A mediados de marzo, el Distrito Escolar de Filadelfia, junto con los distritos escolares de todo el país, cambió rápidamente su modelo de enseñanza al aprendizaje a distancia hasta el final del año. Ahora que se acerca  el otoño de 2020, los funcionarios se preparan para la reapertura de las escuelas públicas. 

La Junta de Educación de Filadelfia se reunió el 15 de julio para discutir sus propios pasos y procedimientos para una reapertura segura tanto para el personal como para los estudiantes. Se supone que en otra reunión de la próxima semana se discutirá una visión más detallada de las precauciones. 

La Dra. Barbara Klock dijo que el personal tendrá que someterse a un examen de salud diario en casa para evaluar los posibles síntomas de COVID-19. 

Las escuelas proveerán máscaras desechables y promoverán el distanciamiento social en los pasillos. 

Cada estudiante y miembro del personal deberá usar una máscara sin importar la edad. Las máscaras desechables, las caseras y las de polaina serán permitidas, sin embargo usar una toalla o bufanda como máscara no lo hará. Se considerarán y aceptarán exenciones para ellas si hay problemas médicos como una enfermedad crónica.

La jefa de la escuela, Evelyn Núñez, dijo que los estudiantes se dividirán en dos grupos. Asistirán físicamente a la escuela dos días a la semana y aprenderán a distancia los días restantes. 

Dependiendo del grupo en el que se encuentre el estudiante determinará los días en que asistan a clase. 

La Junta de Educación también está estudiando la posibilidad de proporcionar libros cromados adicionales para los estudiantes que no tienen acceso al aprendizaje en línea. 

Además, los estudiantes no podrán beber de la fuente de agua, pero se les pedirá que traigan una botella de agua y la llenen desde una estación de agua sin tocar.

La Jefa Interina de Instalaciones y Programas de Capital, Alicia Prince, dijo que la limpieza de verano que se está llevando a cabo es una limpieza profunda. 

Al comenzar el año escolar, habrá limpieza de preparación, limpieza diaria, estaciones de desinfección de manos en todas las entradas. Los ingenieros también trabajarán para aumentar la circulación del aire en todos los edificios. 

El superintendente William R. Hite Jr., dijo que estos cambios e implementación costarán entre 60 y 80 millones de dólares, y por esa razón está abogando por la aprobación de la Ley de Héroes, la última legislación de estímulo de COVID-19 del Congreso que aún se está debatiendo en el Senado.  

"Para que quede claro, este año escolar será un desafío para todos nosotros mientras aprendemos a hacer frente a esta 'nueva normalidad'", cerró el Dr. Hite.

El primer día de clases está fijado provisionalmente para el 2 de septiembre.