Este fin de semana el periodista Charles McRay Blow, columnista del New York Times, ha pedido censurar dos caricaturas de los Looney Tunes que refuerzan estereotipos negativos y alimentan una cultura de violencia. Los personajes en cuestión son Speedy Gonzales y Pepé Le Pew, el primero por contribuir en la imagen del inmigrante mexicano “borracho y peresozo”, y el segundo por reforzar la cultura de la violación con escenas de acoso hacia el personaje de la gatita Penélope Pussycat.

Hace unos días se abría el mismo debate tras la noticia de que seis libros del clásico ‘Dr. Seuss’  dejarían de publicarse y venderse debido al contenido racista e insensible de sus historias.

Este debate en torno a muchos libros, programas de televisión y caricaturas no es insignificante, pues estos productos culturales forman parte de la manera en que tenemos como niños o adultos de aprehender y abordar el mundo.

Las redes sociales no tardaron en reaccionar ante la discusión, y es que las opiniones al respecto pueden diferir mucho.

La polémica acerca del personaje de Speedy Gonzales se polariza dentro de la propia comunidad latina, ya que muchos explican que el personaje de Speedy fue el primero con el que pudieron reconocerse los inmigrantes mexicanos o los mexicoamericanos en la televisión en los años cincuenta, cuando Speedy entró a las caricaturas de la Warner. 

Incluso el propio Gabriel Iglesias, quien será la voz del ratoncito en la siguiente versión de Space Jam, respondió en twitter 

Lo que es cierto es que los productos culturales muchas veces son la radiografía de una época y nos muestra por dentro el sistema de creencias normalizado de ese momento. Y así como las sociedades cambiamos y evolucionamos, los contenidos y productos culturales también deben hacerlo.

Los personajes pueden y deben cambiar y crecer con los tiempos, pero hacerlos desaparecer puede ser incluso contraproducente pues estaríamos negando esta evolución e intentando borrar parte de una historia de la que no nos sentimos orgullosos, cuando podríamos aceptar y enmendar  esos errores. 

En el último mes, Disney ha dado una pauta con el Show de los Muppets, decidiendo poner un mensaje de ‘advertencia’ acerca del contenido. La historia está ahí, no podemos cambiarla, sin embargo la plataforma ha decidido posicionarse al respecto notificando a su audiencia que parte del contenido corresponde a un pasado del que hoy sabemos que estaba lleno de prejuicios negativos hacia ciertas comunidades. 

Admitir y aceptar esa historia es el primer paso.