De las 1.300 películas más taquilleras estrenadas entre 2007 y 2019, solo había 12 directores latinos individuales representados, y sólo 3 de los 1.447 directores eran mujeres de origen hispano/latino. Así lo revela un estudio de la Iniciativa de Inclusión de la Universidad del Sur de California Annenberg, divulgado en 2021. 

Este reporte explica que, pese a una amplia declaración de intenciones, la industria del entretenimiento en Estados Unidos sigue fallando en la aplicación de políticas de igualdad y diversidad. 

Por ello, mientras las grandes corporaciones y las productoras intentan definir políticas integrales, los jóvenes talentos -conscientes de esta falencia- se unen para impulsar iniciativas enfocadas a dar una oportunidad a las cineastas latinas y latinx no binarias. 

El programa Adelante es un ejemplo. Nacida tras una coalición entre The Latinx House, Sundance Institute’s Women at Sundance program, Netflix, Shondaland y Gloria Calderon Kellett's GloNation Studios, la beca Adelante es una oportunidad creada para las voces subrepresentadas detrás de cámara. 

“Este programa apoya el desarrollo profesional de los directores emergentes, creando una vía para impulsar a los cineastas independientes a medida que crecen en sus carreras y aprenden más sobre cómo dirigir una serie. Esta coalición ayudará a crear más oportunidades detrás de cámaras para voces subrepresentadas a fin de crear narrativas más honestas, inclusivas y auténticas”, dice Olga Segura, actriz, productora y cofundadora de The Latinx House, en entrevista con AL DÍA. 

Adelante se creó en 2021 y se ha trazado objetivos ambiciosos que, poco a poco, se van haciendo realidad. Pero los retos no serían alcanzables sin aliados que apoyan la causa de The Latinx House. “Es esencial que la industria dedique los recursos necesarios para desarrollar una cartera sólida de directoras latinas y latinx no binarias. Creemos que es fundamental trabajar con socios de ideas afines en Hollywood para acelerar el cambio”, agrega Segura. 

LAS PRIMERAS GANADORAS DE ADELANTE 

La convocatoria de la beca estuvo abierta desde febrero de 2022. Cada una de las candidaturas ha sido estudiada por un jurado integrado por cuatro destacados directores, productores y showrunners del entretenimiento: Christine Dávila, jefa de Desarrollo y Producción de Ojalá; Francesca Gregorini, guionista, directora y productora (‘Dropout’, ‘Killing Eve’) nominada al EMMY; Leopoldo Gout, director de cine, productor y autor (‘American Jesus’, ‘Molly’s Game’) y el productor Jay Van Hoy, (‘The Witch’, ‘The Lighthouse’). 

En julio se dieron a conocer las beneficiarias del programa: Cecilia Aldarondo, directora y productora de la diáspora puertorriqueña que trabaja en la intersección de la poética y la política; Yulene Olaizola, directora de cine originaria de México cuya película más reciente, ‘Tragic Jungle’, se estrenó en competencia en el Festival de Cine de Venecia 2020; y Nicole Mejia, nacida en Honduras y recién graduada del programa de dirección del American Film Institute, quien crea historias sobre la resiliencia del espíritu humano a través del drama, el suspenso y el realismo mágico. 

Las tres tendrán la oportunidad de seguir formándose en la dirección de series, recibirán una subvención y participarán en un programa de orientación inmersivo con clases magistrales y apoyo personalizado, guiadas por varios ejecutivos, directores y showrunners.

TRABAJAR DURO… ¿ES SUFICIENTE? 

Olga Segura espera que esta beca siente un precedente. “Necesitamos más latinos en puestos de poder que den luz verde, ejecutivos que puedan entender nuestras historias, asumir riesgos y reconocer la necesidad de una mayor diversidad. Es un desafío salir al mercado para presentar nuestras historias cuando solo unas pocas personas entienden quiénes somos como comunidad”, comenta. 

También se trata de que la inclusión y la diversidad sean consecuencia directa de la brecha de género. “La gente tiende a reclutar a su imagen; la mayoría de los directores son hombres y contratan hombres. Ahora suma el hecho de que la dirección latina no ha sido lo más común para nosotras las latinas”, insiste la cofundadora de The Latinx House. 

Segura lamenta que las directoras latinas, además de esforzarse el doble por conquistar espacios, deben enfrentarse a prejuicios raciales en los Estados Unidos. “Necesitamos más showrunners latinos y latinas, que se apropien de nuestras historias, contraten y brinden oportunidades por primera vez en todos los ámbitos”, indica. 

Sobre los directores y las directoras latinas pesa además el reto de visibilizar historias de la comunidad que nada tienen que ver con algunas concebidas por Hollywood. “Nada sobre nosotros, sin nosotros, ayudará a cambiar la narrativa cultural de cómo somos percibidos en los Estados Unidos y en todo el mundo”, puntualiza.