Fue un empate virtual en Iowa entre el alcalde de South Bend, Pete Buttigieg, y el senador de Vermont, Bernie Sanders. A pesar de que Buttigieg se adjudicó la victoria por un punto, ambos candidatos se llevaron 11 delegados cada uno para liderar la "manada" de aspirantes a la presidencia de los demócratas.

El ex alcalde de South Bend dedicó mucho tiempo durante el cuarto trimestre dirigiéndose a Iowa y parece que se llevó una parte importante del apoyo del vicepresidente Joe Biden en su camino hacia la más pequeña de las victorias en un caucus marcado por los errores.   

Sin embargo, el camino de Sanders hacia los 11 delegados probablemente obtuvo ayuda de los 180 que su campaña "estira" gracias a enfocarse en la participación de los votantes de color.

En 2016, el mensaje de Sanders prendio entre un público predominantemente blanco, joven y progresista, pero aun así, votó muy por detrás de Hillary Clinton en las comunidades negra y latina.

Por ejemplo, en Texas, donde el electorado para las primarias demócratas era mayoritariamente latino en 2016, Sanders iba por detrás de Clinton en la comunidad dos a uno, según los sondeos a pie de urna recogidos por The New York Times.

Se espera que los latinos vuelvan a constituir la mayoría del electorado demócrata de Texas en 2020, y en todo el país se estima que constituyen 32 millones de votantes elegibles para ser el mayor bloque de votantes de la minoría no blanca de Estados Unidos. 

Y la campaña de Sanders ha trabajado hasta ahora para comprometerse.  

Además de contratar a un personal de campaña más diverso, también ha discutido más abiertamente los temas que afectan al corazón de los votantes latinos, como la igualdad económica y la justicia racial.

En Iowa, su campaña también hizo esfuerzos significativos para distribuir los programas en español a los hogares de habla hispana y Sanders fue también el único candidato presidencial demócrata de primer nivel que se presentó en un acto en octubre organizado por la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC).

También cuenta con la ayuda de la enorme personalidad latina Alexandria Ocasio-Cortez, que responde por él siempre que puede dentro de la comunidad.

Y valió la pena.

Según un análisis hecho por Rafael Bernal de The Hill, Sanders superó a los otros candidatos en cuanto al voto latino.

En las 12 asambleas electorales de Iowa con mayoría hispana, Sanders obtuvo más del 66% del voto en bruto. El siguiente porcentaje más alto fue el de Biden, con cerca del 11% del voto. 

De esos 12 caucus, cuatro eran sólo de habla hispana, y él ganó 428 votos allí en comparación con 14 divididos entre los candidatos restantes.

Ahora, las 12 asambleas de mayoría hispana se asentaron en más de 1.700 sitios en el estado y en todo el país en varios lugares satélites, pero la población latina se hace más numerosa y significativa en estados como los anteriormente mencionados Texas y California.

Ambos representan un número significativo de delegados y se decidirá en el Súper Martes.

En New Hampshire, los latinos representan un pequeño porcentaje de la población, como en Iowa, pero jugarán un papel más importante en la próxima reunión en Nevada, donde la población latina es un poco menos del 30%.

A pesar de la falta de latinos con los que conectarse en New Hampshire, Sanders sigue siendo el favorito en la mayoría de las encuestas gracias a su victoria allí en 2016. Le siguen Buttigieg y la senadora Amy Klobuchar, que acaba de superar a la senadora Elizabeth Warren y a Joe Biden en el tercer puesto.

Al final, tuvo lo suficiente para superar a Buttigieg, pero como Iowa, se quedó con la misma cantidad de delegados a nueve. El único otro candidato que ganó algún delegado fue el tercer lugar, Klobuchar, que ganó seis. Warren y Biden terminaron en un lejano cuarto y quinto lugar respectivamente y el empresario Andrew Yang terminó oficialmente su campaña después de una segunda mala actuación en el estado de Granito.