Latinoamérica está presente con sus propuestas de cine independiente en la 11 edición del D’A Film Festival que se celebra en Madrid y Barcelona, así como virtualmente, para garantizar tanto la seguridad del proyecto como la supervivencia de las salas de cine.

Las películas compiten hasta el 9 de mayo con producciones cinematográficas de México, Chile, Argentina en la sección competitiva Talents. Ésta tiene un premio de 12 mil dólares para directores emergentes con un máximo de dos largometrajes.

En total se presentan quince películas de trece países y seis de ellas de Latinoamérica: Estanislao de Alejandro Guzmán Alvarez, Gran Avenida de Moisés Sepúlveda, Ricochet de Rodrigo Fiallega o Mamá, Mamá, Mamá de Sol Berruezo Pichon-Rivière.

“Se trata de películas inquietas y urgentes, que merece la pena seguir de cerca”, resumieron los organizadores.

En un momento difícil para el cine en general y especialmente complicado para las propuestas más independientes estas no han dejado de rodarse ni de presentarse en festivales, pese al problema de gestionar la supervivencia de las grandes salas.

Así que esta edición se toma con especial optimismo, además de por la propuesta de retorno a salas de Nobuhiro Suwa desde el Japón, el neoyorquino Abel Ferrara o Tsai Ming-liang, que hanó el premio Teddy en la última Berlinale. La programación llegará hasta los noventa títulos.

Sol Berruezo Pichon-Rivière nos acerca en Mamá, Mamá, Mamá al universo onírico y febril de una preadolescente que acaba de perder a su hermana y debe adentrarse en el mundo de los adultos. Esta es su ópera prima que tuvo un estreno mundial en la Berlinale 2020 siendo la ganadora más joven de la sección Generation Kplus.

Sol Berruezo Pichon-Rivière (Argentina, 1996) es licenciada en dirección por la Universidad del cine de Buenos Aires. Trabaja como directora, guionista y fotógrafa para cine, música y publicidad. Tras ganar el concurso de proyectos de Ópera Prima del INCAA en 2017, en 2020 debutó con este largometraje rodado íntegramente por un equipo de mujeres.

Cuando le preguntaron por esa decisión en una entrevista dijo:

"Fue una decisión artística. Todos los personajes eran mujeres y la película toca temáticas íntimas para las niñas. Sentía que podía ser un lindo experimento hacerlo entre mujeres. Yo tengo tres hermanas más chicas y siempre estuve rodeada de mujeres. Es un ámbito en el que siento que se dan cosas re interesantes y re poderosas, entonces se fue gestando así. También me gustaba la idea de, ya que estaba comunicando algo, por qué no comunicar este experimento que sí funciona y es posible: una película en la que las mujeres cubren todos los roles técnicos”.