La esperanza resucita en Ibagué
La película colombiana La Jauría expone una relación aguda entre la adolescencia y la figura paterna. Busca sobresalir en los Premios Goya.
Andrés Ramírez Pulido (Bogotá, 1989) no eligió al departamento del Tolima para grabar su primer largometraje. El Tolima lo escogió a él. Y es así que esta zona montañosa, naturalmente seductora y con sonidos salvajes enclavada en el centro-oeste de Colombia se convirtió en el escenario de La Jauría.
En esta película, de 86 minutos de duración, el cineasta aplaca una necesidad imperiosa de retratar a una generación de jóvenes acechados por la violencia en Ibagué, la capital de esta región colombiana. Para ello, expone la historia de Eliú, personaje interpretado por Jhojan Estiven Jiménez, un joven que, asediado por la desolación y el rencor, decide cometer un asesinato, el de su propio padre. Aunque no acierta y termina arrebatándole la vida a otro hombre.
El crimen lo lleva a cumplir una condena en un centro de rehabilitación experimental localizado en medio de la selva. Rodeado de otros adolescentes de su misma condición, Eliú intenta escapar de los fantasmas del pasado, aunque su intención se ve truncada por la llegada inesperada de un viejo conocido: El Mono (Maicol Andrés Jiménez), su mejor amigo y cómplice.
“Haciendo los cortos previos (El Edén y Damiana) que tengo y el largometraje, he descubierto que una de mis inquietudes personales como director es cómo nos influencia la figura paterna desde niños y adolescentes, cómo nos marca la vida, ya sea su amor o abandono, su violencia o protección. Y antes de hacer La Jauría, en el proceso de hacer cortos, encontré a chicos en reclusión por diferentes factores: uno de ellos es por su consumo de sustancias psicoactivas, otros por delitos menores y así me doy cuenta de que muchos son hombres que tienen relación conflictiva con sus padres, que no quieren saber nada, los tratan mal. Y ahí empecé a explorar por qué viene y de dónde viene ese común denominador. Al convivir con ellos en esos espacios y con esa pregunta, La Jauría se empieza a cocinar”, dijo el director a AL DÍA.
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HACIENDO HISTORIA EN CANNES
Rodada a finales de 2021 y pasando por un proceso de postproducción maratónico, la cinta colombiana debutó en 2022 en uno de los festivales de cine más prestigiosos del mundo: Cannes. El estreno fue mejor de lo esperado: la producción ganó el Grand Prize en la Semaine de la Critique, lo que convirtió a Ramírez Pulido en el primer director colombiano en alzarse con este galardón. En el mismo festival, La Jauría obtuvo el Prix SACD otorgado por la Sociedad de Autores Franceses.
“Creo que hacer una película fuerte, que me apasionara y tomar decisiones arriesgadas nos llevó a sobresalir en Cannes”, comentó el realizador aún sorprendido por la gran acogida de su ópera prima en Francia.
A LA CONQUISTA DEL CINE ESPAÑOL
Después de proyectarse en Melbourne, Jerusalén, Biarritz, San Sebastián y Toronto, la cinta ha sido nominada en la categoría Mejor Película Iberoamericana de los Premios Goya, entregados por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.
El largometraje colombiano competirá contra ‘1976’, de Chile; ‘Argentina, 1985’, de Argentina; ‘Noche de fuego’, de México, y ‘Utama’, de Bolivia. El ganador se dará a conocer durante una gala que se celebrará este sábado 11 de febrero en la ciudad española de Sevilla.
Se espera que pronto La Jauría pueda verse en los cines comerciales de los Estados Unidos y plataformas de streaming.
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