A partir de este martes 1 de febrero, se da por terminado el año del Buey y se le da inicio al Año Nuevo Chino con el Tigre. 

El Año Nuevo Chino se celebra siempre en la segunda Luna Nueva, después de que sucede el solsticio de invierno, motivo por el cual no siempre empieza y acaba el año en la misma fecha, a diferencia del calendario gregoriano.

Estas son algunas de las curiosidades que trae este nuevo año lunar: 

1. Fiesta por una semana

Los países que celebran el Año Nuevo Lunar suelen tener entre tres a siete días de fiesta, pero las celebraciones no terminan hasta el día 15 del primer mes lunar, también conocido como el Festival de las Linternas.

Durante esta primera semana, las personas visitan a sus familiares y amigos, excepto el tercer día del mes. El tercer día del Año Nuevo Lunar (3 de febrero de este año) recibe el nombre de "chi kou", o boca roja. Se cree que es más probable que se produzcan discusiones en este día.

2. No hay que cortarse el cabello 

Las supersticiones chinas dicen que no hay que lavarse ni cortarse el pelo el primer día del nuevo año.

Esto se debe a que el carácter chino del cabello es el primero de la palabra prosperidad. Por lo tanto, lavarlo o cortarlo es visto como un lavado de la fortuna.

3. El año del tigre 

Cada año está asociado con uno de los 12 animales del zodíaco chino. Este es el Año del Tigre. 

Se dice que los niños nacidos en este año serán valientes, competitivos y fuertes.

4. Rojo para la buena suerte 

Durante la celebración del Año Nuevo Chino, la gente decora sus casas con cosas rojas para la buena suerte y los niños reciben dinero en sobres de color rojo brillante.

El uso de este color se debe a una leyenda que dice que un monstruo llamado Nian ("Año") atacaba a las poblaciones de las aldeas al comienzo de cada año. Este tenía miedo de los ruidos fuertes, las luces brillantes y el color rojo, por lo que las personas comenzaron a utilizar estas cosas para ahuyentar a la bestia.

5. Año Nuevo Chino para los latinos 

En América Latina, ciudades como Buenos Aires, La Habana y Ciudad de México cuentan también con actividades propias y celebraciones para marcar el inicio del Año Nuevo chino como desfiles, reuniones o banquetes gastronómicos.