La cabeza de Laura tenía un precio: 150.000 pesos mexicanos (unos 7.800 dólares americanos). Cielo, su madre, está dispuesta a hacer lo imposible para juntar el dinero y tener a su hija de nuevo en sus brazos y cuanto antes. 

Billete tras billete, en una tierra sin nombre y sin dueño, en la complicidad de la oscuridad y la Luna, Cielo paga el rescate a un adolescente temerario, con cara de niño y voz amenazante, que hoy está en el bando de los malos: una pandilla de narcotraficantes, la misma que arrebató la sonrisa de su hija… para siempre.

Esta es la historia que retrata la cineasta belga-rumana Teodora Ana Mihai en su ópera prima de ficción La Civil. Inspirada en la vida de Miriam Rodríguez Martínez, una mujer cuya hija Karen fue secuestrada y asesinada por un cártel de la droga en Tamaulipas en 2012, Teodora guió su producción gracias al testimonio de la misma Miriam, a quien conoció personalmente durante un viaje a México. 

Comentó desde Bélgica que “quería hacer un proyecto sobre niños y sobre cómo es crecer en la frontera cerca de los Estados Unidos. Cuando los padres tienen que ir a trabajar a otros países, mandan dinero a casa y los niños se crían solos prácticamente. Estaba con ese proyecto en la cabeza y estaba viendo esa realidad cuando mis amigos me dijeron que tenía que regresar a casa antes de las 7 de la noche porque no se podía garantizar mi seguridad”.

Para la realizadora, “eso fue un golpe y dije que me gustaría investigar sobre cómo es criarse en un ambiente en el que sales de mañana y no sabes si vas a regresar a la noche. Por eso me prometí regresar a México e investigar y así conocí a Miriam”.

De ese encuentro, recordó  que “una de las primeras cosas que me dijo fue: ‘Cuando abro los ojos cada mañana pienso: ¿quiero matar o morirme?’ Son palabras que no escucho cada día, pero lo que fue como una cachetada fue la violencia de sus palabras y su físico de mamá, ama de casa, señora y quise entender cómo una mamá puede llegar a tal punto”.

JUSTICIA POR MANOS PROPIAS 

Tomada por la desesperación, la sed de venganza y desencanto por la inacción de las autoridades, Cielo (papel interpretado por la actriz Arcelia Ramírez) hizo lo imposible para encontrar a los responsables de la desaparición de su hija. Meticulosamente, investigó por su cuenta, se convirtió en activista de Derechos Humanos, en referente para las madres en la misma situación y no paró hasta ver tras las rejas a cada uno de los criminales. Desafortunadamente, ningún esfuerzo le devolvió viva a su hija, a la que encontró enterrada en una fosa común en 2014. 

El debut en largometraje de Mihai en La Civil poco dista de la vida real que dictó un final trágico para Miriam: unas balas de la venganza de los cárteles silenciaron su clamor, pero no su legado.

“Queríamos hacer una ficción con su acuerdo para protegerla sin tomar riesgos. Ella sabía que existía ese riesgo. Una espera que nunca llega y cuando llegó fue en un día tan simbólico como el Día de las Madres en México, el 10 de mayo de 2017. Fue un golpazo y ahí la presión de contar la historia fue más grande, ya no estaba su voz y la historia necesitaba salir a la luz”, agregó la directora.

PREMIERE EN ESTADOS UNIDOS

La cinta se proyectó por primera vez en el festival de Cannes en 2021, donde se alzó con el Premio al Coraje en la sección Una Cierta Mirada. Recientemente, se estrenó en el Film Forum en Nueva York y también se proyectará en Ohio, San Diego, Los Ángeles, Carolina del Norte y Houston, entre marzo y abril de este año. 

“Miriam quería que se abriera un debate internacional y es un orgullo que se haya hecho realidad. Yo no soy política ni militante y esa fue mi pequeña contribución. Ahora, el espectador tiene la oportunidad de hacer su parte”, dijo Mihai finalmente.