, junto a My Octopus Teacher, Time, Crip Camp y Collective.

La cinta trata la soledad en un centro de ancianos mediando Sergio Chamy, quien ingresa como agente secreto doble en una residencia.

En una entrevista para LA Timesla directora se expresó sobre sus posibilidades al premio: "Como mujer creo que dentro de cualquier campo tenemos que [lidiar] con barreras e imposibles. Y ser nominada a un Oscar, siendo una cineasta latina y tratándose una directora de documentales, es algo que está más allá de nuestros sueños".

Sin embargo, esa nominación no salva el hecho de las importantes ausencias en el apartado de mejor film internacional, donde podría haber aparecido de nuevo Chile, México o Guatemala con cintas como Ya no estoy aquí o La llorona. Ningún país latino se clasificaba en esa categoría, de nuevo, que este año enfrentará a Dinamarca (Another Round), Japón (Better Days), Rumanía (Collective), Túnez (The Man Who Sold His Skin) o Bosnia (Quo Vadis, Aida?).

Esa ausencia llama más la atención porque los latinos son uno de cada cuatro espectadores de cine, unos 60 millones en territorio norteamericano. Por lo tanto, no se sabe si La Llorona tendría más motivos para la pena por la ausencia en la categoría internacional o por la desvanecimiento de nominados latinos entre todos los galardones que se quedan en el país.

Algunos dirán que simplemente se retrasaron con la pandemia algunos de los lanzamientos latinos más esperados del año pasado, pero cuando entramos en el name-dropping de los títulos encontramos principalmente musicales y adaptaciones de Lin-Manuel Miranda.

Es tentador con ello y con los resultados de los Globos de Oro y los Grammy, el intentar sacar conclusiones: 

Parece, en primer lugar, que la presencia de latinos y latinas solo brille más en términos de mercadotécnica cuando se trata de productos globalmente afianzados como el pop o el reggaeton.

En segundo lugar, hay interés en la ficción social del continente pero, ¿y qué pasa con el resto de géneros en los que también lo bordan lxs latinxs?

Hay algunas de las múltiples categorías en las que sí han sido nominados pero sigue siendo infrarepresentados. Jaime Baksht y Carlos Cortés son los sonidistas mexicanos de El sonido del metal que compite en seis nominaciones.

La guatemalteca Elvira Lind fue nominada a mejor corto por The Letter Room, categoría en la que para sorpresa de todos no apareció el último cortometraje de Pedro Almodóvar en inglés.

Este año los Oscars se han visto retrasados un par de meses para capear el impacto de las medidas pandémicas y poder dar con un buen formato, por lo que la gala final se celebrará en múltiples escenarios el 25 de abril incluyendo el Dolby Theatre de LA y Union Station.