Con sólo 12 días para el final del mandato, la presidencia de Trump está implosionando, ya que más de 190 miembros del Congreso están pidiendo un juicio político. 

Si esto se lleva a cabo, Trump se convertiría en el primer presidente en ser impugnado no una vez, sino dos veces. 

Más de 60 demócratas, liderados por los Representantes Dean Phillips de Minnesota, Debbie Wasserman Schultz de Florida y Tom Malinowski de Nueva Jersey, enviaron una carta a los líderes demócratas el viernes pidiéndoles que se reúnan y trabajen para impugnar a Trump tras el ataque del miércoles al Capitolio. 

"Escribimos para pedir respetuosamente que la Cámara de Representantes se reúna de inmediato para considerar el asalto a nuestra democracia que experimentamos el 6 de enero", escribieron. 

Específicamente, se reunirán para decidir si Trump debe enfrentar las consecuencias por incitar los eventos del 6 de enero.

"Podríamos retomar la cuestión de si el Presidente Trump debería ser censurado o impugnado por fomentar un ataque violento contra el Congreso de los Estados Unidos, así como la propuesta del Representante Raskin de que el Congreso designe un órgano, según lo dispuesto por la 25ª Enmienda, para determinar si el Presidente es apto para desempeñar los poderes y deberes de su cargo", escribieron.

La 25ª Enmienda, propuesta por el Congreso y ratificada por los estados tras el asesinato del Presidente John F. Kennedy, establece el curso de acción a seguir en caso de que un Presidente muera, sea destituido, renuncie o quede incapacitado. 

El diputado Malinowski dijo a Político que destituir al presidente por segunda vez es un asunto muy grave. 

"El Presidente alentó un ataque violento al Capitolio de los Estados Unidos para evitar que el Congreso ejerza nuestros deberes constitucionales. Es el acto más impugnable que se me ocurre", dijo. 

El jueves, la congresista Sheila Jackson Lee presentó los artículos de la impugnación, así como una larga declaración que explora las formas en que Trump ha "intentado activamente y continuamente socavar las instituciones y fundamentos esenciales de un sistema democrático de gobierno en los Estados Unidos".

En una lista detallada, Jackson Lee expuso ocho ejemplos del comportamiento de Trump en los últimos cuatro años que exigen repercusiones, incluida su disposición a aceptar la asistencia de potencias extranjeras para ganar la reelección, la institución de demandas frívolas para anular los resultados de las elecciones de 2020 y el intento activo de impedir la entrega oportuna de las papeletas de voto por correo. 

Aunque parece poco probable, dado el poco tiempo disponible y la necesidad de un voto unánime, la congresista de Minnesota Ilhan Omar no tiene ninguna duda de que se manifestará.

Omar tweeteó el miércoles que ella estaba redactando los artículos de la impugnación, haciendo hincapié en que la eliminación de Trump de la oficina es una "cuestión de preservar nuestra República".

Si no se puede llegar a una impugnación antes del 20 de enero, los demócratas, que entonces estarán en control del Senado, tienen esperanzas sobre los beneficios de perseguir una condena posterior. 

En este caso, podrían incluir disposiciones que prohibieran a Trump volver a ocupar un cargo público. 

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, informó a sus colegas demócratas el viernes que ha discutido un plan de juego para prevenir que Trump inicie un ataque militar o nuclear. 

Ella dijo que los demócratas se moverán para destituirlo si no renuncia voluntariamente. 

Si no se invoca la 25ª Enmienda, la asistente del presidente de la Cámara de Representantes Katherine Clark dijo que la votación para la impugnación de la Cámara podría tener lugar la próxima semana. 

Como la Congresista Sheila Jackson Lee escribió en la resolución de su declaración, Trump es una persona "cuyo carácter está marcado por cada acto que pueda definir a un tirano, no es apto para ser el gobernante de un pueblo libre". 

Para tantos americanos que han estado viviendo en un estado de shock, miedo e indignación desde el 3 de noviembre de 2016, una segunda impugnación y un futuro libre de Trump que vuelva a ocupar cualquier cargo público, es una justicia verdaderamente poética.